Veo que sois buena gente. A pesar de las múltiples oportunidades que habéis ido teniendo a lo largo de estos dos artículos que llevamos, aún nadie me ha puesto a parir. Muchas gracias por ello. Pero a la vez tengo que confesar que me da un poquito de pena, porque redescubrir todas estas afirmaciones lamentables (y otras que no son tan lamentables, que mi pequeño porcentaje de acierto tengo eh) y no poderlo comentar con nadie no tiene ni la mitad de gracia que si lo hiciéramos. Como esas noches de desfase que luego no puedes comentar con los colegas porque quedásteis que nunca más se podría hablar de ello pero que en el fondo te mueres de ganas porque fueron la risa. Moraleja, que yo sigo con esto y a la vez espero que vosotros os unáis a la fiesta, que cuanto más seamos más nos vamos a partir la caja.
NFC East
Dallas Cowboys
Ronda 1, Pick 9 (9): Tyron Smith (OT, USC)
Ronda 2, Pick 8 (40): Bruce Carter (LB, North Carolina)
Ronda 3, Pick 7 (71): DeMarco Murray (RB, Oklahoma)
Ronda 4, Pick 13 (110): David Arkin (OG, Missouri State)
Ronda 5, Pick 12 (143): Josh Thomas (CB, Buffalo)
Ronda 6, Pick 11 (176): Dwayne Harris (WR, East Carolina)
Ronda 7, Pick 17 (220): Shaun Chapas (FB, Georgia)
Ronda 7, Pick 49 (252): Bill Nagy (C, Wisconsin)
Es complicado definir este draft, puede parecer muy bueno a algunos, puede parecer muy malo a otros. A mí ni una cosa ni la otra, sinceramente me parece un draft quizá tirando a bueno pero tampoco ninguna maravilla. Tyron Smith es probablemente su mejor pick, un jugador que ya se intuía que podía ser el ancla del lado izquierdo de la línea de ataque y que, con el tiempo, se ha convertido en un buen tackle izquierdo, aunque la verdad es que tampoco está entre los 5 mejores de la liga. Bruce Carter es otro pick que se podría considerar como bueno, los Cowboys arriesgaron optando por el talento por encima de otros criterios y eligieron a un jugador que no encajaba muy bien en su esquema de juego y que, además, estaba lesionado por aquellas fechas. Y aunque globalmente se podría pensar que los resultados han sido buenos, su rendimiento nunca ha sido extremadamente bueno y sorprende especialmente su floja temporada 2013, temporada en la que los Cowboys han estado jugando una defensa 4-3 que en principio se adapta más a sus habilidades. Podemos esperar un año más a ver si el de Carter es el pick que todos esperaban o si por el contrario no llega a las expectativas generadas. Luego está el tema de DeMarco Murray. A ver, cómo cojones cuento esto sin que parezca que por aquí tenemos un patinazo del tamaño de un elefante africano. Nada, que no puedo, es un patinazo del cagarse y no hay nada que hacer. DeMarco Murray no tardó mucho en ser el corredor titular de los Cowboys por encima del copón de corredores que tenía por encima en el depth chart y desde entonces ha sido uno de los jugadores con mejor rendimiento en un ataque plagado de calidad. Pick excelente y más por tratarse de una tercera ronda, pero habrá que ver si las lesiones y la regularidad le permiten mantenerse como un corredor fiable durante toda su carrera. Sí, creo que sí ha resultado ser mejor corredor que Ryan Williams. Eh, pero el agujero en la secundaria que reclamaba que debería haber generado más atención sigue existiendo, que almenos eso me salve la poca dignidad que aún le queda al análisis de este pick. En fin, poco más a añadir, buen hallazgo el de Dwayne Harris en sexta ronda como retornador y receptor ocasional pero ningún otro pick de este draft sigue en la plantilla, lo que significa que son 4 picks los totalmente desaprovechados. Por eso, a pesar de Smith y de Murray, el draft no puede parecerme ninguna maravilla.
New York Giants
Ronda 1, Pick 19 (19): Prince Amukamara (CB, Nebraska)
Ronda 2, Pick 20 (52): Marvin Austin (DT, North Carolina)
Ronda 3, Pick 19 (83): Jerrel Jernigan (WR, Troy)
Ronda 4, Pick 20 (117): James Brewer (OT, Indiana)
Ronda 6, Pick 20 (185): Greg Jones (LB, Michigan State)
Ronda 6, Pick 33 (198): Tyler Sash (S, Iowa)
Ronda 6, Pick 37 (202): Jacquian Williams (LB, South Florida)
Ronda 7, Pick 18 (221): Da’Rel Scott (RB, Maryland)
Muchas veces los drafts no consisten sólo en elegir bien sino también en estar en el sitio adecuado en el momento adecuado y aprovechar la situación. Eso es lo que les pasó a los Giants. Han tardado en darme un poquito de razón porque en estos dos primeros años su nombre no se veía prácticamente por ningún lado, pero la explosión de rendimiento que ha tenido Prince Amukamara este año justifica plenamente su elección en su día. Lo que decíamos en un artículo anterior de que no es sólo elegir bien sino tratar bien a los jugadores a los que eliges, quizá si Amukamara era titular desde el primer día ahora no sería el cornerback que es hoy en día. En este sentido, bien por los Giants. En cualquier otro sentido relacionado con este draft, no tan bien por los Giants. De los siete picks restantes creo que se pueden rescatar uno y otros dos a medias. El uno es claramente el de Jacquian Williams, un jugador del que algunos no esperábamos nada y que, ya sea a tiempo parcial o a tiempo completo, ha contribuido positivamente en el cuerpo de linebackers de los Giants, especialmente a nivel de cobertura. Que por cierto, alguien le tendría que decir a mi yo del pasado que hacer predicciones categóricas sin poder ver el futuro rollo los observadores de los de Fringe puede ser como un gran escupitajo hacia arriba cayendo en tu propia cara. Decir que Williams era directamente un jugador malo ha sido exactamente eso. Y los dos que se pueden rescatar a medias son Jerrel Jernigan, que no ha salido del fondo del depth chart de los receptores pero sigue en el equipo y contribuyendo esporádicamente, y James Brewer, que ha sido uno de los culpables del desastre de la línea de ataque de este año pero que también sigue en el equipo a día de hoy. Del resto de picks, ni eso podemos decir, ninguno de ellos sigue en el equipo. Especialmente doloroso es el pick de Marvin Austin, un jugador con mucho talento pero que nunca tuvo las ganas necesarias de trabajar para ponerlo de manifiesto en el terreno de juego. Pero tampoco jugadores como Tyler Sash o Greg Jones, que salían de college como líderes de buenas defensas, que apuntaban muy alto y que incluso tuvieron sus momentos de protagonismo aprovechando lesiones de los titulares en sus respectivas posiciones, demostraron nivel suficiente como para mantenerse en los Giants y acabaron cortados. En fin, en su día no acerté muchas respecto a este draft pero almenos estaba en lo correcto con la elección principal. Exactamente como los Giants. Pero a diferencia de mí, que ya habéis visto que no se me puede exigir nique me acuerde de mi propio nombre, a una franquícia de la NFL se le debería exigir que acertara algo más que la primera ronda y otras cosillas casi de refilón.
Philadelphia Eagles
Ronda 1, Pick 23 (23): Danny Watkins (OG, Baylor)
Ronda 2, Pick 22 (54): Jaiquawn Jarrett (S, Temple)
Ronda 3, Pick 26 (90): Curtis Marsh (CB, Utah State)
Ronda 4, Pick 19 (116): Casey Matthews (LB, Oregon)
Ronda 4, Pick 23 (120): Alex Henery (K, Nebraska)
Ronda 5, Pick 18 (149): Dion Lewis (RB, Pittsburgh)
Ronda 5, Pick 30 (161): Julian Vandervelde (OG, Iowa)
Ronda 6, Pick 26 (191): Jason Kelce (C, Cincinnati)
Ronda 6, Pick 28 (193): Brian Rolle (LB, Ohio State)
Ronda 7, Pick 34 (237): Greg Lloyd Jr (LB, Connecticut)
Ronda 7, Pick 37 (240): Stanley Havili (FB, USC)
Este es uno de los principales motivos por los que Andy Reid ya no es entrenador de los Eagles: sus últimos drafts fueron penosos o incluso peores. El pick de Danny Watkins es especialmente horrible. Era un pick que combinaba aspectos malos con otros aspectos aparentemente buenos, pero a la hora de la verdad los aspectos malos han pesado desproporcionadamente más que los aspectos buenos. Tanto es así que los Eagles decidieron cortarle en 2013, y ya sabemos que cortar a un jugador de primera ronda es siempre una autobofetada como un templo al equipo y al orgullo de la gerencia, algo que evitar a toda costa. Pero es que si Watkins fuera el único problema la cosa no pasaría de aquí, pero no lo es. Jaiquawn Jarrett, pick de segunda ronda, cortado en 2012. Curtis Marsh, pick de tercera ronda, cortado en 2013 (aunque luego recontratado). Efectivamente, los Eagles han cortado a sus tres primeras rondas de este draft. No sé si nunca en mi vida había visto un inicio de draft tan escandalosamente lamentable. Cierto es que luego se arregla un poquito, pero tampoco como para echar cohetes. Casey Matthews sí que sigue en plantilla pero después de que Andy Reid le quemara poniéndole de titular desde el primer día y que Brandon Jacobs le ganara claramente en una wheel route para touchdown, no parece que vaya a convertirse en el linebacker dominante que se esperaba que fuera sino que más bien parece que se quedará en el rol de jugador de rotación y equipos especiales que tiene ahora. Alex Henery sigue siendo el kicker del equipo, aunque no son pocos los que quisieran verle fuera, pero gastar una cuarta ronda en un kicker siempre es un movimiento poco rentable. A pesar de ser el sustituto óptimo de McCoy, Dion Lewis tuvo muy pocas oportunidades de jugar, especialmente después de que los Eagles draftearan a Bryce Brown en el año siguiente, así que tampoco podemos evaluar este pick positivamente. Así podríamos seguir con el resto del draft, con Vandervelde como línea de ataque de rotación o Rolle y Havili siendo importantes en algún momento pero ahora ganándose el sueldo en otros equipos. Pero de entre los jugadores que quedan en el fondo sólo merece la pena hablar de Jason Kelce. Tócate los pies, la única elección que critiqué abiertamente en este draft hace tres años ha resultado ser la mejor a años luz de distancia de la segunda. En mi defensa tengo que decir que fue por haber elegido al tercer guardia, no por el jugador en sí, pero lo que está claro es que la conversión a center ha resultado ser maravillosa y que en Kelce los Eagles tienen center por mucho tiempo si es que le respetan las lesiones. Aun así, que el único pick realmente válido de un draft entero sea uno de sexta ronda dice muy poco acerca de quién hizo el draft. Menos mal para Philadelphia que el principal responsable de este desastre ya está fuera de allí.
Washington Redskins
Ronda 1, Pick 16 (16): Ryan Kerrigan (DE, Purdue)
Ronda 2, Pick 9 (41): Jarvis Jenkins (DT, Georgia)
Ronda 3, Pick 15 (79): Leonard Hankerson (WR, Miami)
Ronda 4, Pick 8 (105): Roy Helu Jr (RB, Nebraska)
Ronda 5, Pick 15 (146): DeJon Gomes (S, Nebraska)
Ronda 5, Pick 24 (155): Niles Paul (WR, Nebraska)
Ronda 6, Pick 12 (177): Evan Royster (RB, Penn State)
Ronda 6, Pick 13 (178): Aldrick Robinson (WR, SMU)
Ronda 7, Pick 10 (213): Brandyn Thompson (CB, Boise State)
Ronda 7, Pick 14 (217): Maurice Hurt (OT, Florida)
Ronda 7, Pick 21 (224): Markus White (DE, Florida State)
Ronda 7, Pick 50 (253): Chris Neild (DT, West Virginia)
Buf, 12 picks, aunque sea simplemente por un tema estadístico los Redskins habrán acertado en algo en este draft ¿no? Pues la verdad es que no tanto. De hecho, aciertos lo que se dice aciertos de verdad, sólo tienen a Ryan Kerrigan. Eh, un acierto como la copa de un pino, eso sí. Pese a que había dudas acerca de la adaptación de Kerrigan a la posición de linebacker exterior de una defensa 3-4, dije en su momento que había que dar a Washington el beneficio de la duda por haber hecho un fantástico trabajo con la conversión de Orakpo. Pero en este caso la verdad es que parece que el trabajo ha sido aún mejor, básicamente porque a día de hoy Kerrigan probablemente es el mejor jugador de esa defensa. Pero claro, eso no deja de ser un pick de doce, ¿el resto donde está? Dos jugadores seguro que os suenan más que el resto. El primero es Leonard Hankerson, un jugador que decíamos en su día que si arreglara su problema con los drops estaría más que capacitado para ser receptor #1, teniendo en cuenta que durante estos años se ha ganado el apodo de «Droperson» creo que no ha terminado de solucionarlos y no se ha convertido en el receptor #1 que muchos esperaban. El otro es Roy Helu Jr, un corredor de quien afirmábamos que era el candidato perfecto para ser el corredor más usado por Shanahan, el problema es que en el año siguiente los Redskins eligieron a Alfred Morris en sexta ronda (jugador más desconocido y en una ronda más baja, candidato a sleeper aún mayor) y, lógicamente, fue Morris quien se hizo con la titularidad por encima de un Helu que ahora sólo puede aportar en contadas ocasiones.Sobre el resto de jugadores, los hay que siguen rindiendo a un nivel aceptable entrando en rotación (casos de Jenkins, Robinson o incluso Niles Paul), los hay como DeJon Gomes que llegaron a ser usados como parches para ser titulares en algún partido pero que ya no están en el equipo, hay algunos más que siguen en el equpo aunque casi nadie ha oído hablar de ellos (como Neild o Hurt) y luego hay muchos otros que ni eso. Y es que normalmente los picks de rondas bajas aportan profundidad y mediocridad, y cuando los acumulas realmente tienes todas las papeletas de acumular profundidad y mediocridad. Pero como quien no se conforma es porque no quiere, podemos decir que almenos este draft sirvió para que los aficionados a Washington vieran a su equipo seleccionar jugadores a mansalva, que luego llegó el trade por Robert Griffin y los Redskins se quedaron bastante secos de picks, para qué nos vamos a engañar.
NFC North
Chicago Bears
Ronda 1, Pick 29 (29): Gabe Carimi (OT, Wisconsin)
Ronda 2, Pick 21 (53): Stephen Paea (DT, Oregon State)
Ronda 3, Pick 29 (93): Chris Conte (S, California)
Ronda 5, Pick 29 (160): Nathan Enderle (QB, Idaho)
Ronda 6, Pick 30 (195): JT Thomas (LB, West Virginia)
Si antes no he empezado a soltar sapos y culebras y a soltar bilis de forma descontrolada en el draft de los Philadelphia Eagles es porque sabía que más adelante había uno de muchísimo peor. A todos los niveles. Primero, y antes de meterme propiamente en la elección de los jugadores, por la desfachatez sin precedentes de echarse atrás en un trade cerrado sin avisar al otro equipo provocando así la pérdida del turno del draft del otro equipo participante en dicho trade. Tres años después me sigue pareciendo un acto lamentable propio de gente muy poco seria y que debería haber sido castigado muy duramente. Pero, quizá gracias al karma, a la justicia divina o simplemente a que además de el ridículo a la hora de negociar trades también hicieron el ridículo a la hora de realizar su trabajo de scouting, el destino ha castigado a los Bears con un draft que ha resultado ser el más deplorable de entre los de los 32 equipos de la NFL. Y mira que parecía en su día que Carimi era un pick relativamente bueno, pero entre una grave lesión en su rodilla y un rendimiento bastante flojo tanto en el puesto de tackle derecho como en el de guardia acabaron haciendo que los Bears le tradearan por una mísera sexta ronda en 2013. El único pick que se podría considerar como aprovechable en este draft es el de Stephen Paea, un tackle defensivo físicamente imponente que normalmente ha jugador de titular pero que nunca ha rendido a la altura de las expectativas que generan los jugadores elegidos en segunda ronda. Como mucho os sonará también Chris Conte, un safety que apenas era conocido en el día del draft y que ahora practicamente es recordado únicamente como el tío que deflectó un pase de las manos de Brian Urlacher hacia las de Dexter McCluster para que Tyler Palko anotara en un hail mary uno de los únicos dos touchdowns de toda su carrera. De hecho, fijaros si es preocupante su rendimiento a pesar de ser titular este último año que los Bears han decidido fichar a MD Jennings para darle un poco de competencia en el puesto. Sí, ese MD Jennings. Resumiendo, un bust como una catedral, dos titulares pero que ocupan dos posiciones muy mejorables en el equipo (uno de ellos no sé ni como lo siguen poniendo) y un par de jugadores que no han durado mucho antes de ser cortados. Un draft horrible, no hay otra manera de definirlo.
Detroit Lions
Ronda 1, Pick 13 (13): Nick Fairley (DT, Auburn)
Ronda 2, Pick 12 (44): Titus Young (WR, Boise State)
Ronda 2, Pick 25 (57): Mikel LeShoure (RB, Illinois)
Ronda 5, Pick 26 (157): Doug Hogue (LB, Syracuse)
Ronda 7, Pick 6 (209): Johnny Culbreath (South Carolina State)
No hay mucho que comentar en este draft, no hay muchos jugadores y la mitad de ellos no podemos analizarlos desde un punto de vista puramente deportivo. Así que quizá el draft de 2011 de los Lions se reduce simplemente a la siguiente pregunta: ¿Ha valido la pena draftear a Nick Fairley ignorando las necesidades reales del equipo? Pues la verdad es que ni yo sé si decantarme hacia un lado o hacia el otro. Por un lado, está claro que Fairley ha sido uno de los puntales de esta defensa, mejorando el rendimiento de Ndamukong Suh en numerosas ocasiones e incluso haciendo pensar a algún sector de los fans que la salida de éste último tampoco sería tan mala idea con Fairley en el equipo. Pero tampoco ha sido una fuerza de la naturaleza destrozadora de guardias y centers, simplemente ha sido un buen defensive tackle que se ha estancado ligeramente en este 2013, algo que dista bastante de lo que parecía que podría haber sido. Fue un buen pick, sin duda, pero sigo pensando que Amukamara habría sido mejor. Y a nivel deportivo se antoja complicado analizar nada más de este draft puesto que, exceptuando a un Doug Hogue que nunca pasó de jugador de equipos especiales, esta lista de jugadores es más conocida por sus problemas extradeportivos que por su rendimiento. Pero no quiero mezclar. Una cosa es el caso de Titus Young, un jugador que mostró destellos de ser un muy buen receptor #2 pero que sus problemas de actitud, que luego se descubrió que tenían una base psicológica relativamente grave, le imposibilitaron realizar la carrera deportiva que su talento merecía. El otro es el caso de Mikel LeShoure (y también Culbreath, aunque en mucha menor medida), un jugador que pintaba a amo y señor del backfield de los Lions y que entre su rendimiento irregular y sus problemas con la marihuana ha perdido protagonismo respecto a los Reggie Bush, Joique Bell y compañía que ahora llevan el peso del ataque terrestre en Detroit. Lo hemos dicho con anterioridad, no es sólo los jugadores que se eligen sino que también es cómo se hace crecer a dichos jugadores. Y aunque dudo que el caso de Young se podría haber llevado mucho mejor, el sistema Schwartz de primar la agresividad por encima de la disciplina hace que algunos podemos pensar que quizá con otro entrenador estaríamos hablando de una clase de draft con mucho más rendimiento para los Lions. Porque al final, por unas cosas o por otras, los datos objetivos son que los Lions han sacado un jugador flojito de sus dos segundas rondas. Y eso es un bagaje bastante pobre.
Green Bay Packers
Ronda 1, Pick 32 (32): Derek Sherrod (OT, Mississippi State)
Ronda 2, Pick 32 (64): Randall Cobb (WR, Kentucky)
Ronda 3, Pick 32 (96): Alex Green (RB, Hawaii)
Ronda 4, Pick 34 (131): Davon House (CB, New Mexico State)
Ronda 5, Pick 10 (141): DJ Williams (TE, Arkansas)
Ronda 6, Pick 14 (179): Caleb Schlauderaff (OG, Utah)
Ronda 6, Pick 21 (186): DJ Smith (LB, Appalachian State)
Ronda 6, Pick 32 (197): Ricky Elmore (LB, Arizona)
Ronda 7, Pick 15 (218): Ryan Taylor (TE, North Carolina)
Ronda 7, Pick 30 (233): Lawrence Guy (DE, Arizona State)
Muchas veces habréis oído eso de que Ted Thompson es una eminencia en esto de los drafts, que tiene una habilidad terrible para seleccionar los jugadores ideales y que gracias a ello los Packers pueden permitirse el lujo de fichar poco o nada en agencia libre. Ahora mirad este draft. Mirad por favor este ñordo de draft. Hay un total de 10 elecciones y podemos salvar a dos. Bueno, estoy siendo algo injusto ahí. Podemos salvar a tres si contamos a un Derek Sherrod que por culpa de una gravísima lesión de pierna sólo ha podido jugar 12 partidos entre las tres temporadas que lleva en el equipo (5 en 2011, 7 en 2013), partidos que tampoco podemos evaluar seriamente puesto que más de la mitad son de un periodo en el que estaba cogiendo ritmo de competición después de casi dos años sin jugar. Aún no podemos decidir si es un pick bueno o un pick malo (aunque a estas alturas ya es poco probable que vaya a ser el jugador que parecía que podía ser en college), pero en cualquier caso está totalmente recuperado de su lesión así que este año saldremos de dudas. Lo que sí que está claro es que el mejor pick de este draft, y tres años después pienso que es el robo en mayúsculas de todo el draft, es Randall Cobb. Sigo sin explicarme cómo llegó hasta el pick de los Packers pero Green Bay hizo muy bien en elegirle, le ha dado al ataque un dinamismo distinto al que tenía hasta entonces, ha estado ahí en momentos importantes del equipo y ha anotado algún que otro touchdown de retorno, algo que en Green Bay hacía mucho tiempo que no se veía. De hecho, creo que los Packers aún no han acabado de aprovechar al máximo lo que Cobb puede ofrecer así que éste es un gran pick pero que aún tiene margen de mejora. He dicho dos jugadores salvables (tres contando a Sherrod) porque también quiero mencionar positivamente a Davon House, un cornerback cumplidor pero relativamente hundido en el depth chart. Y lo quiero mencionar porque el grupo que conforman el resto de jugadores es muy pero que muy triste. Alex Green nunca hizo nada en el backfield deprimente que había en Green Bay antes de la llegada de Eddie Lacy, a DJ Williams se le vió dropar un par de pases y muy poquito más y Ryan Taylor sigue en la plantilla porque debe poner carita de pena cuando se acerca la época de los cortes para que McCarthy tenga compasión de él, sino no se entiende como un tío con tan poco talento siga ahí en una posición tan irrelevante como la de cuarto tight end del equipo. Por otra parte, DJ Smith pasó de no encontrar su sitio y ser un cero a la izquierda a ser titular por lesiones de otros jugadores y luego a ser cortado por culpa de una lesión en una serie de movimientos muy poco comprensibles, y a Lawrence Guy se le dieron pocas oportunidades antes de perderle de vista y ahora no lo está haciendo del todo mal en los Chargers, algo que desde luego hay que tener en cuenta. El resto es que no han tenido ni relevancia en el equipo, ni tan siquiera un Elmore que podría haber sido un buen rusher pero que nunca se adaptó a la posición de outside linebacker. Resumiendo, en diez picks los Packers sacaron a Cobb y muy poco más, así que la próxima vez que oigáis cantar las excelencias en el draft de Ted Thompson, les enseñáis esta lista y os partís el culo, porque nos están vendiendo una teoría que se cumple solo de vez en cuando.
Minnesota Vikings
Ronda 1, Pick 12 (12): Christian Ponder (QB, Florida State)
Ronda 2, Pick 11 (43): Kyle Rudolph (TE, Notre Dame)
Ronda 4, Pick 9 (106): Christian Ballard (DE, Iowa)
Ronda 5, Pick 8 (139): Brandon Burton (CB, Utah)
Ronda 6, Pick 3 (168): DeMarcus Love (OT, Arkansas)
Ronda 6, Pick 5 (170): Mistral Raymond (S, South Florida)
Ronda 6, Pick 7 (172): Brandon Fusco (C, Slippery Rock)
Ronda 6, Pick 35 (200): Ross Homan (LB, Ohio State)
Ronda 7, Pick 12 (215): D’Aundre Reed (DE, Arizona)
Ronda 7, Pick 33 (236): Stephen Burton (WR, West Texas A&M)
¡Sí! ¡Por fin el momento más esperado ha llegado! ¡Con el pick #12, los Minnesota Vikings eligen a Christian Ponder! Hace tres años, el análisis de la elección decía exactamente lo siguiente: «el pick es horroroso y es un más que digno sucesor de la elección de Tyson Alualu con el pick #10 el año pasado como peor selección del draft«. Tres años después nuestro héroe se ha casado con Samantha Steele, ha besado a una cabra en San Valentín y, ya dentro de la temática de este artículo, ha dado muestras más que suficientes de que esta frase dicha hace ya mucho tiempo ha resultado ser bastante fiel a la realidad. Durante este tiempo, Ponder ha demostrado ser un quarterback de los más malos de toda la NFL (Matt Cassel jugó mucho mejor que él este último año), con una fuerza de brazo casi inapreciable y con una toma de decisiones más que discutible, ha sido un pick muy malo con un desarrollo a esa misma altura. Como consecuencia de ello, tres años después no hay prácticamente ningún fan de los Vikings que conciba la idea de empezar la próxima temporada con Ponder en el equipo, y mucho menos con Ponder como quarterback titular. Y esto debería ser la definición perfecta de su fracaso absoluto como quarterback franquícia en Minnesota. Por suerte para los Vikings no todo el draft es Ponder, no hay muchos picks aprovechables pero alguno encontramos. El más claro es el de Kyle Rudolph, un tight end muy apañado que, a falta de jugadores fiables en el cuerpo de receptores (hasta el año pasado) se ha convertido en una de las mayores armas del juego de pase en este equipo, especialmente en la red zone. Pero también hay que destacar la figura de Brandon Fusco, un jugador que ofrecía un millón de dudas por su procedencia (sí, el nombre de la universidad me sigue pareciendo chistoso, especialmente para un línea de ataque) y por la competencia contra la que había jugado pero que se ha convertido en un muy buen guardia y ahora mismo forma junto a Phil Loadholt uno de los lados derechos de línea más sólidos de toda la NFL. Quizá también podemos salvar a Mistral Raymond en su rol de safety de rotación, aunque lo cierto es que no es demasiado bueno. Pero lamentablemente el resto de picks no ayudan a superar el mal trago de la elección de Ponder. Christian Ballard, de quien algunos esperábamos bastante, decidió retirarse en 2013 porque el football ya no le divertía a pesar de un inicio de carrera bastante prometedor, Brandon Burton nunca rindió al nivel esperado y acabó siendo cortado y DeMarcus Love un poco más de lo mismo, tres jugadores que catalogué como picks que me gustaban y que han acabado sin aportar casi nada a su equipo. Otro aplauso que me gano. Pero bueno, es que menciono a estos porque se esperaba que pudieran aportar un poco al equipo; el resto de jugadores, tal y como se preveía, no han tenido ningún tipo de impacto en la franquícia. Total, que tenemos a dos buenos titulares y a un suplente tirando a flojo. Mirándolo así no está del todo mal pero es que esto es sin contar a Ponder, un pick que debería restar puesto que gracias a la confianza depositada en él se podría decir que los Vikings han tirado tres años de su existencia a la basura. Con lo que globalmente, habiendo un pick horrible en posición importante y ronda alta, el draft tiene que ser malo.
La semana que viene tendremos el último artículo de este tipo, lo prometo. Pero también prometo que es el mejor. Y para demostrarlo con hechos, no palabras, tengo el gran honor de revelaros la frase que a partir de ya mismo tiene que pasar a formar parte del Olimpo de las mierdas más grandes que se han dicho sobre un draft en la historia de la NFL: «Lee Ziemba, pick de séptima ronda, va a tener mejor carrera en la NFL que Cameron Newton, primer pick absoluto». Agarraros que vienen curvas.