El título es la definición perfecta a la carrera de Champ Bailey, un jugador 12 veces Pro-Bowl, campeón este año de la AFC, 2 veces elegido mejor defensive back del año y con el récord de jugador más joven en interceptar 3 veces en un solo partido. Llevaba ya 10 años en la disciplina de los Broncos de Denver forjando su leyenda a base de intercepciones y placajes.
Bailey es un cornerback mayor, ya tiene 36 años y sus últimas dos temporadas están marcadas por lesiones que no le dejaron jugar en ningún momento al 100%. Como bien sabéis, esta posición es la que precisa de los jugadores más rápidos del equipo y Bailey ya no era un cornerback top. La razón para su despido son los 10 millones de dólares que libera el club para la agencia libre, un dinero que como hemos visto en estos días, se ha invertido en jugadores como Aqib Talib, otro cornerback ocho años más joven y probablemente uno de los mejores jugadores defensivos de toda la liga, así como en T.J. Ward un safety polivalente que era pretendido por muchos en la agencia libre. Sin contar con la contratación de DeMarcus Ware de esta semana, un jugador increíble para el front seven.
Champ Bailey había manifestado en muchas entrevistas que su prioridad era quedarse hasta retirarse en los Broncos. Ahora tras cortarle, Champ no quiere dejar de jugar al football y está dispuesto a reinventarse como jugador retrasando su posición en el campo a safety, aunque no sabemos si algún equipo estará interesado en contratarle. Es probable que si se cierra la agencia libre el bueno de Champ Bailey decida retirarse, aunque en una entrevista a Fox News dijo que aun le quedaban un par de años de buen football.
Está claro que es una gran maniobra deportiva para el club, eso nadie lo duda, pero si le preguntas a un aficionado de los Broncos te dirá que podía estar mayor, que ya no era tan rápido como antes, que las lesiones le afectaron, etcétera. Pero con la marcha de Bailey queda un vacio de capitanía y de veteranía en la secundaria de los Broncos, y va mas allá que eso, es la marcha de un ídolo para la afición de la franquicia de Colorado, uno de esos jugadores que piensas que se retiraran en tu equipo.
Aún así y como bien dice el refranero español: “a rey muerto rey puesto”, los aficionados de los Broncos esperan que Talib, Ward, con Harris y si se vuelve a firmar a Rodgers-Cromartie tengan una de las mejores secundarias de la liga, así los Broncos volverían a aspirar al título en el que probablemente sea el último año de Payton Manning.
Lo romántico del deporte europeo a veces sucumbe en el deporte de Estados Unidos, un deporte que valora a sus jugadores por su rendimiento actual y el dinero que les cuesta a cada franquicia. Sin duda es una decisión rentable y lógica, deportivamente hablando, pero como hemos hablado en el artículo, es una decisión dura para los seguidores de los Broncos, como dijo Elway, la más difícil que había tomado desde su llegada a los Broncos. La marcha de Champ Bailey dejará un vacío en Englewood, probablemente no en su posición, pero si en los aficionados.