Llevamos ya la mitad de liga analizada y parece que la tónica general de este draft está siendo la de encontrar jugadores que aparentemente tenían mucho talento pero que a la postre han decepcionado muchísimo con su rendimiento. ¿Se mantendrá esta tónica ahora que hemos pasado a analizar la NFC? Pues exactamente eso es lo que vamos a comprobar a continuación.
NFC Este
Dallas Cowboys
- Ronda 1, Pick 6 (6): Morris Claiborne (CB, LSU)
- Ronda 3, Pick 18 (81): Tyrone Crawford (DE, Boise State)
- Ronda 4, Pick 18 (113): Kyle Wilber (LB, Wake Forest)
- Ronda 4, Pick 40 (135): Matt Johnson (S, Eastern Washington)
- Ronda 5, Pick 17 (152): Danny Coale (WR, West Virginia)
- Ronda 6, Pick 16 (186): James Hanna (TE, Oklahoma)
- Ronda 7, Pick 15 (222): Caleb McSurdy (LB, Montana)
Pues por supuesto que se mantiene. Y quizá no sólo se mantiene sino que aquí es posible que estemos delante del segundo caso más flagrante de supertalento de college que en la NFL se ha quedado en prácticamente nada (buscar Griffin III, Robert para saltar directamente al primero). Morris Claiborne era un prospecto de cornerback increíble, parecía que iba a ser un extraordinario shutdown corner para los próximos diez años y, por si esto fuera poco, venía de una universidad que había dado a Patrick Peterson justo la temporada anterior con lo que las expectativas para el futuro estaban aún más altas si cabe. Imaginad si parecía un prospecto de la hostia que Dallas dió dos su primera y su segunda ronda para elegirle. Pero nada. Y cuando digo nada, quiero decir nada de nada de nada. Quizá su primera temporada se puede calificar como prometedora aunque fuera bastante irregular, pero desde entonces su rendimiento ha ido claramente hacia abajo, pasando de ser un jugador de altos esperanzadores y bajos dcepcionantes a un jugador de perfil medio siendo generosos. Total, entre problemas de lesiones y un rendimiento descendiente, Claiborne sólo ha sido capaz de lograr tres intercepciones en toda su carrera (aunque una de ellas a Peyton Manning, eso fijo que le suma puntos), unos números simplemente inaceptables para un jugador que tenía que marcar una época en Dallas.
Pero es que más allá de Claiborne en este draft hay muy poquito que rascar. Tyrone Crawford es un pass-rusher que asomó un poco la cabeza el año pasado en la rotación de pass-rushers de los Cowboys (rotación que por cierto era bastante floja), Kyle Wilber aparece de vez en cuando para hacer algún placaje suelto y James Hanna es el tercer tight end del equipo, un papel que le reportó la escalofriante cifra de 4 recepciones durante la temporada pasada (24 en el total de su carrera). Si hace tres años pensaba que este draft se salvaba únicamente por el extraordinario movimiento para ir a buscar a Claiborne, tras ver lo que ha dado de sí en estos tres años, juzgad vosotros mismos si este draft es lamentable o si por el contrario es incluso peor. Lo único que se puede salvar de esos días fue la contratación de Ronald Leary como agente libre no drafteado, el guardia izquierdo titular del equipo y, por lo tanto, uno de los grandes artífices de ese gran juego de carrera que los Cowboys mostraron en 2014. Tiene narices que la mejor incorporación del equipo no sea durante el draft sino que sea después.
New York Giants
- Ronda 1, Pick 32 (32): David Wilson (RB, Virginia Tech)
- Ronda 2, Pick 31 (63): Rueben Randle (WR, LSU)
- Ronda 3, Pick 31 (94): Jayron Hosley (CB, Virginia Tech)
- Ronda 4, Pick 32 (127): Adrien Robinson (TE, Cincinnati)
- Ronda 4, Pick 36 (131): Brandon Mosley (OT, Auburn)
- Ronda 6, Pick 31 (201): Matt McCants (OT, UAB)
- Ronda 7, Pick 32 (239): Markus Kuhn (DT, NC State)
Si decimos que, de un draft de 7 jugadores, un total de 5 siguen en plantilla, el draft debería considerarse como exitoso ¿verdad? Pues va a ser que tampoco. En este draft de 2012 parece que ni teniendo la estadística claramente a favor los drafts de los equipos pueden ser considerados como buenos. Y es precisamente el caso de los Giants uno de los ejemplos más claros en este sentido. Sí, 5/7 es un porcentaje bastante aceptable, pero hay que tener en cuenta qué importancia tienen los 5 que siguen y qué importancia deberían tener los 2 que no. De hecho, tiene guasa la cosa pero de los 5 jugadores que siguen en el equipo probablemente el más importante para los Giants sea Markus Kuhn, o sea el jugador que seleccionaron en séptima ronda. Eso habla muy bien del propio Kuhn, que se ha hecho con uno de los puestos de defensive tackle titular y hay que alabarle por ello, pero también habla no tan bien del resto de elecciones de los Giants. Reuben Randle es un jugador en progresión ascendente que se ha erigido en un buen receptor durante su última temporada, no hay que esconder eso, pero también hay que tener en cuenta que la vuelta de Victor Cruz y el espectacular rendimiento ofrecido por Odell Beckham pueden tener al propio Randle como gran damnificado en próximas temporadas, así que hay que ser optimista respecto a ese pick pero sólo moderadamente. Lamentablemente, aquí se acaban las alegrías para los de New York.
Jayron Hosley sigue en plantilla pero solo juega de vez en cuando, su total de 8 placajes esta temporada puede dar fe de ello. Adrien Robinson también sigue siendo un Giant pero en la pretemporada pasada, cuando parecía que iba a ser el titular del equipo, vió como Larry Donnell le quitó el puesto de titular, y teniendo eso en cuenta es muy posible que su papel en el equipo se mantenga tan secundario como hasta ahora. Y de Brandon Mosley no podemos decir demasiadas cosas buenas tampoco, es un línea ofensivo suplente y, la verdad, si no ha podido hacerse un hueco en la línea de los Giants de 2014 es muy improbable que lo vaya a hacer nunca. No muy bien, ¿no? Pues eso son los que siguen en plantilla, aún quedan los que no siguen. Que, obviando a un Matt McCants prácticamente irrelevante, se reducen a David Wilson. El pick de Wilson ya fue curioso en su día porque, se dijera lo que se dijera oficialmente, dió toda la impresión de que fue un pick pataleta porque Tampa Bay eligió a Doug Martin en su boca. Después, pese a empezar siendo el corredor titular, nunca pareció disponer de la confianza de Coughlin, que le sentó más veces de las que en principio cabría esperar. Pero lo peor con Wilson aún estaba por llegar: en un partido ante los Eagles Wilson se lesionó gravemente en la zona del cuello y los médicos le aconsejaron retirarse del football, cosa que acabaría haciendo unos meses más tarde. Una verdadera lástima y un evento totalmente incontrolable que no podemos achacar absolutamente a nadie pero, como hemos dicho en otros casos, objetivamente no deja de ser un pick de primera ronda totalmente perdido. Con lo cual el balance de los Giants en este draft es de dos titulares (si es que consideramos a Randle como titular) y 3 jugadores de rotación, alguno de ellos bastante en la cuerda floja. Hemos visto drafts peores, pero bueno tampoco es que podamos considerarlo.
Philadelphia Eagles
- Ronda 1, Pick 12 (12): Fletcher Cox (DT, Mississippi State)
- Ronda 2, Pick 14 (46): Mychal Kendricks (LB, California)
- Ronda 2, Pick 27 (59): Vinny Curry (DE, Marshall)
- Ronda 3, Pick 25 (88): Nick Foles (QB, Arizona)
- Ronda 4, Pick 28 (123): Brandon Boykin (CB, Georgia)
- Ronda 5, Pick 18 (153): Dennis Kelly (OT, Purdue)
- Ronda 6, Pick 24 (194): Marvin McNutt (WR, Iowa)
- Ronda 6, Pick 30 (200): Brandon Washington (OG, Miami FL)
- Ronda 7, Pick 22 (229): Bryce Brown (RB, Kansas State)
¡Por fin un buen draft! Ya era hora la verdad, lo estaba empezando a echar de menos hasta el punto de cuestionarme si realmente un equipo podía hacer un buen draft con los jugadores que se presentaban en 2012. Pero han llegado los Eagles y han dejado claro que sí. Y tampoco nos engañemos, justo después del draft pintaba a que iba a ser un grupo de jugadores muy productivo para los Eagles, hasta el punto que hasta yo dije que el draft de los Eagles iba a ser bueno. En 2012 la gran debilidad de Philadelphia era su endeble defensa contra la carrera y, en este draft, Cox y Kendricks llegaron para intentar poner remedio a esa situación. Y obviamente que no han sido los únicos jugadores que han contribuido a solventar esa necesidad pero probablemente han sido los más importantes, y tanto es así que a día de hoy son probablemente los dos mejores jugadores defensivos que tiene el equipo. Fletcher Cox ahora mismo es uno de los 5 mejores defensive ends de 3-4 que hay en toda la liga, y digo cinco pero podrían ser tres perfectamente. No hace mucho ruido, no tiene el nombre que puedan tener otros compañeros de posición como JJ Watt o Muhammad Wilkerson, pero Cox es un excelente defensor contra la carrera que acumula un gran número de placajes para su posición y que año tras año ha ido subiendo su rendimiento hasta convertirse en el jugador excepcional que es hoy. Y por su parte, Mychal Kendricks es a día de hoy uno de los linebackers más físicos de toda la NFL y, con su buen juego, se ha convertido en una pieza básica de los esquemas defensivos de los Eagles.
Pero aún hay más. Los Eagles también se hicieron en este draft con Nick Foles, que como todos sabemos ha sido usado como quarterback titular durante buena parte de las dos últimas temporadas con un éxito sorprendente (especialmente en 2013) y que, aunque ya no está en el equipo, ha permitido la adquisición de un quarterback de nivel aparentemente superior (y de estilo de juego menos lejano al de los Eagles actuales) como Sam Bradford. También hay que destacar de este draft la adquisición de Brandon Boykin, un gran cornerback de slot al que se infravalora tremendamente por el rendimiento global de los cornerbacks exteriores de los Eagles, que sinceramente en 2014 fue tirando a nulo. Si a eso le sumamos un jugador interesante como Vinny Curry, que aunque no ha explotado como jugador (entre otras cosas porque da la sensación de que no le han sabido usar demasiado) sigue pareciendo que tiene talento como para convertirse en un buen jugador en cualquier momento, y a un Dennis Kelly que sigue en el equipo como guardia suplente, tenemos un draft muy bien aprovechado. Del resto no hay mucho que rascar, Bryce Brown y Marvin McNutt aportaron un poquito en su momento pero no lo suficiente como para mantenerse en plantilla, pero esos dos pequeños fracasos no pueden esconder que el éxito de este draft para Philadelphia es enorme. Y eso, en 2012, es todo un logro.
Washington Redskins
- Ronda 1, Pick 2 (2): Robert Griffin III (QB, Baylor)
- Ronda 3, Pick 8 (71): Josh LeRibeus (OG, SMU)
- Ronda 4, Pick 7 (102): Kirk Cousins (QB, Michigan State)
- Ronda 4, Pick 24 (119): Keenan Robinson (LB, Texas)
- Ronda 5, Pick 6 (141): Adam Gettis (OG, Iowa)
- Ronda 6, Pick 3 (173): Alfred Morris (RB, Florida Atlantic)
- Ronda 6, Pick 23 (193): Tom Compton (OT, South Dakota)
- Ronda 7, Pick 6 (213): Richard Crawford (CB, SMU)
- Ronda 7, Pick 10 (217): Jordan Bernstine (S, Iowa)
Sinceramente, no puedo decir mucho de Robert Griffin que no se haya dicho ya. Defendí en su momento que subir a buscarle fue una decisión acertada por parte de los Redskins, a pesar del elevadísimo precio que tuvieron que pagar, y pese a todo lo sigo defendiendo. El primer año de «RG3» apoya la teoría (que comparto) de que los Redskins podrían haber sido algo muy grande si las cosas hubieran sido distintas. Pero las cosas lamentablemente son lo que son y, como he dicho muchas veces, elegir a un jugador no es sólo dar una papeleta a Goodell o al encargado de turno que deje a los mandos, sino que también es hacerlo crecer y hacerle evolucionar hasta que se convierta en un jugador de la NFL. Y ahí es donde los Redskins han fracasado. Mucho. Primero en la ya archifamosa gestión de la lesión y luego en la incapacidad de recuperar a Robert Griffin III para esto de ser quarterback, eso último tanto achacable al equipo como al propio Griffin, que no parece que haya puesto mucho de su parte para volver a ser el que fue en 2012.
¿Y a qué nos ha llevado todo esto? Pues nos ha llevado al punto en el que Robert Griffin III puede que fuera en 2014 el peor quarterback titular de la NFL. Triste pero muy cierto. E independientemente de las circunstancias que rodean a este caso concreto (lo hice con David Wilson, obviamente aquí también hay que hacerlo), lo que se extrae objetivamente de esta elección es que RG3 es ya un jugador muy difícilmente recuperable para Washington. O lo que es lo mismo, un pick de primera ronda prácticamente tirado a la basura, que en este caso son tres. Viendo lo que pagaron, que vuelvo a decir que no es necesariamente un precio desorbitado e injustificable, los Redskins tendrían que haber movido cielo y tierra para que esa inversión no se hubiera desperdiciado. No fue así y por lo tanto, tres años después, el panorama no podría ser más catastrófico.
Pero no pasa nada, porque resulta que en cuarta ronda los Redskins eligieron a Kirk Cousins para cubrirse las espaldas. Y no lo ha hecho mal cada vez que ha salido al campo, pero también ha sufrido los daños colaterales de la situación con «RG3»; el hecho de que la apuesta por Cousins no haya sido demasiado creíble y que siempre haya parecido más un movimiento de especulación por parte de la franquícia que no un jugador al que los Redskins fueran a dar el mando de su ataque hace que el pick tampoco haya resultado demasiado interesante para el equipo. Y no les culpo, sin duda «RG3» tenía que ser el quarterback del equipo, pero es que la elección en sí ya no tendría que haberse producido nunca. De todas formas, dejando todo esto de lado, la verdad es que el draft de Washington no está tan mal, Alfred Morris ha sido una de las sorpresas en mayúsculas de este draft y Keenan Robinson se ha erigido en un linebacker titular bastante competente y Tom Compton se hizo con el puesto de tackle derecho titular a mediados de la temporada pasada, así que los Redskins sacan a tres titulares (aparte de lo que pueda ser «RG3»). Sumando a las contribuciones esporádicas de LeRibeus nos encontramos con un draft con mucho jugador interesante, pero la gestión en el tema del quarterback pesa más que cualquier otra cosa. Ya no sólo por el desastre que ha resultado ser sino por lo que podría haber sido, que podría haber sido muy grande.
NFC Norte
Chicago Bears
- Ronda 1, Pick 19 (19): Shea McClellin (DE, Boise State)
- Ronda 2, Pick 13 (45): Alshon Jeffery (WR, South Carolina)
- Ronda 3, Pick 16 (79): Brandon Hardin (S, Oregon State)
- Ronda 4, Pick 16 (111): Evan Rodriguez (TE, Temple)
- Ronda 6, Pick 14 (184): Isaiah Frey (CB, Nevada)
- Ronda 7, Pick 13 (220): Greg McCoy (CB, TCU)
Quisiera hacer esto desde un punto de vista totalmente objetivo pero mi mentaalidad Packer no me deja alcanzar esas intenciones de forma completa. El draft de los Bears no es que sea muy bueno, por decirlo de una manera elegante, y gran parte de la culpa de ello la tiene el pick de Shea McClellin en primera ronda. Y es precisamente ahí donde me salen los colores. Tres años después, sigo convencidísimo de que los Bears eligieron a McClellin únicamente para que no le eligieran los Packers. McClellin era un jugador que, para la gran mayoría de scouts, tenía grandes semejanzas con Clay Matthews y se rumoreaba muchísimo que los Packers iban detrás de él para ponerle en el otro lado de su defensa para sembrar el pánico en los quarterbacks rivales. Y a los Bears les dió miedo. Tanto que, sin que fuera un jugador que casara para nada con su esquema defensivo, los Bears le eligieron a la que pudieron. ¿Les ha salido bien la jugada? Obviamente los Packers no lo tienen, así que en este sentido no hay queja posible, pero a nivel de beneficio personal no estoy muy seguro de que sus 7.5 sacks durante toda su carrera (1 en 2014) justifiquen esta elección de primera ronda. De todas formas, la llegada de Vic Fangio (y su sistema 3-4) representa una nueva oportunidad para McClellin, si consigue quitarle el puesto a McPhee o a Jared Allen puede que el pick aún les salga rentable. Habrá que esperar.
Donde sí acertaron los Bears de lleno fue en la elección de Alshon Jeffery, un jugador en quien no muchos confiaban pero al que los Bears han convertido en un gran receptor (lo que decíamos antes con «RG3» de que el draft no es sólo elegir sino hacer crecer). Y no sólo eso sino que, con la marcha de Brandon Marshall, la figura de Jeffery probablemente se haga incluso más grande puesto que ahora el peso del ataque aéreo recaerá sobre él. Muy buen pick, sin lugar a dudas. Lástima que fuera el único. Del resto de jugadores elegidos no hay ninguno que siga en plantilla, lo cual dice muy poco de las habilidades de la gerencia puesto que no estamos hablando solamente de rondas tardías sino que tenemos picks relativamente importantes como una tercera y una cuarta ronda. El caso es que todos ellos han sido cortados tarde o temprano, y sólo encontramos una pequeña justificación en el caso de Brandon Hardin, un jugador que no ha tenido demasiada suerte con las lesiones (especialmente una en el cuello) y que nunca llegó a debutar con el equipo en partido de temporada regular. O sea, que bien por Jeffery pero muy mal por el resto, de lo que se demuestra que confiar en los jugadores que consideras adecuados y moverse por tus propios intereses sin mirar de reojo lo que hace el vecino es lo que mejor rendimiento da a un equipo.
Detroit Lions
- Ronda 1, Pick 23 (23): Riley Reiff (OT, Iowa)
- Ronda 2, Pick 22 (54): Ryan Broyles (WR, Oklahoma)
- Ronda 3, Pick 22 (85): Dwight Bentley (CB, Louisiana-Lafayette)
- Ronda 4, Pick 30 (125): Ronnell Lewis (DE, Oklahoma)
- Ronda 5, Pick 3 (138): Tahir Whitehead (LB, Temple)
- Ronda 5, Pick 13 (148): Chris Greenwood (CB, Albion)
- Ronda 6, Pick 26 (196): Jonte Green (CB, New Mexico State)
- Ronda 7, Pick 16 (223): Travis Lewis (LB, Oklahoma)
Aparentemente tampoco llama mucho la atención pero este draft de los Detroit Lions es mejor de lo que parece. Aunque tampoco es tan bueno, tampoco nos vayamos a emocionar. Aunque la línea ofensiva de los Lions es uno de sus puntos más débiles (especialmente este pasado 2014), no es por culpa de Riley Reiff. Reiff ocupa la posición de tackle izquierdo titular del equipo, probablemente la posición más importante de la línea de ataque, y la ocupa con éxito. Y no nos engañemos, no hay demasiadas cosas más reconfortantes en esta liga tirada al pase que saber que el lado ciego de tu quarterback está bien protegido, especialmente para un equipo tan echado hacia el pase como los Lions. Pero aunque los nombres relativamente conocidos terminan aquí (aunque tampoco es que Reiff sea un nombre extraordinariamente famoso), lo cierto es que los Lions han seguido obteniendo talento de sus picks posteriores. Puede que muchos consideren a Ryan Broyles como un pick que ha fracasado, y desde el punto de vista numérico no sólo es así sino que ha ido perdiendo protagonismo a lo largo de estos tres años, pero también hay que tener en cuenta que es un jugador que ha tenido que superar un montón de lesiones. Ahora mismo su historial está en 2 roturas de ACL (una en cada rodilla) y una rotura de tendón de Aquiles, y aún así Broyles tiene ganas de seguir luchando para jugar a su máximo nivel en la NFL, nivel que obviamente no ha alcanzado aún por culpa, entre otras cosas, de esta plaga de infortunios. Yo personalmente le sigo dando el beneficio de la duda.
También ha tenido sus picos de protagonismo Dwight Bentley, pero son picos más debidos a lo que la gente dice de él que no a su rendimiento encima del campo, porque su estatus de cornerback prometedor siempre ha estado más presente en artículos que en campos. No descarto que algún día esos presagios se hagan realidad pero de momento lo de Bentley tiene más pinta de Freddy Adu que de otra cosa. Quien sí que ha sabido aprovechar su oportunidad ha sido Tahir Whitehead, un pick de quinta ronda que aparentemente no contaba mucho en los planes de los Lions hasta que se destapó en 2014 con una temporada bastante decente, algo que hace que los Lions hayan sacado un titular de una quinta ronda con el que prácticamente nadie contaba. Y eso es un triunfo en toda regla. No mucho más allá de eso, Travis Lewis sigue en el equipo pero siendo prácticamente irrelevante y siempre quedará la espinita de no haberle sabido encontrar un sitio a Ronnell Lewis en la que pudiera demostrar todo el football que llevaba dentro, pero eso no debe esconder que dos buenos titulares (uno de ellos muy importante) y dos jugadores más con potencial para serlo (que la profundidad en la posición de cornerback no es precisamente la monda) constituyen un draft relativamente apañado.
Green Bay Packers
- Ronda 1, Pick 28 (28): Nick Perry (LB, USC)
- Ronda 2, Pick 19 (51): Jerel Worthy (DE, Michigan State)
- Ronda 2, Pick 30 (62): Casey Hayward (CB, Vanderbilt)
- Ronda 4, Pick 37 (132): Mike Daniels (DT, Iowa)
- Ronda 4, Pick 38 (133): Jerron McMillian (S, Maine)
- Ronda 5, Pick 28 (163): Terrell Manning (LB, NC State)
- Ronda 7, Pick 34 (241): Andrew Datko (OT, Florida State)
- Ronda 7, Pick 36 (243): BJ Coleman (QB, Tennessee-Chattanooga)
Ya lo he dicho antes, soy de los Packers y me cuesta bastante moderar mis opiniones al respecto, así que normalmente cualquier cosa que hagan o me parece lo mejor desde que el hombre descubrió el fuego o lo peor desde que dejaron de echar El gran Juego de la Oca por televisión. En este caso, hace tres años, estaba desorbitadamente contento con este draft puesto que parecía que se cubrían las necesidades del equipo con jugadores de calidad y que, además, se habían elegido un par de jugadores que podían funcionar muy bien como sleepers. No es que acertara mucho, la verdad. No es que ahora esté estratosféricamente cabreado con este draft, porque no puedo estarlo, pero sí que estoy ligeramente decepcionado con muchos de los nombres que aparecen en esa lista. A pesar de que McClellin ya no estaba disponible (ver Chicago Bears para encontrar la respuesta), los Packers decidieron cubrir la necesidad de un pass-rusher igualmente y eligieron a Nick Perry. Mal. Perry no sólo no se adaptaba demasiado bien al sistema 3-4 sino que además sólo parecía saber jugar en la posición en la que ya estaba Clay Matthews. Total, que entre problemas de lesiones y la poca flexibilidad que ha mostrado el staff a la hora de mover a Clay para que Perry juegue donde realmente pueda brillar, el caso es que el rendimiento pick se ha quedado bastante corto de las expectativas generadas y del atleticismo que el jugador indudablemente tiene. Pero al menos sigue habiendo esperanzas con él, especialmente si ahora Matthews juega más en el medio, algo que no podemos decir por ejemplo de Jerel Worthy. Después de dos temporadas de lesiones constantes y esfuerzos no tan constantes, los Packers mandaron a Worthy a los Patriots a cambio de nada. Nada no como sinónimo de muy poca cosa sino como sinónimo de cero. Fracasazo de los buenos.
A partir de aquí el draft mejor sustancialmente: Hayward ha demostrado ser un excelente cornerback de slot (cuando las lesiones se lo han permitido) y probablemente heredará el puesto de cornerback exterior dejado por Tramon Williams como recompensa a su buen juego hasta el momento, mientras que Mike Daniels se ha erigido en la referencia de la línea defensiva del equipo, siendo el miembro de línea que más jugadas hace por partido tanto contra la carrera o a la hora de presionar al quarterback. Pero si había algo que diferenciaba a este draft del resto según mi polarizado criterio de hace tres años era la elección de dos grandes sleepers en rondas tardías: Manning y Datko. Podéis partiros el culo si lo considerais oportuno, en serio que no me enfado. Ninguno de esos dos jugadores tuvo ningún tipo de impacto en el equipo y, de hecho, si dos jugadores han sido relativamente importantes en el equipo han sido precisamente los otros dos. Jerron McMillian ha tenido muchas oportunidades como safety durante estos tres años, pero siempre que pisado el campo ha querido competir con Chris Conte y con su compañero de equipo MD Jennings por el título de peor safety de la NFL, recordando a todos los fans de Green Bay lo necesario que era mejorar la posicion de safety. Y por otro lado, BJ Coleman estuvo compitiendo por el puesto de quarterback suplente pero no logró hacerse con el puesto y ahora está en Arizona. Concretamente en los Arizona Rattlers. Unos cuatro últimos picks que difícilmente podrían ser más antológicos. Pero bueno, si para este 2015 se ve una buena versión de Perry los Packers habrán sacado tres jugadores muy válidos de este draft, no es que un desastre precisamente pero la felicidad exagerada que mostré hace tres años la tengo enterrada bajo tierra y va a ser complicado que vuelva a salir. Ni ahora ni nunca.
Minnesota Vikings
- Ronda 1, Pick 4 (4): Matt Kalil (OT, USC)
- Ronda 1, Pick 29 (29): Harrison Smith (S, Notre Dame)
- Ronda 3, Pick 3 (66): Josh Robinson (CB, UCF)
- Ronda 4, Pick 23 (118): Jarius Wright (WR, Arkansas)
- Ronda 4, Pick 33 (128): Rhett Ellison (FB, USC)
- Ronda 4, Pick 39 (134): Greg Childs (WR, Arkansas)
- Ronda 5, Pick 4 (139): Robert Blanton (S, Notre Dame)
- Ronda 6, Pick 5 (175): Blair Walsh (K, Georgia)
- Ronda 7, Pick 3 (210): Audie Cole (LB, NC State)
- Ronda 7, Pick 12 (219): Trevor Guyton (DE, California)
Existe una disyuntiva bastante maja a la hora de analizar el draft de los Vikings. A nivel de jugadores titulares drafteados este draft es probablemente el mejor de toda la NFL pero a nivel del talento mostrado por dichos jugadores, la verdad es que la calidad del draft baja en picado. Matt Kalil tuvo dos años muy buenos como tackle izquierdo titular (que ya hemos comentado de su importancia) en los que vivió a la altura de las expectativas que podía tener como pick #4 del draft, pero en este 2014 su juego ha dado un bajón tan sorprendente como preocupante. Y la verdad, si algo no necesitan los Vikings es tener dudas respecto a la protección de pase en un momento tan importante para el desarrollo de Teddy Bridgewater, especialmente cuando un jugador de la talla de Kalil es quien maneja ese aspecto, pero como Kalil no recupere su nivel puede que no sólo su carrera se resienta sino que todo el ataque presente e incluso futuro se vea afectado. Harrison Smith, por otro lado, está fuera de toda duda. A lo largo de estos tres años, Smith no sólo se ha erigido en la pieza básica de la defensa de los Vikings sinó que probablemente también se ha convertido en el safety más completo de toda la NFL, siendo una tremenda amenaza para los ataques rivales en todas las facetas del juego. Teniendo en cuenta que los Vikings subieron para ir a buscarle, podríamos estar delante de uno de los mejores movimientos de todo el draft.
Pero señores, si estos dos jugadores han mostrado que son de los mejores en su posición (uno con más regularidad que el otro), a partir de aquí empiezan los jugadores más tirando a mediocres que son titulares por alguna razón que no puede ir mucho más allá de «es que no había nada más». Josh Robinson no ha sido nunca un cornerback demasiado fiable y ha estado lejos del potencial que se suponía que tenía pero sin embargo ha tenido siempre un papel importante en estos tres años (especialmente en el último). Tras el fichaje de Terence Newman parece que Robinson debería volver a perder protagonismo pero quizá a media temporada resurge otra vez y obsequia a los fans de Minnesota con un poco más de su juego regulero. Jarius Wright ha tenido varias oportunidades durante su estancia en los Vikings y no lo ha hecho del todo mal, pero el hecho de que Charles Johnson le haya pasado en el depth chart tampoco dice mucho en su favor; con la recuperación de Cordarrelle Patterson y la llegada de Mike Wallace, el futuro tampoco parece muy prometedor para él. Rhett Ellison ha jugado bien pero en una labor más oscura, Robert Blanton es uno de los eslabones más débiles de la defensa y Audie Cole, que hasta ahora tampoco había jugado ni tanto ni tan bien, parece que va a quedarse con la posición de middle linebacker que deja Jasper Brinkley simplemente porque no hay nadie más. Sólo Blair Walsh se salva de esta espiral pero, aunque en sexta ronda el valor es muy bueno, la importancia de un buen kicker siempre cuesta más de apreciar. En fin, que en este draft hay muchos jugadores que han resultado útiles a los Vikings, pero la gran mayoría de ellos son claramente mejorables. Aunque de todas formas a veces, especialmente en un deporte donde abundan las lesiones, la cantidad puede llegar a ser más importante que la calidad así que al fin y al cabo la nota a este draft tiene que ser más elevada que baja.
Va, que queda poquito, una semana más y habremos terminado con esto. Además, que no por ser el último es el menos interesante, que entre otros tenemos a los Niners, tenemos a los Rams y tenemos a unos Saints que empezaron a drftear en tercera ronda. Y a Russell Wilson, que es casi lo mejor de todo.