Los temas divinos no pasan por el mostrador de la Carnicería, se manejan en la trastienda, y todos sabemos, como en la mafia, que la trastienda tiene pocos elementos legales.
Navidad, Navidad, dulce Navidad. Tiempo de alegría y felicidad, donde todo el mundo es muy feliz, come por las orejas, gasta dinero en lotería que no le toca y recibe regalos todos sus conocidos cercanos y a veces no tan cercanos. Pero si lo pensamos bien, ¿por qué celebramos la Navidad? La respuesta teórica ya la sabemos todos, lo de la Virgen María, la paloma, el establo y esas cosas que no voy a contar con detalle porque a estas alturas como que sobran un poquito. ¿Pero y la respuesta práctica? Pues la cosa se diversifica un poco: hay quienes lo celebran por convicciones religiosas y reúnen a la familia para conmemorar la efeméride con los más cercanos, los hay que se dejan llevar por la corriente de felicidad y consumismo propia de estas fechas sin pensar mucho porque lo están haciendo y los hay que directamente no quieren celebrarlo pero tienen que hacerlo para quedar bien con sus seres queridos. Eso los que lo celebran, porque otra parte de la sociedad, más amplia de lo que se piensa, lo que hace es detestar la Navidad con todas sus fuerzas. Lo que nos lleva a deducir que la celebración de la Navidad es un reflejo de la opinión de la gente ante la religión: los hay que creen en Dios, los hay que niegan su existencia y también hay gente a quien le importa tres pepinos si hay un tipo ahí arriba manejando el cotarro. Casi lo mismo que pasa en la NFL: los hay que creen en Dios, los hay que niegan su existencia y hay algunos pocos a los que le importa un bledo el tema. Lo único que habría que hacer un ligero cambio en la frase, una pequeña variación en forma de pseudo-sinónimo; habría que sustituir la palabra Dios por el término Tim Tebow.
Tim Tebow es directamente un mundo aparte. Se le compara con Dios por sus profundas creencias religiosas, por sus momentos de rezar antes y durante los partidos popularmente conocidos como «Tebowing» (con web y todo), por su cuenta de Twitter en la que regularmente cuelga citas bíblicas, y si encima parece que obra milagros jugando de quarterback la comparativa se hace más que evidente. Y la fama no le viene de ahora, le viene desde sus tiempos en los Florida Gators, donde ya era embajador del cristianismo a la vez que el líder del equipo, donde demostró ser uno de los corredores más potentes de la NCAA desde la posición de quarterback, donde obró varios milagros en forma de remontadas imposibles y campeonatos de la NCAA poco probables y donde se le sigue idolatrando como el jugador más importante de la historia de la universidad. Había muchas dudas acerca de si podía seguir siendo el mismo Tebow corredor cuando salió al draft de la NFL. Josh McDaniels, entonces entrenador de los Broncos, pensó que sí y le drafteó en primera ronda, y desde ese momento que cada movimiento que hacía ha sido analizado al milímetro. De él se ha dicho todo lo que uno pueda imaginarse, y en muchas ocasiones son cosas totalmente opuestas, lógicamente pertenecientes a los dos bandos principales en los que se divide la sociedad de la NFL. Los de un lado piensan es la reencarnación de John Elway y los del otro dicen que es el peor quarterback de toda la liga. Unos que si los Broncos han llegado a playoffs ha sido gracias únicamente a su aparición, y los otros que ha sido gracias a cualquier factor que no sea él (defensa, kicker, entrenador, suerte,…). Y razones las hay para meterse en cualquiera de los dos bandos, razones que quedan expuestas a continuación.
Razones para creer
Tim Tebow consigue victorias. Los Broncos empezaron la temporada 1-4 bajo los mandos de Kyle Orton, éste fue reemplazado por Tebow y los Broncos ganaron 7 de los siguientes 8 partidos. Nada más cambió. El argumento de que la defensa es quien gana los partidos queda totalmente invalidado porque el personal es el mismo, no es precisamente que hayan fichado dos linebackers, un cornerback y un pass-rusher justamente en el mismo momento en el que Tebow saltó al campo. El hecho de que el kicker meta los field goals es simplemente que es su trabajo, sólo faltaría que no los metiera, y atribuir el mérito a un tío que ha hecho bien su trabajo en una, como mucho en dos jugadas es pasarse tres pueblos. Porque es realmente Tebow quien ha ganado esos partidos, y los ha ganado siendo fiel a su estilo. No sólo ha sabido mantener su mezcla de pase y carrera en la NFL sino que ha hecho que las defensas rivales tengan que jugar únicamente en función de lo que haga él. Y ni así han conseguido pararle.
Tebow ha sido protagonista de un montón de highlights durante la temporada, escapándose de la presión rival de forma increíble como si fuera Houdini, planchando a placadores rivales para conseguir las yardas necesarias para un primer down y, especialmente, llevando al equipo a la victoria en últimos drives acojonantes realizados a base de fe en sus capacidades y en cojones, para qué vamos a negarlo. Y eso teniendo como receptores a gente como Matt Willis, Daniel Fells o Demaryius Thomas, jugador que dropa el 50% de pases lanzados en su dirección. ¿Qué su mecánica de pase no es la mejor del mundo? Pues quizá no, pero es algo completamente irrelevante, si consigue ganar los partidos podría pasar hasta poniéndose la pelota en el ojete y tirándose pedos si lo cree oportuno. Y de hecho, para terminar con este debate y remitiéndonos a los fríos datos estadísticos, excepto un partido malo contra los Bills que todo el mundo puede tener de vez en cuando Tebow sólo ha lanzado 3 intercepciones en 10 partidos, así que tan mal tampoco debe lanzar. Si a eso se suman sus 660 yardas de carrera, que le sitúan segundo entre los QBs (46 yardas por detrás de Cam Newton y jugando 5 partidos menos) y por delante de gente como Ahmad Bradshaw, Peyton Hillis o Joseph Addai, tenemos que Tebow es uno de los quarterbacks más completos de toda la NFL, razón más que suficiente como para pensar no sólo que es capaz de ser el quarterback franquícia de los Broncos sino que debería serlo pese a lo que puedan opinar los que aún piensan que ser un buen quarterback es únicamente sinónimo de ser un buen pocket passer. Porque ser un buen quarterback también es, por ejemplo, conseguir que un equipo destinado a elegir de los primeros en el próximo draft se haya metido en playoffs ganando su división, algo que los Broncos sólo habían conseguido una sola vez desde la retirada de John Elway.
Alguien con mucha creatividad hizo este mash-up protagonizado por el analista Skip Bayless, analista de ESPN y ultra de Tebow
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Razones para no creer
Tebow no es que sea un mal quarterback, es que directamente no es un quarterback. Es un corredor que de vez en cuando lanza el balón. Y muy mal por cierto. Lo único que hay que reconocer de este tío es que tiene más potra que el tío al que le tocó la lotería tres veces seguidas. Porque si bien el récord de victorias es el que es, la realidad detrás de ese récord es muy triste, porque una vez se analizan los entresijos de esos partidos ganados uno se da cuenta de que los Broncos ganaron a pesar de Tebow. Contra Miami, un onside kick recuperado para empatar el partido, y en la prórroga un sack-fumble de DJ Williams y un field goal de Matt Prater tres jugadas después dieron la victoria a los Broncos. Tebow no tuvo nada que ver. Contra Kansas City, Tebow completó 2 pases en todo el partido (de 8 intentos para un espectacular 25%), si alguien le da el mérito de esa victoria es como para hacérselo mirar. Contra los Jets hizo un buen drive al final pero los ocho drives anteriores acabaron en punt, hay gente que ni los tiene ocho drives en todo un partido. Contra San Diego Nick Novak tuvo el field goal de la victoria en la prórroga pero se le fue a la derecha, el único mérito de Tebow en ese partido fue rezar para que lo fallara. Y contra Chicago se juntó la inoperancia de un ataque de los Bears sin Cutler ni Forte con un Matt Prater que la enchufó de 59 yardas para llevar el partido a la prórroga. Total, que de estos 7 partidos ganados con Tebow como quarterback, él como mucho merecía haber ganado 2 (el de Oakland y el de Minnesota), lo que hubiera llevado a los Broncos a elegir en el número 4 del próximo draft.
Y es que si bien es verdad que ha hecho algunos drives buenos al final de los partidos, su juego como norma general ha sido espantoso. De hecho durante la temporada ha sido habitual ver estadísticas irrisorias a lo largo de los partidos, incluso hubo un partido en el que no completó ningún pase hasta mediados del tercer cuarto. ¿Cómo podemos llamar a eso un quarterback? Es un corredor que lanza, y no se le deberían dar más balones que los que le daban a Tomlinson en San Diego, que de vez en cuando lanzaba un touchdown como elemento sorpresa. Sus contínuos lanzamientos al suelo o 5 metros por encima del receptor indican la poca precisión que tiene, pero es que además no tiene capacidad para leer más de una ruta por jugada, no sabe leer los paquetes de blitz y ajustar su protección y lo que es peor, cuando tiene presión es incapaz de subir en el pocket y lanzar, siempre tiene que buscar romper la jugada. Algo que consigue el 10% de las veces, en el otro 90% la jugada acaba en incompleto en el mejor de los casos, siendo sack y sack-fumble las otras opciones. Porque también alguien tendría que decirle cómo proteger un balón, que han sido 13 fumbles en 11 partidos, lo que una vez más la potra hace acto de presencia y sólo ha perdido 6.
Y entonces, si hace todo esto mal, ¿qué es lo que hace bien? Pues lo que hace bien es gestionar una option, un esquema de juego que como base de un ataque no ha funcionado nunca en la NFL, porque es lo que jugaba en Florida y es lo único que sabe hacer. Porque por otra parte ni él mismo ni nadie en Denver se ha preocupado de que evolucionara como pasador para adaptar su juego a una competición más exigente, porque como era el hombre milagro en los Gators no tenía porque dejar de serlo en Denver. Y como se ha comprobado, buenos equipos defensivos que han trabajado la option han secado a Tebow en su juego de carrera haciéndole jugar al pase si quería avanzar yardas. Equipos como por ejemplo Kansas City en este último partido, que limitó a Tebow a un fantástico 6/22 para 60 yardas y una intercepción por aire y a 16 yardas terrestres, y bajo su excelso mando los Broncos hicieron 3 puntos en el que quizá era el partido más importante de la temporada. Porque una vez se le quita su juego de carrera no tiene el nivel como pasador para ser un quarterback de NFL. Y una vez se ha acabe el efecto sorpresa se acabará Tebow, si es que no se ha acabado ya. Así que lo que deberían hacer los Broncos es dejar a Tebow como motivador espiritual en la plantilla y darle un rol deportivo secundario, como fullback o goal-line back, y buscar un quarterback medio decente si quieren convertirse en un equipo ganador de verdad.
Sea como sea, los Broncos se han metido en playoffs y se enfrentarán a los Steelers. En condiciones normales el partido lo tendría que ganar Pittsburgh de calle (y podéis mirar la encuesta de vuestra derecha, es vuestra oponión), pero jugar contra Tim Tebow no es jugar en condiciones normales. De momento esta semana ya se ha conocido que Rashard Mendenhall estará fuera para lo que queda de temporada y que Ryan Clark no podrá jugar en Denver por culpa de una cardiopatía que le impide jugar en altitudes elevadas. Tebow y los Broncos están un poco menos lejos de pasar la eliminatoria, pero aún queda un largo camino. La defensa de Steelers es muy buena contra la carrera y Polamalu disfruta mucho cuando el quarterback rival no hace muchas lecturas, pero Tebow y los Broncos ya han hecho cosas más raras durante la temporada, así que yo la verdad es que no sé ni qué pensar.
Pero, y vosotros… ¿creéis en Dios?
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