Como ya pudimos ver la temporada pasada, la ofensiva de los Patriots ha dado un bajón tremendo desde la no renovación de Welker y la detención de Hernández, dos piezas clave en el proyecto de Bill Belichick. El pasado año Tom Brady tuvo que lidiar con una manada de receptores novatos con los cuales no tenía química alguna; también tuvo a Amendola, que estuvo media temporada fuera y cuando volvió tampoco es que ayudara. Brady, como es obvio, al ver que los novatos dropaban sin cesar, cosa que a Dobson por ejemplo le hizo ganarse el mote de “Dropson”, comenzó a pasar gran parte de los balones a sus tres receptores de confianza: Edelman, Gronkowski y Vereen. Edelman pasó en un verano de ser la cuarta opción a ser el go to guy, Gronkowski tras volver de la lesión en el antebrazo con la temporada ya iniciada, fue una gran ayuda, hasta que le rompieron el ACL los Browns, y Vereen, aunque se pasó también unas semanas lesionado, fue uno de los mejores receptores del equipo. Con esta “banda”, porque realmente es lo que eran, llegaron a la final de la AFC con medio equipo en el hospital.
Esta temporada parecía que comenzaban a ver la luz al final del túnel, tanto Dobson como Thompkins ya llevaban un año en la liga y ya conocían a Brady, Edelman había renovado, Gronkowski se estaba recuperando bien, habían fichado a Brandon LaFell, que no es Randy Moss, pero es una ayudita, pero incomprensiblemente para todo el mundo Belichick mandó a Logan Mankins a Tampa a cambio del tight end Tim Wright. Puede resultar incomprensible mandar al mejor de la línea ofensiva a Tampa por un tipo que va a ser suplente. Mankins, probablemente, hubiese sido cortado en la offseason próxima por temas de salary cap, pero viendo la mala línea ofensiva que ya había en New England, ¿para qué debilitarla? En su lugar se ha colocado a Marcus Cannon, un serio boquete en el interior de la línea, que casa muy bien con el agujero negro que hay en el tackle izquierdo, alias Nate Solder. Los otros tres offensive linemen no están tan mal, tanto Connolly como Vollmer y Stork han realizado un gran trabajo, sobre todo se notó ante Miami que cuando Vollmer faltó fue una sangría de sacks, y Stork como center es una gran noticia con vistas al futuro de la franquicia. Pero tanto Cannon como Solder son un auténtico lastre para el equipo. Como ambos juegan en el lado izquierdo de la línea, que en teoría debería ser el lado más fuerte debido a que es el lado ciego de Brady, puesto que es diestro, no dan apenas tiempo a Brady para que lance. Esta temporada acumulan 10 sacks en contra, lo que da una media de 2,5 por partido. El bajón de esta línea ofensiva también tiene un motivo, la retirada del entrenador Dante Scarnecchia, que era un auténtico gurú de la offensive line.
Ahora pasemos a los números del equipo en ataque este 2014:
- Brady ha lanzado 137 pases, de los cuales ha completado 81, lo que da una efectividad del 59%, y Garoppolo ha completado 6 pases de 7 intentos, una efectividad del 86%. En total, la ofensiva de los de Nueva Inglaterra ha intentado 144 y ha completado 87, lo que da una efectividad del 60%.
- De los 93 pases completados en total, Edelman, Vereen y Gronkowski suman el 60% de las recepciones, siendo Edelman el más utilizado con 26 pases completos. El cuarto receptor preferido es en estos momentos Brandon LaFell, que acumula 10 recepciones en total. Del resto de targets, el que más recepciones acumula es Thompkins con 6. Vemos que los objetivos preferidos y en los que más confía Brady siguen siendo Edelman, Vereen y Gronkowski, aunque LaFell estos últimos encuentros ha acumulado bastantes recepciones en comparación con los dos primeros en los que no tocó un solo balón.
Es evidente que siempre va a lanzar más a los jugadores que sepa que van a atraparla casi seguro, pero eso va haciendo que el ataque sea cada vez más previsible. En el primer partido contra Dolphins, hubo ocho receptores distintos, en el segundo, contra Vikings, cinco, en el tercero ante Raiders, siete, y en este último ante Chiefs, cinco. No hay variedad, en esto la línea tiene parte de culpa, puesto que si la jugada que se ha cantado es pase profundo a Dobson, por ejemplo, y luego no da el tiempo suficiente a Brady para que Dobson corra, debe elegir otra opción en décimas de segundo, y claro, siempre que se lanza a una segunda opción se busca la que da más seguridad. Tal vez cambie el panorama un poco con el fin de la sanción de Brian Tyms, que dejó grandes sensaciones durante la pretemporada.
Por otro lado están las jugadas de carrera. En estos cuatro partidos han corrido 102 veces, Ridley lo ha hecho el 56% de las veces, seguido por Vereen con un 27% y Bolden con un 9%. El problema del juego terrestre es que no es dominante, y no lo es porque la línea ofensiva no ayuda. Era un gran contraste ver como la línea de Kansas City abría huecos para que pasase Jamaal Charles como «Pedro por su casa». La offensive line de los Patriots no solo no los abre, sino que abre la puerta a los rushers rivales para que plaquen por detrás de la línea de scrimmage, principalmente en el lado izquierdo. Por lo tanto, al no poder correr como desearían, gastan muchos downs en ello, lo que provoca que en muchas ocasiones se vean forzados a despejar vía punt. Esta temporada Ryan Allen ha despejado el balón en 21 ocasiones, lo que nos deja una media de 5,25 punts por encuentro, o lo que es lo mismo, cinco drives tirados a la basura por partido.
Un entrenador debe saber cual es la mejor forma de que su equipo avance, en este caso el número total de snaps contando pases intentados y carreras es de 239, lo que da un 60% de jugadas de pase y un 40% de jugadas de carrera, todo en números redondos. Por lo tanto, en este caso el encargado del playcalling ofensivo, Josh McDaniels, debe leer mejor las situaciones en cada instante, porque la imagen que ha dado el equipo en estos primeros cuatro choques no ha sido la mejor en el aspecto ofensivo, sobre todo en el último partido ante Kansas City donde los cinco primeros drives ofensivos terminaron en punt. Otro apunte en contra de McDaniels es lo que parece ser una obsesión por las screen plays, una jugada que va muy bien en situaciones puntuales para destascar, pero que si se hace un abuso, como en la primera jornada, puede costarles caro puesto que perdieron con Miami.
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Por otro lado, se puede criticar a Brady por su mala actuación, pero decir que no es ni top 5 son palabras mayores, sería interesante ver qué harían otros quarterbacks en la misma situación que él. La opinión de que Brady está acabado se ha implantado en mucha gente solo porque tanto él, pero sobre todo el resto del equipo, incluyendo la defensa, jugaron un muy mal partido contra Kansas City. La gran realidad es que Brady no está rodeado de una ofensiva con talento, falta calidad en la línea ofensiva y en el cuerpo de receptores. Tal vez el staff de New England debería de haberse fijado algo en cómo hacían las cosas en Denver, donde se han asegurado que a Manning no le toquen apenas y así tenga tiempo de lanzar a unos buenos receptores.
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