Tenemos Super Bowl, la misma que hace cuatro años. Los Patriots quieren sangre, quieren la revancha, los Giants completar otra magnífica postemporada como la de hace cuatro años.
New England 23-20 Baltimore
Dicen que las defensas ganan campeonatos. Pocos podrían adivinar que la de los Patriots sería la protagonista para ganar el campeonato de la AFC. Un partido muy igualado en Foxboro que se podría haber solucionado por cualquiera de los factores, pudieron ser los tres turnovers de los Patriots, pudo ser un ataque oxidado de los Ravens, pudo ser la buena defensa de los locales o pudo ser el field goal fallado a falta de pocos segundos para el final de los Ravens. La victoria de los Patriots pasó por tres fases: la primera, un drive donde Green-Ellis se echó el equipo a sus espaldas donde New England minó psicológicamente la defensa de Baltimore, otro drive donde Brady, el único del partido, se mostró más sólido para echarle casta y finiquitar con un touchdown de carrera y, por último, una excelente defensa patriota como nunca se la ha visto este año que actuó en los momentos clave. El pateador Billy Cundiff fallaba una field goal cercano a punto de sonar la bocina y ello enviaba a los Patriots a su quinta Super Bowl en once años; los Ravens una vez más, como estos otros años, se quedan a las puertas.
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San Francisco 17-20 NY Giants (OT)
Si la final de la AFC fue cosa de defensas, no lo fue menos la de la NFC. Un partido que también se resolvió por factores ailsados aunque, en este caso, por errores de los 49ers cuando no se tenían que producir. San Francisco machacó a Eli Manning con seis sacks, le limitó a unas estadísticas de 32 de 58 en pases, dejó recibir solo a Victor Cruz (142 yardas), pero la defensa no podía ganar sola el partido. Dos fumbles en los equipos especiales, en concreto de Kyle Williams, llevaron a seis puntos (dos field goals) de los neoryorquinos, especialmente importantes los tres últimos que fueron en la prórroga para el triunfo. Los californianos estuvieron inoperantes en ataque en los sesenta minutos, simplemente aprovecharon las dos oportunidades que se le dieron (Alex Smith, 12 de 26, 2 TD), y al final se llevó el partido el que menos errores cometió. Los Giants van a su segunda Super Bowl en cinco años, jugando contra el mismo rival que ganaron en 2008, y llegando de la misma forma que aquel año, con ese especial «mojo».
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