Última entrega de esta serie de artículos. Sí, lo prometo, la última. Pero como he ido adelantando, no por ser la última es la peor, de hecho creo que es más bien justo lo contrario, así que si seguís leyendo es posible que os encontréis con lo mejor de lo mejor que nos dió la clase de draft de 2012. Vamos allá, ¿no?
NFC Sur
Atlanta Falcons
- Ronda 2, Pick 23 (55): Peter Konz (C, Wisconsin)
- Ronda 3, Pick 21 (84): Lamar Holmes (OT, Southern Miss)
- Ronda 5, Pick 22 (157): Bradie Ewing (FB, Wisconsin)
- Ronda 5, Pick 29 (164): Jonathan Massaquoi (DE, Troy)
- Ronda 6, Pick 22 (192): Charles Mitchell (S, Mississippi State)
- Ronda 7, Pick 42 (249): Travian Robertson (DT, South Carolina)
Empezamos ahí bien, con energía, con un draft que difícilmente podría haber salido peor y que casa perfectamente con la tónica global de este año de decepciones y rendimientos bajos. Los Falcons ya sabían que iban al draft mermados por el trade por Julio Jones de la temporada anterior, algo que en condiciones normales debería haber sido motivo para prestar más atención y asegurarse no fallar. Pues bien, hicieron el desastre que véis ahí arriba. Ni uno se salva, ni uno. Ni tan siquiera Peter Konz, que es probablemente el nombre que más puede sonar. Konz llegaba al draft como uno de los mejores centers de la clase (probablemente el mejor) y los Falcons le pusieron como titular como guardia desde su temporada de rookie, aunque fuera por un simple tema de que fuera cogiendo experiencia de juego. Pero lejos de solidificar su juego, Konz nunca ha jugado realmente bien y ha ido perdiendo protagonismo progresivamente hasta el punto de ser ahora suplente, en una línea que por otra parte no es precisamente ninguna maravilla. No es precisamente lo que se esperaba de él.
Y hablando de una línea que no es precisamente ninguna maravilla ahí tenemos también a Lamar Holmes, un eterno suplente con titularidades esporádicas por lesión en las que, siendo justos, tampoco es que lo haya hecho rematadamente mal. Pero tampoco es que se gane un puesto de titular precisamente, así que en una línea que es tan sólo tirando a normalita sigue siendo suplente. Y ahí termina el draft de los Falcons. Jonathan Massaquoi, que tuvo algún momento de brillantez, fue cortado esta offseason y tardó nada y menos en ser reclamado por Tennessee (magnífica gestión) mientras que de Mitchell y Robertson nunca se supo nada. ¿Y qué me decís de Bradie Ewing? ¡Es que fallaron hasta en el fullback! ¿Pero cómo se puede tolerar eso? Emplear una ronda de draft en un fullback ya es algo que de por sí resulta algo discutible, especialmente en una liga tan echada hacia el pase, pero elegir un fullback y cortarle al cabo de dos años resulta algo sencillamente incomprensible. En resumen, ¿balance del draft 2012 para Atlanta? Dos líneas de ataque suplentes y un fullback cortado. Y ya. Eh, perfectísimo.
Carolina Panthers
- Ronda 1, Pick 9 (9): Luke Kuechly (LB, Boston College)
- Ronda 2, Pick 10 (42): Amini Silatolu (OG, Midwestern State)
- Ronda 4, Pick 8 (103): Frank Alexander (DE, Oklahoma)
- Ronda 4, Pick 9 (104): Joe Adams (WR, Arkansas)
- Ronda 5, Pick 8 (143): Josh Norman (CB, Coastal Carolina)
- Ronda 6, Pick 37 (207): Brad Nortman (P, Wisconsin)
- Ronda 7, Pick 9 (216): DJ Campbell (S, California)
A simple vista el draft de los Panthers parece un draft de Kuechly y poco más, pero personalmente creo que esa es una sensación basada en lo extraordinario jugador que es Kuechly y lo mucho que nos suena a todos más que porque en Carolina hayan desaprovechado el resto de rondas. Es más que obvio que el pick de Kuechly ha sido fantástico para los Panthers, a pesar de ser una decisión muy controvertida en su momento (porque esencialmente significó el adiós de un referente como Jon Beason), cuando uno draftea a un jugador que en tres años se ha proclamado Rookie Defensivo del Año (en 2012) y MVP Defensivo de la liga (en 2013) la decisión es indiscutiblemente excelente. Pero claro, si el resto de picks se comparan con la monstruosidad del de Kuechly, el resto de draft parece una medianía. Y no es así. De los otros seis picks hay cuatro que siguen en plantilla, y tres de ellos tienen un puesto de titular. Uno de ellos es Amini Silatolu, un guardia ofensivo bastante decente y de las pocas piezas realmente fiables que tiene la horrible línea ofensiva de Carolina (especialmente en los tackles). Pero quien se lleva la palma en este draft a nivel de talento desconocido, especialmente si se tiene en cuenta la ronda en la que fue elegido es Josh Norman. Después de un 2013 muy discreto, Norman se convirtió durante la pasada temporada en uno de los cornerbacks titulares del equipo gracias a un excepcional rendimiento (secó a varios receptores de la talla de Julio Jones o Mike Evans durante el tramo final de temporada), lo que supone que el equipo cuente con él en su futuro cercano como pieza clave de su secundaria. Teniendo en cuenta que era una quinta ronda, ¿dónde hay que firmar?
Los otros dos jugadores que siguen en el equipo son Frank Alexander, un jugador de rotación que no ha tenido demasiado protagonismo debido a sus reiteradas suspensiones en este último año, y el punter Brad Nortman, que sigue siendo el titular del equipo pero ya sabéis lo que opino de gastar picks de draft en un punter. Bueno, supongo que siendo un pick complementario de sexta ronda tampoco es tan grave, especialmente teniendo en cuenta que acertaron. De los otros dos jugadores seleccionados por los Panthers hay que destacar a Joe Adams, uno de los jugadores más eléctricos en college y más decepcionantes en la NFL, y es que Adams fue cortado antes del inicio de la temporada regular de 2012 por sus problemas con los fumbles. Recordemos que ahora mismo los retornadores de los Panthers son Ted Ginn y Brenton Bersin, para que os hagáis una idea de la calidad que mostró Adams. Claro que también os podríais hacer una idea de dicha calidad si os cuento que posteriormente fue contratado y cortado de los Edmonton Eskimos. Pero nada, que esto de Adams son minucias comparándolo con el resto del draft, Silatolu y Norman son dos grandes adiciones y luego, en otra galaxia, está el espectacular pick de Kuechly. El balance tiene que ser muy positivo.
New Orleans Saints
- Ronda 3, Pick 26 (89): Akiem Hicks (DT, Regina)
- Ronda 4, Pick 27 (122): Nick Toon (WR, Wisconsin)
- Ronda 5, Pick 27 (162): Corey White (S, Samford)
- Ronda 6, Pick 9 (179): Andrew Tiller (OG, Syracuse)
- Ronda 7, Pick 27 (234): Marcel Jones (OT, Nebraska)
Siempre es complicado afrontar un draft sin primera ni segunda ronda (debido al trade de 2011 por Mark Ingram y al «bountygate» respectivamente), lo vimos con ese equipo cuyo primer pick fue Tony Bergstrom y en el fondo también lo vemos un poco ahora. Aunque hay que decir que el draft de los Saints es mejor que el de los Raiders, no es ninguna maravilla pero New Orleans al menos, dadas las circunstancias, han podido aprovechar sus elecciones mínimamente. Akiem Hicks fue un pick extremadamente raro ese día porque era un jugador al que muy pocos tenían controlado (entre los que me incluyo), pero silenciosamente se ha convertido en uno de los titulares de la línea defensiva. Que sí, que el frente defensivo de los Saints es muchas veces espantoso, especialmente contra la carrera, pero Hicks no deja de ser uno de los que juegan de titular ahí. También Nick Toon sigue en plantilla de los jugadores de ese draft, y no sólo sigue en plantilla sino que se presume que a partir de ahora puede convertirse en un jugador realmente importante tras la marcha de Kenny Stills a los Dolphins. A partir de ahí no mucho más, Corey White tuvo momentos de protagonismo en 2014, pero fue un protagonismo más bien negativo y le acabó costando su puesto en el equipo puesto que fue cortado el mes pasado (y repescado por los Cowboys, por si teníais curiosidad). Los otros dos jugadores no han tenido ninguna relevancia en el equipo. O sea, que un jugador titular mejorable y un receptor que quizá gana protagonismo no es un panorama demasiado bueno pero, teniendo en cuenta la falta de rondas de importancia y que, además, elegían en la parte baja de cada ronda, tampoco es que podamos decir que fue un draft totalmente horrible.
Tampa Bay Buccaneers
- Ronda 1, Pick 7 (7): Mark Barron (S, Alabama)
- Ronda 1, Pick 31 (31): Doug Martin (RB, Boise State)
- Ronda 2, Pick 26 (58): Lavonte David (LB, Nebraska)
- Ronda 5, Pick 5 (140): Najee Goode (LB, West Virginia)
- Ronda 6, Pick 4 (174): Keith Tandy (CB, West Virginia)
- Ronda 7, Pick 5 (212): Michael Smith (RB, Utah State)
- Ronda 7, Pick 26 (233): Drake Dunsmore (TE, Northwestern)
Dije hace tres años que el draft de los Buccaneers era muy bueno, habían adquirido a tres jugadores de muy buen nivel en posiciones en los que andaban un poco cojos. Pues el tiempo ha decidido que de estos tres jugadores tan sólo uno se haya consolidado como lo que parecía ser, y curiosamente fue el último de los tres en ser elegido. Efectivamente, la fuerza de este draft está claramente en la elección de Lavonte David, uno de los mejores linebackers de toda la NFL y, junto con Gerald McCoy, el claro referente de la defensa de Tampa Bay. O reformulando la frase de una forma un poco más dramática pero quizá también un poco más realista, David y McCoy son los únicos jugadores realmente buenos de la defensa de Tampa Bay, porque el resto es un poco desastre. ¿Y eso? ¿No habíamos quedado en que Mark Barron tenía que ser el líder de su secundaria para muchos años? Pues sí, esa era la idea, pero Barron nunca pasó de ser un jugador decente sin más, no se erigió en la estrella que prometía ser y, cansados de esperar, los Buccaneers lo mandaron a los Rams a cambio de una cuarta y una sexta ronda. Un movimiento que por otra parte es bastante incomprensible teniendo en cuenta que Barron aunque no fuera una superestrella a decente sí que llegaba, y que ahora mismo el cuerpo de safeties de los Bucs lo componen jugadores de la talla de Bradley McDougald, Major Wright o a lo mejor de lo mejor en la posición de toda la NFL: los mismísimos Chris Conte y MD Jennings. Ah, y a Keith Tandy, el cornerback de esta clase de draft reconvertido a safety que este año ha ayudado mucho al equipo con sus 8 placajes. Por mucho que no cumpliera con las expectativas generadas, es incomprensible que Barron no esté a día de hoy en estos Buccaneers.
Y a todo esto, ¿qué hay de Doug Martin? Pues bien, Martin es un pick que aún está un poco en el aire puesto que hemos visto a un Doug Martin muy bueno en 2012 y a un Doug Martin bastante malo desde entonces. ¿Qué versión de Martin veremos a partir de ahora? Los rumores que llegan desde la franquícia dicen que este año volverá y lo va a petar muchísimo (claro, qué van a decir) y realmente hemos visto que es un jugador capaz de jugar muy bien, pero estas dos últimas temporadas de rendimiento mediocre y lesiones que limitan su juego también pesan en la memoria del personal. Si consigue recuperar su nivel de rookie está claro que Martin es un extraordinario corredor y un muy buen movimiento (especialmente teniendo en cuenta que se subió a por él) pero si ya hemos visto lo mejor de él, la verdad es que la decepción sería mayúscula. Aún así, dejando a Doug Martin como incógnita, lo que es seguro es que Tampa Bay saca de este draft a una estrella y a un jugador muy secundario. Como bagaje es normalito, teniendo en cuenta la posición alta en la que elegían la percepción de lo que se llevan baja un poquito, y teniendo en cuenta las expectativas que había puestas en este draft el bagaje ya tiene que ser considerado como pobre. Y es que, como siempre, no es sólo elegir sino saber hacer evolucionar, y ahí los 400 staffs que han pasado por Tampa Bay durante estos tres años no podemos decir que haya hecho las cosas demasiado bien. Ah, y saca una cuarta y una sexta ronda para el próximo draft, que a nadie se le olvide. Quizá esta sea la clave.
NFC Oeste
Arizona Cardinals
- Ronda 1, Pick 13 (13): Michael Floyd (WR, Notre Dame)
- Ronda 3, Pick 17 (80): Jamell Fleming (CB, Oklahoma)
- Ronda 4, Pick 17 (112): Bobby Massie (OT, Ole Miss)
- Ronda 5, Pick 16 (151): Senio Kelemete (OG, Washington)
- Ronda 6, Pick 7 (177): Justin Bethel (S, Presbyterian)
- Ronda 6, Pick 15 (185): Ryan Lindley (QB, San Diego State)
- Ronda 7, Pick 14 (221): Nate Potter (OT, Boise State)
El draft de los Cardinals es la definición por excelencia de un draft regular. No a nivel de regularidad, que hay picks mejores y peores, los hay que siguen en el equipo y los hay que no, sino a nivel de que en su globalidad es normalito, todo muy esperable y previsible, sin salirse de los parámetros ni por arriba ni por abajo. Michael Floyd, por ejemplo, ha mostrado destellos de lo bueno que puede llegar a ser pero también ha estado desaparecido durante intervalos largos de la temporada (también condicionado por la ausencia de un quarterback fiable durante buena parte de estos tres años), por lo tanto no es un jugador que podamos decir que haya salido extremadamente bien pero tampoco que haya salido extremadamente mal precisamente. Ha sido regular. Bobby Massie, pues más de lo mismo, es un jugador que muchos pensaban que podía ser un robo cuando le eligieron, se hizo con un puesto de titular pero no ha sido ni mucho menos el mejor jugador de la línea de ataque de los Cardinals. Por no decir que, de los titulares, ha sido de los peores. Total, otro pick que ha salido regular.
Y qué decir de Ryan Lindley, un quarterback que ha resultado muy bien para ser un jugador de sexta ronda, que ha asumido el puesto de quarterback y lo ha hecho lo mejor que ha podido cuando ha tenido que jugar. Ahora bien, ¿qué es lo mejor que ha podido? Pues es muy poco. Cierto es que si estaba el tercero en el depth chart era por algo, pero su rendimiento fue la principal causa por la cual los Arizona Cardinals tuvieron un mal final de temporada y fueron eliminados de los Playoffs a las primeras de cambio. Que sí, que lo que ha hecho Lindley es relativamente aceptable para una sexta ronda, pero su horroroso rendimiento le ha acabado valiendo el corte. O sea, un pick regular otra vez. Y tampoco se escapa de esta tendencia Justin Bethel, que ha sido un jugador útil pero mayormente en equipos especiales, no como cornerback, y eso que formaba parte de una de las unidades mejor entrenadas de toda la NFL. Y eso hablando de los jugadores que han dado un rendimiento palpable al equipo o que siguen en él, porque si a esto le añadimos que Fleming o Kelemete aguantaron un año en el equipo, no se puede ser muy optimista con este draft. Pero tampoco pesimista, porque en algún caso aún hay esperanzas de obtener un mejor rendimiento de algunos jugadores. Todo muy normal, vamos.
San Francisco 49ers
- Ronda 1, Pick 30 (30): AJ Jenkins (WR, Illinois)
- Ronda 2, Pick 29 (61): LaMichael James (RB, Oregon)
- Ronda 4, Pick 22 (117): Joe Looney (OG, Wake Forest)
- Ronda 5, Pick 30 (165): Darius Fleming (LB, Notre Dame)
- Ronda 6, Pick 10 (180): Trenton Robinson (S, Michigan State)
- Ronda 6, Pick 29 (199): Jason Slowey (C, Western Oregon)
- Ronda 7, Pick 30 (237): Cam Johnson (DE, Virginia)
En un mundo ideal pasaríamos olímpicamente de este draft porque no merece la pena ni hacer sangre ni recrearse mucho en este draft, pero no estamos en un mundo ideal así que vamos a comentar un poquito este desastre ¿no? Hace tres años dije que la frase «hay que dar al entrenador el beneficio de la duda porque lo hizo bien en otras temporadas» no era buen presagio porque podía significar que el draft era visto por todos como una castaña. ¿Sabéis qué? Fue una castaña. De proporciones antológicas. ¿Sabéis cuantos jugadores siguen en el equipo de todos esto? Uno. Joe Looney. Un guardia suplente que pese a la baja de Mike Iupati muy probablemente siga siendo suplente. Muy bien eh, muy bien. ¿AJ Jenkins? Una ida de pinza de Harbaugh y compañía que durante su estancia de un año en los Niners consiguió 0 recepciones, fue tradeado a cambio de Jonathan Baldwin y éste consiguió 3 recepciones en su periplo por San Francisco. Gloriososs guarismos.
Y qué decir de LaMichael James, un jugador que todos sabíamos que no tenía sitio en los Niners y que, efectivamente, nunca tuvo sitio en los Niners y acabó siendo cortado en 2014 a pesar de su innegable talento. O sea, que los Niners se cargaron a LaMichael James porque les salió de allí. Pues perfecto. Si les da lo mismo desperdiciar elecciones a mí me da igual, pero para otra vez casi que mejor que elijan a una señora que encuentren por la calle que no a un talento brutal como James, porque con su gracia nos han privado de un jugadorazo. De momento, a ver si suena la flauta y en los Dolphins consigue triunfar aunque sea sólo un poquito. ¿Y del resto de jugadores qué? ¿Os suena alguno? Cam Johnson igual podía ser interesante pero los Niners lo mandaron a los Colts por una séptima ronda del draft de 2015, o sea lo que vendría siendo el próximo pick #246, una excepcional recompensa por un jugador que parecía medianamente válido. Del resto, nada de nada de nada. Un línea ofensivo suplente y una séptima ronda. Teniendo primera y segunda. Quizá hiero alguna sensibilidad con esta afirmación pero es lo que sinceramente pienso, este draft es el peor de toda la NFL. Sí, incluso peor que el de Oakland. Así que cada vez que en San Francisco se rían de sus compañeros de la bahía, por favor, que hagan retrospectiva a este preciso momento y vean que si hubo alguien que lo hizo peor que los Raiders, esos fueron ellos.
Seattle Seahawks
- Ronda 1, Pick 15 (15): Bruce Irvin (DE, West Virginia)
- Ronda 2, Pick 15 (47): Bobby Wagner (LB, Utah State)
- Ronda 3, Pick 12 (75): Russell Wilson (QB, Wisconsin)
- Ronda 4, Pick 11 (106): Robert Turbin (RB, Utah State)
- Ronda 4, Pick 19 (114): Jaye Howard (DT, Florida)
- Ronda 5, Pick 19 (154): Korey Toomer (LB, Idaho)
- Ronda 6, Pick 2 (172): Jeremy Lane (CB, Northwestern State)
- Ronda 6, Pick 11 (181): Winston Guy (S, Kentucky)
- Ronda 7, Pick 18 (225): JR Sweezy (DE, NC State)
- Ronda 7, Pick 25 (232): Greg Scruggs (DE, Louisville)
¡Y por fin llegamos a los Seahawks! Un draft que, como siempre, no es que en su día pareciera explícitamente malo sino que parecía que era paralelo al draft real que hacían los 31 equipos restantes. Bueno, excepto el pick de Russell Wilson, que sí que parecía explícitamente malo y el tiempo ha servido para demostrar que muchos nos tendríamos que haber metido un calcetín en la boca y callarnos a la hora de decir según qué sandeces. Eso sí, si de algo me ha servido esta metedura de pata es para nunca, pero nunca, hay que subestimar la capacidad de superación y las ganas de trabajar de los jugadores. El talento y la estatura de Wilson fueron motivo de que fuera cuestionado desde el momento en el que entró a la NCAA, y no sólo se convirtió en un quarterback titular decente sino que se convirtió en un quarterback ganador. Fue cuestionado como prospecto por su talento y su estatura cuando entraba al draft, por lo menos se nos debería haber ocurrido que existía la posibilidad de que tuviera la determinación de sobreponerse otra vez a todo esto. Pues no. Nadie lo sospechó, incluído yo, se le atizó a diestro y siniestro y Wilson, tras una offseason en la que convenció a Pete Carroll, se ha convertido poco a poco en el quarterback que es hoy. Y eso no sólo me ha servido para no infravalorar según qué cualidades sino para ser consciente de que, aunque mucha gente esté de acuerdo en una evaluación, nada de lo que se dice en los días previos al draft está escrito en piedra.
Y dejando de lado el tema de Russell Wilson, la verdad es que el draft está bastante bien parece, ¿no? Pues como que es cojonudo. Bruce Irvin quizá no es el pick que mejor ejemplifica esto, puesto que es una pieza interesante de esa defensa pero quizá no es todo lo importante que debería ser por el pick en el que se le eligió (especialmente en partidos importantes como la Super Bowl que Seattle le ganó a Denver). Bobby Wagner, en cambio, sí es una pieza clave en los esquemas defensivos de los Seahawks y un pick como la copa de un pino; ahora bien, tampoco tengo claro que la afirmación que hice hace tres años diciendo que deberían haber elegido a Lavonte David en vez de a Wagner no siga siendo cierta. Aunque ni yo ni nadie se puede quejar demasiado del resultado final. Pero el rendimiento que saca Seattle a este draft no termina aquí ni mucho menos, el guardia JR Sweezy ocupa una posición de titular (aunque no sea el mejor jugador de la línea de ataque) mientras que Jeremy Lane se convirtió en el tramo final de la temporada pasada en una de las bazas principales de la defensa de los Seahawks como cornerback de slot, un rendimiento que ha hecho que la baja de Byron Maxwell durante esta offseason se les haga un poco menos dura. ¿Más jugadores? Pues por supuesto. Robert Turbin es un corredor de potencia (de mucha potencia, como demuestra su tren superior) representa un jugador interesante para reemplazar ocasionalmente a Marshawn Lynch cuando éste está cansado mientras que Greg Scruggs sigue en plantilla como un jugador de rotación en la línea defensiva. Ahora sí que ya, ¿no? Pues tampoco. Porque los Seahawks tuvieron a bien fichar a Jermaine Kearse como agente libre después del draft, redondeando así una lista de jugadores que parece extremadamente complicada de mejorar. A pesar de ir a su bola y hacer las cosas bajo su propio criterio, si este no fue el mejor draft de toda la NFL le faltó muy poquito.
St. Louis Rams
- Ronda 1, Pick 14 (14): Michael Brockers (DT, LSU)
- Ronda 2, Pick 1 (33): Brian Quick (WR, Appalachian State)
- Ronda 2, Pick 7 (39): Janoris Jenkins (CB, North Alabama)
- Ronda 2, Pick 18 (50): Isaiah Pead (RB, Cincinnati)
- Ronda 3, Pick 1 (65): Trumaine Johnson (CB, Montana)
- Ronda 4, Pick 1 (96): Chris Givens (WR, Wake Forest)
- Ronda 5, Pick 15 (150): Rokevious Watkins (OG, South Carolina)
- Ronda 6, Pick 1 (171): Greg Zuerlein (K, Missouri Western)
- Ronda 7, Pick 2 (209): Aaron Brown (LB, Hawaii)
- Ronda 7, Pick 45 (252): Daryl Richardson (RB, Abilene Christian)
- Undrafted: Johnny Hekker, Austin Davis
Y tiene narices que el de los Seahawks fuera el mejor draft porque, en condiciones normales, ese premio debería habérselo llevado St. Louis de calle. Y por una sencilla razón: porque pidieron que alguien les diera el oro y el moro por su pick #2 y los Redskins picaron. Sí que es verdad que los picks iban repartidos en tres años distintos, pero entre el trade de «RG3» y el siguiente movimiento que hicieron para bajar del #6 al #14 los Rams amasaron una primera ronda decente y tres segundas rondas. Y tenían ya de serie el pick #1 en buena parte de las rondas. Lo siento pero un equipo con ese botín debería llevarse el premio al mejor draft de calle, y no fue así ni por asomo. Michael Brockers es un pick sólido, de eso no hay duda, es un buen defensor contra la carrera y un jugador que creo que ha vivido más o menos a la altura de lo que se esperaba de él cuando se le drafteó (aunque con el fichaje de Nick Fairley no sé yo si la gerencia de los Rams opina lo mismo). También es un pick acertado el de Janoris Jenkins, una apuesta relativamente arriesgada por parte de St. Louis en su día puesto que arrastraba problemas de carácter pero que no les podría haber salido mejor visto el rendimiento que le ha dado al equipo. Pero lamentablemente las buenas noticias se terminan ahí. Brian Quick y Isaiah Pead han tenido momentos puntuales de brillantez a lo largo de estos tres años pero nunca han sido factores realmente determinantes para el ataque de los Rams, y de hecho tanto es así que en drafts posteriores St. Louis optó por draftear jugadores que ocuparan sus mismas posiciones (Tavon Austin y Stedman Bailey por un lado, Tre Mason y Zac Stacy por el otro) y que con el tiempo les han quitado bastante protagonismo, especialmente en el caso de los corredores.
El pick de Trumaine Johnson no es malo del todo, ha ocupado durante un tiempo la posición de segundo cornerback titular, pero nunca se ha consolidado del todo y en el último tramo de 2014 ha visto como EJ Gaines le ha comido la tostada; para ser prácticamente una segunda ronda uno no puede estar demasiado contento con el futuro que parece que le espera. Y no mucho mejor le van las cosas a Chris Givens, de hecho más bien parece que le van peor porque, a pesar de ser un buen jugador para ir en largo durante buena parte de estos tres años, ha ido perdiendo protagonismo con el tiempo (también quizá condicionado por la calidad y la potencia de brazo de los quarterbacks que le lanzaban). Quizá con Nick Foles, que es un quarterback de pasar bastante en largo, las perspectivas son de mejorar pero lo cierto es que hasta el día de hoy tampoco es que haya brillado demasiado. No mucho más que rascar, las incorporaciones de Greg Zuerlein y Johnny Hekker como agente libre no drafteado son buenas pero no dejan de ser anécdotas por ser kicker y punter respectivamente, y además en el caso de Zuerlein está relativamente sobrevalorada no sólo por haber sido drafteado sino porque tiene suerte de haber empezado su carrera siendo Greg «The Leg» y haber podido vivir de ello durante estos tres años, que por muy bien que caiga hay que reconocer que con el tiempo se ha vuelto un chutador bastante menos fiable. Como véis, hay mucho material y de calidad bastante buena, eso no lo voy a negar, pero ¿os quedaríais con este draft de Brockers/Jenkins y compañía o con el anterior de Wagner/Wilson y compañía? ¿Y si lo comparamos con el de Luck/Hilton y compañía? Pues a eso me refiero, que con las elecciones que tenían los Rams tendrían que haberse llevado este debate de calle y no sólo no lo han ganado por aplastamiento sino que con varios equipos ni tan siquiera lo han podido ganar.
Y con esto de dejo de retrospectivas, que ya debéis estar cansados de hablar de 2012 (y yo también un poco, para qué nos vamos a engañar), y me pongo a mirar hacia adelante. A partir de ahora, prometo que durante un tiempo sólo hablaré del draft de 2015, que ya queda poco y creo que todos ya tenemos ganas de ponernos con el tema. Yo el primero.