Es algo que podría haber pasado. Los Patriots hacen mucho daño semana tras semana con su pareja de tight ends Rob Gronkowski y Aaron Hernandez, de hecho lo hacen desde la temporada pasada, su año de novatos, cuando fueron elegidos en el draft de 2010. Es difícil visualizar un ataque de New England sin estas dos piezas, dos de los objetivos favoritos de los pases de Tom Brady. Y, coincidiendo con el partido por el campeonato de la AFC entre Patriots y Ravens, podemos decir que estos dos tight ends podía haber acabado en las filas de Baltimore.
Retrocedemos a las semanas previas del draft 2010. Tanto New England como Baltimore buscaban tight ends, especialmente los Ravens porque querían un reemplazo de Todd Heap. Gronkowski llegaba como uno de los mejores prospects en su posición, pero una lesión de espalda le hizo perderse toda su última temporada con Arizona además del Scouting Combine. No sabremos nunca si los Ravens le habrían elegido, porque los Patriots cambiaron a los Raiders la selección número 44 por la 42, cogieron a ‘Gronko’, y en la selección número 43 venía Baltimore que se quedó con un defensa, Sergio Kindle.
Los Ravens se llevaron dos tight ends de aquel draft, Ed Dickson (#70) y Dennis Pitta en el número 114, uno después de que los Patriots cogieran a Aaron Hernandez (#113). Hernandez-Gronko, Gronko-Hernandez, los equipos no saben como pararlos, y ahí están sus 2.200 yardas y 25 touchdowns combinados.