Lo vivido el sábado es uno de los motivos por los que aficionarse a este gran deporte. Desde el primer combate preliminar ya se notaba en el Bell Centre de Montreal ese ambiente que precede a una noche histórica. Con mas de 17.000 espectadores llenando las gradas, George St Pierre y Carlos Condit dieron una pelea espectacular que marcaba el regreso de GSP al octógono 19 meses después.
El primero en salir de vestuarios fue Condit, hubo algún que otro abucheo ocasional y entró a la jaula con la misma intensidad de siempre y enseñando su protector bucal con la bandera de Albuquerque, su ciudad. Era el turno de St Pierre, con su Gi y su cinta a lo Karate Kid habitual el campeón marchaba hacia su hábitat natural para dejar claro quien manda en la división welter y unificar el campeonato.
Nada mas empezar St Pierre se hizo dueño del centro del octógono y castigar al americano a base de jab, mientras este intentaba mantener la distancias y atacar desde el exterior. Pero no fue suficiente, ya que en menos de 2 minutos GSP había conseguido su primer takedown y empezaba a demostrar su excelente “ground-and-pound”. Aun así Condit estaba muy activo en la lona, y buscó la sumisión constantemente. A pocos segundos del final del primer round, un codazo de St Pierre abrió una herida encima del ojo derecho de Condit y empezó a sangrar en abundancia, aunque era mas vistosa que grave.
En el segundo round, Condit estuvo mucho mas activo usando buenas combinaciones de golpes y haciendo olvidar su actuación ante Nick Diaz cuando se convirtió en campeón interino. El resto del round fue similar al primero, ya que el canadiense consiguió llevar la pelea al suelo de nuevo y dominó a Condit sin problema. Cuando sonó la campana que anunciaba el final del round, el público explotó en gritos y ánimos, no solo por que GSP ganaba si no también por el corazón y la raza que estaba mostrando Carlos Condit.
Al comienzo del tercero el Ball Centre se silenció unos segundos mientras GSP caía al suelo tras recibir una patada en la cabeza. Condit le siguió a la lona e intentó retenerlo en el suelo pero fue imposible. George se puso en pie mientras el hematoma, producto del golpe, crecía y los canadienses respiraban tranquilos viendo recuperado al campeón. Tras unos instantes de duda, GSP volvió a lo suyo, lanzando golpes y consiguiendo otro takedown mientras se consumían los últimos segundos del round.
El resto del combate, los llamados “championship rounds” transcurrieron en una mezcla de golpes directos y takedowns por parte de St Pierre, mientras Condit se defendía como podía sin dejar en ningún momento de buscar una sumisión o golpe que finalizara el combate a su favor. Con el público ya en pie, sonó la campana de final de la pelea y ambos luchadores se fundieron en un abrazo e intercambiaron algunas palabras de halago.
George St Pierre unificó los títulos, llevándose la victoria por decisión unánime y demostrando que sigue siendo uno de los mejores del mundo. En la entrevista que le hizo Joe Rogan salió el tema de la superpelea ante Anderson Silva (quien estaba viendo el combate en directo) a lo que St Pierre respondió: «Estaba centrado al 100% en Carlos Condit, y necesito unas vacaciones, descansar y pensar en ello. Quiero tomar la mejor decisión para mi, los fans y UFC”
Dana White, presidente de UFC, ya ha confirmado que el duelo entre Silva y GSP se va a celebrar seguramente en mayo y que dudan entre Brasil, Canada o el estadio de los Cowboys para que tenga lugar. Siendo totalmente sinceros, las posibilidades del canadiense de llevarse la victoria ante Anderson son mínimas, no por ser menos técnico si no porque la diferencia de tamaño es abismal. Por mucho que peleen en un peso a mitad de camino a lo que están acostumbrados, el brasileño tiene un físico para poder pelear en semi-pesado y se notará mucho en ese “super-combate”. Pero no adelantemos acontecimientos, llegan ahora unos meses de negociaciones y tira y afloja entre managers y Zuffa, que dará mucho juego. Lo que está claro es que George St Pierre es leyenda viva de este deporte y lo seguirá siendo toda su vida.