Qué bien y qué mal, a la vez, deben pensar en Massachusetts. Qué ilusión y qué angustia, puede que digan en sus adentros. Tan cerca de conseguirlo, pero qué caro puede ser el peaje de lograrlo, probablemente hayan analizado en las últimas semanas en la ciudad de Boston.
Porque tienen al alcance de la mano –con el permiso de varios equipos– regresar al lugar que, por historia, merecen los Celtics. Porque en el segundo año de reestructuración pueden llegar a la fase en la que todo equipo quiere estar cuando llegue abril. Pero las consecuencias no traerían una situación deseada. No la que quieren los chicos de Brad Stevens. No con la que soñaría ningún equipo de la NBA.
Los Playoffs se echan de menos desde 2013. El aroma de los partidos más frenéticos del año falta desde hace tiempo en el TD Garden. Y aunque ese ambiente está cerca de volver, alargar la temporada al menos cuatro partidos más puede jugar en la contra de los Celtics. Por muy paradójico que parezca, puede crear un aprieto indeseado en la franquicia de Boston.
Turner on the mentality of the team chasing a playoff spot: «One game at a time. We’ve got to play tough and play hard as usual.»
— Boston Celtics (@celtics) April 8, 2015
La posible clasificación a la postemporada podría frenar la progresión del equipo, pues estar entre los ocho mejores del Este puede hacer, entre otras cosas, que la franquicia no consiga una posición alta en el próximo Draft como desearían y que se cree un posible espejismo en torno al equipo. Que la directiva piense que el proyecto va en mejor ritmo de lo que quizás lleva.
Boston se tiene que andar con bastante cuidado con esto. Porque de lo que suceda los próximos días deberán no deben permitir ni que les sobrepase el éxito ni que les inunde la decepción. Queden en el puesto que queden. Los pasos del proyecto de los Celtics deben estar muy claros pese a lo que consigan este año, aunque la posible presencia en los Playoffs modifique algunas de las situaciones de equipo y no dependa de ellos que suceda.
Playoffs ‘por sorpresa’
Se esperaba que la temporada de Boston fuese como la anterior. Transitoria, con el acoplamiento del entrenador en su segundo año en la Liga como una de sus prioridades y con vistas a, cuando acabe el presente curso, pensar en el diseño del equipo para la siguiente temporada.
La marcha de Rajon Rondo a Dallas Mavericks fue probablemente el hecho definitivo, si no estaba claro ya, de que los Celtics buscan ampliar espacio salarial, hacer nuevas cosas y cimentar el proyecto de futuro sobre otros jugadores. Con las miras puestas en el futuro más inmediato.
Pero cuando muchos podían pensar que Boston ya miraba a la próxima temporada, sumado a la continua irregularidad que han trazado este año, están a punto de meterse en los Playoffs. Aunque muchos no se lo esperasen.
Eso puede significar que el proyecto, pese a que está en reconstrucción, puede estar respondiendo mejor de lo que parece en estas fases del campeonato. ¿Pero cómo de bien puede estar respondiendo realmente? ¿Quiere decir eso que la base del roster que tienen ahora los Celtics les puede servir para la siguiente temporada?
Boston, una de las franquicias más conocidas de la NBA, sino la que más, y la más laureada, debe ir acertando en cada paso que den. Porque no por hacer las cosas más rápido salen mejor ni por conseguir ciertos éxitos haya que cantar victoria antes de tiempo.
Entrar en los Playoffs significa medirse a algunos de los mejores equipos de la NBA, los cuales cuentan con otra idea y con otros objetivos. En lo que respecta al calendario, estar en la primera ronda del Este supone jugar entre cuatro y siete partidos más. Pero los objetivos de los Celtics deben ir mucho más allá de esa eventual serie de encuentros, por mucho que se clasifiquen y que hagan todos los esfuerzos por estar en ella en los partidos que quedan.
Más favorable para los agentes libres
Llegar a los Playoffs no debería ser algo malo para ningún equipo. Por supuesto, si lo consiguen, supondría cierta experiencia para los jugadores y para el entrenador, novato en esta materia, que pondrían a prueba su nivel en este tipo de eliminatorias y de partidos.
Pero si hay una razón por la cual beneficia a los Celtics estar en los Playoffs es por los agentes libres. Un jugador que acabe contrato esta temporada y que pueda buscar equipo en verano, es probable que le apetezca más ir a un equipo que ha tenido presencia en las rondas de los 16 mejores de la Liga, que en uno que no lo ha estado.
Que un equipo esté en Playoffs significa que ha sido en cierto modo competitivo durante la temporada. Boston no ha sido el mejor del Este, pero por otro lado lo ha hecho mejor que otras franquicias de su conferencia. Y que en el bagaje de los de Massachusetts esté la presencia en la postemporada 2015 puede ser un aliciente a favor para posibles agentes libres candidatos a aterrizar en Boston en verano.
De hecho, para la temporada 2015/16 los Celtics tienen comprometido algo más de $40 millones en salarios, pero para las dos siguientes tienen unos $14 y $15 millones, respectivamente. Ese espacio salarial para los cursos 2015/16 y 2016/17, sumado al posible acceso a los Playoffs de este año, son las bazas con las que puede contar a favor Boston para atraer agentes libres buenos este año.
El proyecto de Boston está en un momento importante. Más de lo que muchos se pueden imaginar. Las decisiones que se tomarán según lo que hagan los pupilos de Brad Stevens estos próximos días marcarán el futuro de Boston y de la franquicia a corto plazo.
Porque la clasificación este año a los Playoffs es deseada pero puede no tener los tintes de otras veces. Puede tener un sabor distinto. Un toque amargo. Pero las circunstancias de lo que suceda en los próximos días no debe alterar la idea que tengan en la cabeza los directivos de los Celtics sobre el futuro del proyecto. Ni por mucho que te encuentres ante un pequeño aprieto en el que no pensabas estar.