Los líderes natos lo son porque han nacido para ello. Tienen las cualidades para triunfar y con el tiempo adquieren el conocimiento para saber llevar a sus súbditos al triunfo. Normalmente, su talento no solo se hace progresivamente, sino que nacen con ello, a veces predestinados a hacerlo en un punto o ámbito concreto pero, en otras ocasiones, este destino puede cambiar para escribir la historia en otro lado.
Paul George ha guiado a los Indiana Pacers a dos finales de Conferencia. En ambas se ha quedado a las puertas de la gran Final por el anillo, perdiendo en el séptimo partido en sendas ocasiones. Una inoportuna lesión en el verano de 2014 le privó de jugar el Mundial de Baloncesto y sin jugar prácticamente toda la siguiente campaña. Dos temporadas después, y plenamente recuperado, ha vuelto a alcanzar su nivel de siempre, erigiéndose como el líder nato de su franquicia, algo que no pasa desapercibido en el resto de equipos de la liga.
El problema es que el liderazgo de Paul puede estar llegando a su fin en Indianápolis. En el verano de 2018 tendrá una opción sobre su contrato. Ya se ha pronunciado y ha anunciado que quiere ser agente libre pero, más allá de eso, ha comunicado al equipo de Indiana que quiere jugar en Los Angeles Lakers. Esto supone un movimiento de fichas muy interesante en la liga y entre ambas conferencias, ya que Paul George es uno de los jugadores con más talento y liderazgo en la liga y, si recala en lo Lakers, supondría un movimiento magistral por parte de los angelinos para poder comenzar su reconstrucción de cara a ser un equipo competitivo como el de años atrás.
League sources tell @RamonaShelburne and me: The Pacers and Lakers have engaged on Paul George trade talks in advance of Thursday’s draft.
— Marc Stein (@ESPNSteinLine) 20 de junio de 2017
Con esta situación sobre la mesa, lo que cabe analizar es si los Lakers deben esperar un año a fichar a George o si deben actuar con la mayor rapidez posible para comenzar a crecer cuanto antes y volver a unos Playoffs que no juegan desde 2013.
La piedra angular del proyecto
Los Lakers necesitan talento, liderazgo y experiencia. Y esas tres cosas las puede aportar perfectamente Paul George. La eterna idea de reconstrucción y la constante sensación de que las cosas no terminan de despegar pueden terminar con la adquisición del ala-pívot en las filas de los de oro y púrpura.
Motivos no faltan, ya que el propio jugador es nativo de Palmdale, una localidad a pocos kilómetros al norte de Los Ángeles. Con todavía muchos años por delante en la NBA y con ganas de demostrar su talento, los Lakers puede ser el destino ideal para seguir siendo el líder de una escuadra a la que puede guiar y ayudar a recuperar el estatus perdido las últimas temporadas.
El jugador actualmente tiene comprometidos $19,3 millones para el curso 17/18 y $20,5 millones para el año siguiente. Por su parte, los Lakers actualmente tienen previstos unos $83 millones para el curso 17/18 en su plantilla, pero solamente $46,5 millones para el 18/19. Evidentemente, cuando mejor le podría venir fichar a George económicamente hablando es en el verano de 2018, ya que hay mucho más espacio salarial libre, pero por otro lado existen motivos de peso para no esperar un año a ficharle.
Aunque el jugador ya haya dicho que su preferencia son los Lakers, otro equipo que se ha filtrado que podría estar interesado en hacerse con los servicios del ‘13’ de los Pacers son los Cleveland Cavaliers. De ficharle el equipo de LeBron James, los angelinos no solo habrían perdido la oportunidad de incluirle en su plantilla sino que estarían reforzando de una manera inmensa a un equipo de la otra conferencia.
Si los Lakers se lanzan ya a por él, podrían estar ya avanzando en su plan de reconstrucción. Habrían ganado un año y podrían empezar ya a saber con qué jugadores pueden contar y con cuáles no. El primer año quizás se usaría para dar un margen, ver cómo se puede integrar del mejor modo en el equipo a Paul George y decidir qué piezas colocar alrededor de él para hacer un equipo ganador. De cara al verano de 2018, con más espacio salarial disponible, se podría prescindir de los jugadores que no fueran necesarios e incluir a nuevos talentos que hicieran a los Lakers dar el salto cualitativo de verdad a partir de entonces.
Rodearle de los mejores
Con 23,7 puntos, 6,6 rebotes, 3,3 asistencias y un 46% de acierto en tiro de campo por partido en la campaña 16/17, Paul George podría ayudar mucho a su posible nuevo destino. No solo por las estadísticas que puede aportar cada noche o a lo largo de una temporada, sino por su estilo de juego y por cómo se adaptaría en un eventual fichaje por los Lakers.
Los de oro y púrpura actualmente carecen de un líder en el que asentarse y hacer crecer un proyecto sólido. Desde 2013 no alcanzan las 30 victorias en temporada regular, algo impropio de un equipo con 16 anillos en las vitrinas. Las piezas claves recientes de los Lakers han sido D’Angelo Russell y Julius Randle. El primero es valiente y descarado, y el segundo un líder construido desde la fe y la familia. Dos personalidades diferentes pero que, rodeadas de un jugador de categoría en el interior de la zona, pueden dar argumentos para ilusionar a los aficionados en cualquier equipo. Eso sí, los posibles traspasos del verano pueden hacer que este trío no se junte en la disciplina ‘Laker’.
Russell, si no ha abandonado el sur de California para entonces, jugaría como el jugador de referencia organizando el juego desde el exterior. Su rapidez podría usarse como argumento para apoyar los ataques en él y generar algunos bloqueos para que otro jugador, por ejemplo Randle o George, pudieran tener opciones en la pintura.
Julius, por su parte, tendría un socio de oro cerca del aro que permitiría mejorar los números bajo la canasta y hacerse fuertes en esa zona de la cancha. En la temporada 16/17, han sido el quinto peor equipo en lo que a rebote defensivo se refiere. En este sentido, Paul George ha capturado casi 6 por noche y Randle 6,6, lo que permitiría presumiblemente mejorar estas estadísticas.
Lo que está claro es que Paul George quiere buscar nuevos aires y buscar retos en otros equipos. Los Angeles Lakers es su primera opción y ya lo ha hecho saber. La duda queda en el cuándo y el cómo, ya que no se sabe en qué ventana de fichajes acabaría recalando en California, si finalmente se decide por este destino, ni en qué condiciones lo haría. Un líder nace para liderar a su manada y, aunque en este caso el protagonista quiere cambiar de compañeros, lo hace para superar nuevos retos con los que demostrar su calidad y su capacidad de guiar a una franquicia a lo más alto.