Todo aficionado al fútbol americano, en algún momento de su vida, habrá escuchado o leído algo parecido a la siguiente afirmación: el college football y la NFL son dos competiciones totalmente diferentes. Que sí, que ambos son partidos de football, pero que existen diferencias irreconciliables entre el estilo de juego del college y el de la NFL. Tan irreconciliables son a veces estas diferencias que hay gente que, por razones que no voy a entrar a valorar porque no sería ni objetivo ni probablemente correcto, está enamorado de una competición (la NFL) y dice que le aburre soberanamente la otra (la NCAA). Bueno, qué cojones, sí lo voy a entrar a valorar que para eso estamos. Normalmente se trata de gente con prejuicios hacia el college football que normalmente no lo ven pero que tira de cuatro clichés preestablecidos para decir lo lamentable que es esta competición. Que si las defensas no existen, que si los quarterbacks no saben pasar, que si la mayoría de equipos que son una comparsa, cualquier tópico generalizado sirve para desacreditar la NCAA. Triste, pero sabéis tan bien como yo que es cierto. De todas formas, como mi intención no es precisamente ni decirle a la gente qué le tiene que gustar y qué no ni convencer a nadie de nada, pues digo que ellos se lo pierden y ya.
Los quarterbacks de college no suelen poder mantener el nivel en la NFL porque las defensas son mucho más jodidas, su atleticismo no les basta para poder dominar partidos y acaban fracasando de forma estrepitosa
De hecho, aunque suene irónico, mi intención aquí es más bien reafirmar uno de esos tópicos tan clásicos que sirven para poner la NFL por encima de la NCAA: los quarterbacks de college no pueden mantener el nivel en la NFL porque las defensas son mucho más jodidas, su atleticismo no les basta para poder dominar partidos y acaban fracasando de forma estrepitosa. No voy a negar que esto ha pasado durante los últimos años y no precisamente pocas veces, y de hecho para reafirmarlo voy a poner el ejemplo más claro de todos que no es otro que el archifamoso Tim Tebow. Tim Tebow no es que fuera un buen jugador de college, es que quizá ha sido el jugador más relevante e idolatrado que ha tenido el college football en lo que llevamos de siglo. Nadie como él ha dominado esa competición, con sus carreras, sus pases y su carácter era capaz de ganarle a cualquier defensa en cualquier escenario imaginable. Era simplemente superior. Sí sí, ese Tim Tebow, el que luego iba lanzando castañas por los campos de la NFL. Que sigo pensando que no se ha sido nada justo con él ni en los Broncos, donde John Elway y Peyton Manning se encargaron de mandarle de forma tirando a poco justificada, ni en otros equipos por los tuvo que deambular. Pero vamos, que dominante dominante pues va a ser que no. Y tanto fue así que en 2013, tan sólo 3 años después de ser drafteado, acabó aceptando un trabajo como comentarista de, oh sorpresa, college football. Eh, pero para compaginarlo con su búsqueda de trabajo en la NFL, que aún no ha perdido las esperanzas. Él se lo sabrá. A lo que quiero llegar es que el semidiós del college football ha acabado de comentarista porque nadie ni tan siquiera quiere tenerlo en el roster. Porque no pudo trasladar su talento a la NFL. Porque ningún quarterback puede. Hasta ahora. Y es que esta temporada hemos visto, por fin, a un quarterback dominar la NFL con el estilo clásico de quarterback de college football; eso de trasladar con éxito sus talentos desde el college football a la NFL, eso que parecía tan imposible y eso que tanto separaba ambas competiciones, este año ha sido una realidad. Y todo gracias a una sola persona. Efectivamente, Cam Newton es el Tim Tebow de la NFL.

Y que no se me enfade nadie, esto lo digo sin ningún tipo de connotación negativa, lo que quiero decir es que este año Cam Newton ha dominado los partidos de NFL como Tim Tebow dominaba los partidos de college. No nos engañemos, Tebow ya no era muy bueno en college, era un tronco corriendo y sus pases no es que tuvieran una precisión maravillosa, pero su sola presencia condicionaba la defensa rival entera de manera que atacarla resultaba mucho más fácil. ¿Por qué? Pues porque infundía miedo, era tan físicamente superior a las defensas rivales que defenderle suponía un problema enorme. Pues aquí tengo la misma sensación. Cam Newton sabrá correr, pasar o lo que queráis pero su secreto, como el de Tebow en college, es que es atléticamente superior a las defensas a las que se enfrenta. Si decide correr, no se le puede parar con un solo defensor porque es demasiado grande y demasiado potente para eso, así que hay que condicionar la disposición defensiva para limitar sus ganancias por tierra. De hecho, muchos se han decantado por esa estrategia este año y ciertamente han conseguido frenarle ligeramente, siendo 2015 el primer año en toda su carrera en la NFL que baja de 5 yardas por carrera. Pero claro, dejar gente delante para parar la carrera implica que la parte profunda del campo tiene que estar más despejada de gente. Y ahí es donde Newton ha sabido sacar ventaja este año. ¿Cuántas veces hemos flipado porque hemos visto receptores de los Panthers coger pases profundos estando completamente solos? Muchísimas. Muchas más de las que nadie podría haber imaginado viendo en quienes consiste ese cuerpo de receptores.
Pero es que la gran diferencia entre el Newton de otras temporadas al de esta es que ha calibrado el cañón que tiene por brazo. Este año hemos visto a un Cam Newton que ha sido capaz de aprovechar cualquier mínima separación de los receptores poniendo el balón con precisión en un abrir y cerrar de ojos con su cañón. Y ojo, uso la palabra «cañón» a propósito en este contexto, porque es cierto que Newton ha ganado precisión con sus pases tipo misil pero eso no quita que cuando los pases no necesitan tanta fuerza sigue lanzando en posiciones poco ortodoxas que hacen que muchos balones vayan muy lejos de su objetivo (la intercepción contra los Cardinals es un claro ejemplo de ello), y de hecho esto le ha hecho fallar muchos otros pases con receptores desmarcados a lo largo de toda la temporada. Aun así, es obvio que una gran mejoría sí ha habido en estos pases en los que pone toda la fuerza que lleva dentro con lo que, aprovechándose de las múltiples coberturas hombre a hombre que ha ido viendo a lo largo del año (porque recordemos que los defensores suelen estar en la parte delantera de la unidad simplemente por miedo a que salga corriendo) y también del muy buen trabajo que hacen los receptores de los Panthers a la hora de correr rutas, Newton ha conseguido completar muchísimos pases largos a receptores que estaban solos. ¿Y que ha provocado esto? Pues ha provocado muchos touchdowns en muy poco espacio de tiempo, algo que han permitido a los Panthers conseguir diferencias muy abultadas en el marcador muy pronto en el partido y acabar los encuentros metiendo de 30 a 50 puntos sin que parezca que se hayan esforzado demasiado. O sea, exactamente lo que hacen los buenos ataques de college. Como el que lideraba Tebow.
¿Entonces qué hay que hacer para parar a este tío? ¿Hay que frenar sus carreras y obligarle a lanzar o por el contrario hay que frenar sus pases largos y obligarle a tener drives más sostenidos? Quizá motivados por los nombres del cuerpo de receptores o por el éxito que había tenido Newton pasando en otras temporadas, las defensas han optado este año por parar la carrera, pero viendo como ha pasado este año a saber lo que harán la temporada que viene vete a saber. Pero casi que tampoco importa demasiado porque probablemente ahí esté Newton para hacer justo lo contrario de lo que las defensas rivales esperan. Porque puede hacer cualquier cosa. En cualquier momento. Y por eso creo que Cam Newton debe ser el MVP de la liga. ¿Es el mejor pasador de toda la NFL? Ni de chiste. Hay mínimo 5 quarterbacks que pasan el balón mejor que Cam Newton, y probablemente 10 también. ¿Es el mejor quarterback corredor de la liga? Es el más grande y potente, de eso no hay duda, pero que sea el mejor ya es algo más discutible. Pero lo que no es nada discutible es que es el jugador de la liga que más intimida a sus rivales, el que más influencia el gameplan de los equipos a los que se enfrenta y, por estos motivos, el jugador cuya presencia es más importante para su propio equipo. Y esa es la definición exacta de MVP, ser el jugador más valioso para su equipo. Y eso puede coincidir o puede no coincidir con ser el mejor jugador de la liga. Algunos pensarán que sí que coincide, otros pueden pensar que no porque Tom Brady o Carson Palmer han sido mejores quarterbacks este año, y probablemente tendrán razón pero esa influencia tanto en los suyos como en los rivales es lo que da el auténtico valor de lo que es Cam Newton como jugador. Y es que lo que hace que el ataque de los Panthers sea peligroso no son las carreras de Newton, ni los pases de Newton sino que es el miedo de que en cualquier jugada puede hacer cualquier cosa. Y no sólo eso sino además la sensación de que si le defiendes de forma convencional es tan superior que puede pasar por encima de tu esquema defensivo, pero que si destinas recursos extra a maniatar un aspecto de su juego vas a estar dejando vía libre a que te gane con otro aspecto de su juego no menos peligroso. Porque la valía de Cam Newton no está en lo bien que hace esto concreto o lo otro o lo de más allá, la valía de Cam Newton está en que puede hacer cualquiera de esas cosas cuando quiera y es imposible defenderlas todas a la vez.
Cam Newton es el jugador de la liga que más intimida a sus rivales, el que más influencia el gameplan de los equipos a los que se enfrenta
Lo que me lleva otra vez al principio del artículo. Hemos oído muchísimo eso de que los quarterbacks de college, esos jugadores más de tipo anárquico que hacen lo que les peta encima de un campo de football, nunca van a triunfar en la NFL. Pero esa afirmación ya no es cierta porque, independientemente de si gana o pierde la Super Bowl, este año Cam Newton ha sido un quarterback de college que no sólo ha triunfado sino que ha dominado la NFL. Qué más da el último partido, viendo la trayectoria global de la temporada de Newton y de los Panthers, es evidente que Cam Newton ha sido un jugador que sencillamente está a otro nivel. Y lo ha hecho desde la misma base que la que usó Tebow en su día con la NCAA: siendo físicamente muy superior, con la amenaza de la carrera siempre presente, con lanzamientos mejorables pero suficientemente buenos y acompañándolo todo de un comportamiento que a más de uno le puede resultar algo irritante (irritante por decirlo de alguna manera). De hecho, si hubiera otra competición superior a la que Newton tuviera que acceder estaríamos todo el día diciendo que si debe pasar mejor, que se va a pegar un piñazo, que si nunca se adaptará al nuevo estilo de juego y cosas parecidas. Como pasó con Tebow cuando se presentó al draft. Pero es que resulta que Newton ya no puede ir a ningún lado, con su estilo tipo college ha conseguido triunfar en el máximo nivel de football del mundo. Así pues, podemos quedarnos con los gestitos para los primeros downs, con los bailes exagerados en los touchdowns o con sus ruedas de prensa en zapatillas y/o con una cola de zorro colgando de la cadera, porque eso existe y es como bastante criticable, pero el hecho de que pueda caer mejor o peor por su comportamiento no puede esconder su éxito. Yo mismo soy un ejemplo de eso, he estado gran parte de la temporada más pendiente de sus chorradas que de la influencia que tenía tanto sobre su equipo como sobre el resto, hasta que he cambiado el chip y se centra en lo realmente importante. ¿Qué hace cosas que no gustan en absoluto? Por supuesto. ¿Qué sigue siendo un pasador justito cuando tiene que poner algo de delicadeza en los pases? Está claro. Y es perfectamente lícito criticarle por ello, pero es que lo importante este año no es eso. Lo importante este año es que por fin alguien ha conseguido trasladar el juego de college a la NFL y ser la tan ansiada evolución del quarterback que muchos ya creían una utopía. Y más allá de nuestras preferencias personales esto es una gran noticia, puesto que cerca irremediablemente los mundos tan distintos que hasta hace poco eran el college football y la NFL.
Y es que ahora, quiera la gente o no, hay un jugador de college al frente de la mejor liga de fútbol americano del mundo. Y su nombre es Cam Newton. El Tebow de la NFL.