Esta vez, y para que sirva de precedente en ocasiones venideras, voy a escribir dando mi opinión y no solo relatando lo que se vio la noche del sábado.
Que no os engañe el titulo, a la Formula 1 se le llama el gran circo y nadie se queja. Pero esta edición si tuvo pequeños detalles circenses. Y sin mas dilación… ¡¡Que vayan saliendo los personajes !!
Empezaremos por los payasos: Bisping y Rivera. El payaso triste es Bisping, ese que no habla, no hace nada pero al final te moja con su flor de juguete cuando menos te lo esperas. Rivera, por el otro lado, es un payaso sin gracia, de los que usan chistes burdos para llamar tu atención pero que lo único que consiguen es dar lástima por sus descarados intentos de que los focos se fijen en él. Y asi llegaron a Sydney estos 2 señores. Uno que no callaba y el otro que miraba con cara de odio, y cuando no se le ponen freno a los insultos injustificados y las bromas barriobajeras se crean rencores.
Y que malo es el rencor, malísimo. Tanto como un rodillazo ilegal o escupir a los entrenadores de tu rival, esas fueron las flores de juguete de Bisping con las que «mojó» a Rivera y a todos los amantes de este deporte. Tanto como hacer mofa del acento inglés, sabiendo que como nadie se va a escandalizar de que insultes a los ingleses tienes la veda abierta, esos fueron las bromas burdas de Rivera que sus compañeros de campamento aplaudían y reían. Hablaré poco de la pelea porque no lo merecen. Bisping ganó por TKO en el 2º round, una serie de puñetazos que dejaron temblando el ya anteriormente castigado cráneo de Rivera. Y cuando el árbitro paró la pelea comenzó la gran actuación de los bufones, la traca final. Bisping exigiendo disculpas por los insultos, Rivera y sus entrenadores acusándolo de macarra por haberles escupido…en fin muy triste.

Tras abrir boca con el espectáculo de los payasos, damos paso al acróbata. Brian Ebersole, 30 años y natural de Indiana realiza su salto mortal sin red de seguridad ante Chris Lytle, un veterano curtido en mil batallas. Se prepara Ebersole…coge impulso…. ¡¡¡Y LO LOGRA!!! ¡¡DEJA BOQUIABIERTOS A LOS 18.000 ASISTENTES!! Nadie, incluido el que escribe, pensaba que Brian iba a sobrevivir al primer round. Pero lo hizo, y a lo grande, gano a Lytle en los 3 rounds y fue recompensado con el bonus de Fight of the Night. Dejo alguna patada-lateral-haciendo-el-pino que recordó al gran Kazushi Sakuraba. En el 2º round conectó un gran rodillazo con la cabeza de Lytle que muy pocos hubiesen aguantado, pero Lytle se repuso y terminó el combate, aunque se le vio mas lento y bastante afectado tras el golpe. En definitiva, un gran espectáculo que dejó encantados a los aficionados.

Y por último….. ¡¡LOS VENTRÍLOCUOS!! Aunque en esta ocasión me centraré en los muñecos, no en quien los maneja. Después de las decisiones que tomaron durante la noche, me entra la duda de si los jueces eran dueños de sus actos o alguien les controlaba metiéndoles la mano por un sitio indecoroso. En el combate de Ring vs Fukuda, literalmente robaron al japonés. Todos los jueces debieron ver el mismo combate, ya que puntuaron lo mismo (29-28) para el canadiense. Pero nadie, y cuando digo nadie me refiero a periodistas, luchadores y aficionados, vio esa puntuación o ese combate que parece que vieron los señores jueces. Pero esto no queda aquí, porque en el evento estelar Fitch vs Penn, el resultado fue…¡¡EMPATE MAYORITARIO!! ¿En serio? ¿Para qué está el sistema de puntuación actual? Yo os lo explico, para confundir y desesperar a todo el mundo. Esto sumado a que algunos jueces de MMA vienen del mundo del boxeo, con lo cual no saben ni que están viendo. Este, es uno de los mayores problemas de las MMA, pero lo compartimos con el fútbol, baloncesto, boxeo, patinaje artístico… El evento principal estuvo entretenidillo, tampoco una maravilla, sobre todo sabiendo que Fitch está dentro del octógono, y eso significa manta y colacao. Esperemos que en el futuro vaya con mas fijación a buscar el KO o la submision, porque el amigo Jon Fitch lleva nueve combates seguidos que terminan dejándolo el resultado en manos de los jueces.