Es posible que no podría haber otra Super Bowl mejor que esta edición número 49 entre los dos números 1 de conferencia en temporada regular, Seattle Seahawks y New England Patriots. Y, sobre todo, el aspirante a dinastía, los Seahawks, actuales campeones, y la dinastía de hace diez años que juega por sexta vez la Super Bowl en catorce temporadas y quiere recuperar un cetro que se le resiste desde hace una década, los Patriots.
El partido ha venido marcado por hechos extradeportivos estas dos semanas, circos mediáticos que han tapado el plano deportivo del encuentro. Por un lado el famoso escándalo de los balones deshinchados en la final de la AFC. La NFL sigue investigando un caso que los medios de comunicación y los periodistas se empeñaron hacer un juicio público actuando de fiscales con especulaciones y sin hechos. Esta semana le ha tocado a Seattle, o más en concreto a su corredor estrella, Marshawn Lynch, que en su habitual actitud de no contestar a los reporteros, dio una rueda de prensa bochornosa en el Media Day el martes. El problema es que parte de la prensa le ríe la gracia, y Lynch está faltando a un deber con los medios de comunicación.

El choque en sí se plantea muy físico, ambos equipos lo son tanto en ataque como en defensa. El versátil ataque de New England tiene delante la famosa ‘Legion of Boom‘, pero con Richard Sherman tocado en el codo tras la final de la NFC. Los Packers en el campeonato de conferencia no aprovecharon la debilidad de Sherman, y puede que sea el momento de utilizar rutas por su lado con Julian Edelman o incluso largas con Brandon LaFell. Es bastante posible que los Seahawks cierren la zona central para evitar las recepciones de Rob Gronkowski gracias a sus safeties, pero si el coordinador ofensivo Josh McDaniels saca a pasear la exponencial creatividad de su playbook, Seattle puede perderse porque la ofensiva de Nueva Inglaterra puede ir por cualquier lado.
A los mandos estará Tom Brady, el único quarterback de la historia en ser titular en seis Super Bowls. Brady es posible que sea el jugador más motivado sobre el campo este domingo. Primero, porque los Patriots han perdido sus últimas dos Super Bowls de forma muy dolorosa frente a New York Giants. Segundo, porque puede convertirse a ojos de todos en el mejor de todos los tiempos con un cuarto título en su palmarés. Y tercero, porque es más que posible que Belichick haya conseguido utilizar el Deflate Gate a favor de sus jugadores, enrabietándolos más y con ganas de demostrar que se merecen ganar el anillo. Brady aún más porque las acusaciones han ido directas hacia él. Si Brady encuentra la clave para superar a la defensa de los Seahawks, será imparable.

Seattle debe partir como favorito al ser el actual campeón. Pete Carroll va a plantear un partido muy físico en todas las facetas, tal como ocurrió en la final de conferencia, donde ganará el que empuje hasta la última pulgada. Pese al mal partido de Russell Wilson frente a los Packers, Wilson se crece en las grandes ocasiones aunque sea un jugador de tercer año. El cuerpo de receptores de Seattle, bastante infravalorado por muchos, puede dar más de una sorpresa en los momentos clave como los terceros downs. Pero, obviamente, el juego ofensivo de los campeones va a pasar por Marshawn Lynch, y si Marshawn Lynch está entonado es completamente imparable. Los Packers necesitaban hasta 3 y 4 hombres para tirarle al suelo, mientras Lynch ganaba 4-5 yardas más. Los Seahawks pueden jugar solamente con el juego terrestre, pero la línea defensiva y los linebackers de los Pats son más físicos que los de Green Bay. La acumulación de hombres de New England pendientes de Lynch puede abrir bastantes espacios para Wilson.
El espectáculo está servido. Será en la joya arquitectónica del University of Phoenix Stadium, en Glendale, Arizona, a las afueras de Phoenix. Se prevé una temperatura perfecta en torno a los 20 grados centígrados. John Legend cantará el America The Beautiful, Idina Menzel, más conocida por hacer la canción de la película Frozen, entonará el himno estadounidense; y para el halftime show, Katy Perry y Lenny Kravitz pisarán las tablas.