Pasar del cielo a la tierra, del éxito a la incertidumbre, no debe ser fácil. Tener que hacerlo además sin tu estrella y jugador franquicia, menos aún. Y sino que se lo pregunten a los Indiana Pacers.
El conjunto que dirige Frank Vogel afronta una temporada muy distinta a la anterior, donde el aspecto psicológico será el que más deberán dominar para no entrar en barrena y hacer de la próxima campaña un desastre. El desafío que las circunstancias y el destino ha puesto a los Pacers es de enormes dimensiones, a la par que inesperado hace apenas unos meses.
La cronología de esta decadencia es ya sabida por toda la comunidad NBA: empezaron como un tiro la temporada pasada, parecía que nada ni nadie les podía parar y tenían en mente alcanzar el primer puesto del Este para tener ventaja de campo en las Finales de Conferencia –que a la postre así fue–. En la segunda mitad del curso empezaron a desinflarse sin razón aparente y a perder la química que habían demostrado tener. Llegaron con más dificultades de las pensadas a la esperada Final del Este contra los Miami Heat, donde cayeron derrotados por 4-2 justo en la serie de partidos para la que se habían estado preparando todos los meses previos. Todo el trabajo de un año al traste en doce días.
Tras este varapalo, los chicos de Vogel afrontaban el verano con el ánimo de coger fuerzas y de volver a intentar la proeza de nuevo a partir de noviembre, pero la escalofriante lesión de Paul George el pasado mes de agosto en la preparación del Team USA para el Mundobasket de España 2014 hizo saltar todos los esquemas por los aires. Y ahora todo el mundo, hasta el propio jugador, reza para que pueda volver en las mejores condiciones posibles a la alta competición.
«No se puede sustituir a Paul George»
Así de contundente se mostró Larry Bird en una rueda de prensa días después de la lesión de George y de conocer que, con toda probabilidad, se perderá la regular season entera.
Y es que pese al duro revés que supone saber que no vas a poder contar con tu mejor jugador durante el próximo año, la mejor manera de afrontarlo –tampoco queda otra– es armando y confeccionando una plantilla que sea capaz de competir y de realizar un buen papel en la competición. Por supuesto, dentro de estos planes entra el clasificarse a los Playoffs, sí o sí.
Para conseguirlo, los de Indiana han traído esta temporada a CJ Miles y Rodney Stuckey como adquisiciones destacadas, además de las de Damjan Rudez y Shayne Whittington. Tanto Miles como Stuckey vienen para reforzar la posición de escolta y se espera que rindan a un buen nivel, sobre todo de cara a los objetivos finales del equipo en la temporada.
Hace un año: «La cohesión como valor principal»
Ambos podrían contar con bastantes minutos en la rotación, también como titulares, ante el espacio dejado por George. Aún así, estos fichajes no son los únicos a los que puede recurrir Vogel, pues en la plantilla tiene a jugadores con los que ya contaba el año pasado y que puede ir usando y ajustando para obtener un buen quinteto titular en función de las necesidades y modo de juego que desarrolle el equipo.
CJ Watson, Ian Mahinmi y Luis Scola son esos otros nombres a los que puede recurrir Vogel. La nota positiva de estos hombres es que cuentan con experiencia en la NBA y que no son novatos que tienen que adaptarse al ritmo de competición y a la dinámica del equipo. La negativa, que el año pasado jugaron pocos minutos y su función estaba más centrada en aprovechar los minutos que descansaban otros compañeros por delante de ellos en la rotación. Dentro de esto, lo bueno es que en general aprovechaban el tiempo que estaban en pista y conseguían ser recursos de utilidad para la rotación ‘Pacer’. Ahora está por ver cómo pueden rendir con más minutos y responsabilidad sobre sus hombros.
A la temporada de los Pacers hay que sumarle las ausencias de Lance Stephenson y de Evan Turner, quienes pusieron rumbo a Charlotte Hornets y Boston Celtics, respectivamente. Turner llegó a mitad del año pasado procedente de Philadelphia y en 27 encuentros sólo disputó dos como titular. 21 minutos y 7 puntos por partido son los números que dejó este jugador desde que llegase en febrero, muy lejos de los 17,4 tantos por noche que había firmado hasta entonces en ‘Philly’. Aún así, la baja que sí que van a notar va a ser la de Stephenson. Primero por los diversos problemas y polémicas en las que a veces se veía envuelto, pero también por la aportación que servía al equipo.
En el curso 2013/14, el de la Universidad de Cincinnati fue el segundo jugador que más minutos de media jugó (35,3) –sólo por detrás de Paul George–, el que más rebotes totales cogió de toda la plantilla (558) y el tercero que más puntos de media anotó (13,8 por encuentro). Sin duda, una baja de lo más sensible que, sumada a la de ‘PG’, suponen dos ausencias de renombre para los próximos meses en Indiana.
Dos ‘ogros’ conviviendo demasiado cerca
Por si fuesen pocos los problemas que Indiana tiene que solucionar dentro de su plantilla, este curso tendrán que luchar también contra dos ‘monstruos’ reforzados que conviven nada más y nada menos que dentro de su división: los Chicago Bulls y los Cleveland Cavaliers.
Dado que estos dos equipos están en la misma división que los Pacers, deberán enfrentarse a cada uno de ellos cuatro veces (dos en cada cancha), es decir, Indiana tiene que afrontar ocho encuentros de altísimo nivel dentro de la región central de la NBA que hacen de esta división una de las más ‘explosivas’ y con mayor presión de toda la competición. Y de esto ninguna culpa tienen los Detroit Pistons o los Milwaukee Bucks.
La gran diferencia de los Pacers respecto a Bulls y Cavs es que estos dos últimos van armados de ganas, con su plantel de estrellas al completo y con el cartel de favoritos a ganarlo todo. Los de Indianápolis, en cambio, quieren seguir siendo igual de competitivos que siempre, pero saben que este año toca recomponer primero las piezas de un puzle desarmado, con el desconocimiento de si encajarán todas como ellos desearían.
¿Funcionarán los Pacers sin Paul George? ¿Dominarán Bulls y Cavs la división a sus anchas, o Indiana podrá discutirles el liderazgo? De cómo responda el equipo y de cómo estén de frescos mental y psicológicamente dependerán muchas de las opciones de Indiana esta próxima temporada.