No sé si sois muy aficionados a ver documentales de naturaleza, seguramente ahora en verano más porque hay días en los que el aburrimiento puede llegar a provocarnos hacer ese tipo de cosas. Si lo sois seguro que os va a sonar algo de esto que os voy a contar. Recientemente se ha descubierto una especie animal llamada «carnicero NFL» que, entre los meses de mayo y agosto, hace algo que muchos animales hacen durante el invierno: hibernar. Coge toda la comida que puede y se encierra durante esos cuatro meses, que para él son su invierno, meses en los que esporádicamente se informa de la actualidad de la NFL y deja macerar sus opiniones al respecto. Y para cuando es septiembre, las suelta todas de golpe y se prepara para afrontar una nueva temporada de esta maravillosa liga. Así pues, bienvenidos todos a una nueva temporada de La Carnicería, temporada que empieza con este resumen bastante personal de la offseason.
Tim Tebow
Va, que sé que teníais ganas. No me voy a esconder, yo soy un tío bastante pro-Tebow, pero ya no sólo por lo bueno o malo que sea sobre el campo sino también por las situaciones en las que se ha visto envuelto. Ya sé que es un Tebow es un pasador flojo por decirlo de una manera fina, pero también sé que la base del juego de Tebow no pasa por ser un pocket passer. No es un jugador al que haya que convertir, es un jugador sobre el que tienes que adaptarte y en la NFL nadie ha tenido el valor de hacer eso, al menos de forma continuada. Primero salió traspasado de los Broncos tras ganarles un partido de playoff por primera vez en varios años, simplemente el estilo de juego no les convencía. Luego, fue ninguneado en los Jets de forma escandalosa y vergonzosa, ya no solo por ser usado extremadamente poco ni por ser degradado a jugar en el equipo de protección de punts sino simplemente porque no darle una oportunidad con la pésima temporada que estaba haciendo Mark Sánchez pero sí dársela a McElroy aprovechando la semana que Tebow estaba lesionado .
Y mientras tanto, estuvo (y sigue estando) constantemente masacrado por gran parte de aficionados al fútbol americano, que siguen sin entender o sin querer entender que Tebow no es el quarterback que querrían ver sino que es un quarterback con un tipo de juego muy particular. Y por cierto, en ese estilo de juego es indudablemente el mejor quarterback de la NFL, pero hace falta que alguien se moje por él. Y en ese punto va y entra Bill Belichick, maestro de las reconversiones imposibles y gurú que convierte en oro todo lo que toca. Pensaba que me iba a explotar la cabeza, ya sabéis que Belichick no es precisamente mi entrenador favorito pero si hacía que Tebow funcionara me iba a tener que rendir ante su buen hacer en ese caso. No ha hecho falta. La aventura de Tebow en los Patriots llegó a su fin cuando fue cortado después del último partido de pretemporada y, más allá de unas estadísticas que no entraré a valorar porque tampoco merece la pena, sí que me gustaría destacar el reparto de yardas y jugadas: durante los tres partidos de esta pretemporada Tebow ha ganado 91 yardas en 16 carreras (5.7 de media) y 145 yardas en 30 intentos de pase (4.8 de media). O lo que es lo mismo, Tebow tiene casi el doble de jugadas de pase que de carrera pese a que está bastante claro qué tipo de jugadas tenían más éxito. ¿Qué se puede deducir de eso? Que Belichick usó a Tebow como si fuera cualquier otro quarterback, no le ha proporcionado el tipo de juego que necesitaba, no ha mostrado demasiado interés para que jugara a su máximo rendimiento y, si pensamos un poco mal, parece que el fichaje iba más encaminado a obtener información sobre los Jets que no a integrar realmente a Tebow en el equipo.
Así pues, aunque esta vez ni lo haya intentado, lo cierto es que Belichick ha vuelto a fracasar en el intento de reaprovechar jugadores a los que nadie quería, tal y como pasó recientemente con Haynesworth y Ochocinco, y cada día que pasa pierde un poco más de esa credibilidad que ya debería ser bastante baja pero que para algunos parece no acabarse nunca. Y viendo el panorama desde el punto de vista del jugador, casi mejor que los Patriots le hayan cortado ahora antes de que el quarterback perdiera otra temporada de su carrera olvidado en el banquillo o forzado a ser algo que no puede ser. En fin, malos tiempos para el quarterback de origen filipino, pero sinceramente yo sigo creyendo que en algún momento algún equipo querrá que Tebow sea una de las armas principales de su equipo. Nadie dice que tenga que ser como quarterback titular, pero sí que estoy convencido que algún día Tebow será un jugador importante en la NFL. Y será una gozada porque verle en acción es un verdadero espectáculo.
Aaron Hernandez
No es un tema del que me apetezca hablar porque principalmente, aparte de ser un tema desagradable, es un tema que bajo mi punto de vista no tiene nada que ver con la NFL. Partiendo de la base de que el juicio aún no se ha celebrado (y por lo tanto hay que respetar la presunción de inocencia), que un hombre que juega a fútbol americano haya podido asesinar a una persona no es algo que tenga que ver con el fútbol americano sino con el hombre en cuestión. Es por eso que culpar al deporte de los crímenes que sus jugadores puedan cometer es algo que simplemente me saca de mis casillas. El deporte americano en ciertos lugares (especialmente el football y el baloncesto) es mucho más que lanzar una pelotita, el deporte es algo que saca a muchos chavales de entornos problemáticos y canaliza (o al menos disminuye) actitudes violentas que pueden acabar convirtiéndose en eventos tan desagradables como la muerte de un hombre.
En este caso, Aaron Hernandez fue siempre un tipo de carácter conflictivo, lo era cuando llegó a la universidad de Florida, lo era durante el proceso de draft y probablemente lo sigue siendo ahora mismo. Pero ojo, que eso no le da derecho a nadie de decir eso tan lamentable de «es que yo ya sabía que iba a pasar algo así», ni a anteriores compañeros o entrenadores, ni a actuales compañeros ni por supuesto a los listillos evaluadores de draft que justo cuando se empezaron a conocer las noticias salieron diciendo que ellos nunca habrían drafteado un jugador con tantos problemas de carácter como Hernandez porque en cualquier momento podía pasar algo de este estilo que dejara al equipo en la estacada. Aprovechar el suceso para colgarse medallas me parece algo vergonzoso. Esto es algo totalmente impredecible, carácter malo o no de por medio, nadie puede llegar a imaginar que un ser humano sea capaz de hacer algo así, ya sea jugador de fútbol americano, sea panadero, sea guía turístico o esté sin trabajo, y es que aunque obviamente es un hecho que comportará consecuencias a nivel deportivo, nunca debería ser relacionado con el deporte. A partir de ahora este suceso debería ser tratada como una noticia informativa pero nunca como una noticia deportiva. Porque no lo es.
Pretemporada
Quizá no os hayáis enterado pero estas últimas semanas, antes de que empiece la temporada, los equipos de la NFL han estado disputado algunos partidos. Es posible que lo supierais pero no me extrañaría que fuera la primera noticia que tengáis de ello, puesto que son partidos que no tienen ninguna relevancia en la clasificación de la temporada regular y, por si eso fuera poco, son partidos jugados en su mayor parte por jugadores de la parte baja del depth chart. O dicho de otra manera, son partidos irrelevantes y nadie debería perder ni un minuto de su vida mirando a cuatro matados que apenas saben qué forma tiene el balón. ¿Qué? ¿Ha colado? ¿A que es una explicación muy objetiva y convincente? Pues a mí me parece una explicación bastante patética. ¿Resulta que como aficionados a la NFL llevamos seis meses sin ver un nuevo partido y ahora nos tenemos que aguantar las ganas porque representa que los partidos son poco interesantes? Pues no me da la gana, y ya está bien de tanta tontería. Son partidos de football y eso es todo lo que debería importar. ¿Que se limita a los mejores jugadores a uno o dos drives para evitar lesiones? Obviamente, sólo faltaría que los equipos se pusieran en riesgo para la temporada pero es que eso, como espectador, a mí me da completamente igual.
Para mirar un pase perfecto de Aaron Rodgers o una recepción estratosférica de Calvin Johnson me voy a YouTube y me pongo los highlights, que los tengo ahí todo el año. O mejor incluso, me pongo el vídeo de la ProBowl, que ese partido está lleno de estrellas y seguro que veré unas jugadas como para caerse de culo por parte de los mejores jugadores de la liga. Por no hablar de que usar ese argumento lo que también hace es desprestigiar a unos jugadores destacados en sus respectivas universidades que, además, van a dar el máximo de sí mismos en cada jugada porque en ello les puede ir tener un puesto en el roster final de 53 jugadores o no tenerlo. Y por otra parte, ¿que los partidos no tienen importancia a nivel de clasificación? Pues claro que no, pero es que no mirar un partido por ese motivo roza lo ridículo. Ya puestos, la temporada regular tampoco tiene demasiada importancia, así que yo recomendaría a los defensores de ese argumento que limiten su temporada a ver la SuperBowl y ya está, porque en el fondo es el único partido que importa, así se ahorrarán de ver cientos de enfrentamientos aburridos y sin demasiado sentido que en el fondo lo único que hacen es llevar a dos equipos hasta el partido en el que un equipo proclamará su superioridad frente al resto de la liga. Lo reconozco, hace años yo también era así pero el tiempo me ha hecho ver lo equivocado que estaba, ahora ha llegado un punto en el que a estas alturas de año quiero ver football y la pretemporada me proporciona football. A partir de aquí no debería haber más juicios de relevancia, importancia, calidad del juego y otras sandeces, gracias a la pretemporada los espectadores podemos ganarle un mes a la sequía que representa la offseason y me niego a ponerme quisquilloso por detalles que no tienen ningún tipo de importancia. Señores, la NFL empieza en la pretemporada.
Iba a hablar de más cosas pero la verdad es que ya me he alargado bastante, así que me las guardo para próximos artículos. Porque sí, como en anteriores temporadas, La Carnicería abrirá todos los miércoles para destripar lo más destacado de la actualidad de la NFL. Y no os preocupéis porque habrá tiempo para todos.