«Do your job». Las tres palabras que resumen la filosofía de Bill Belichick y por la cual consigue que jugadores descarriados o aparentemente de un nivel bajo rindan a un nivel alto. Y eso es lo que ha hecho que los New England Patriots sean una constante ganadora desde que Belichick cogiese las riendas del equipo allá por el año 2000. Uno de esos ejemplos es Julian Edelman.
Julian Edelman, el menudo receptor de los Patriots, esto es lo que la mayoría de los aficionados a la NFL sabe. Pocos son los conocedores de la historia de este joven receptor de 1,78 metros de altura. Edelman en sus inicios era el quarterback de su instituto, el Woodside High School de Woodside, California, equipo que lideró en su año senior para conseguir acabar imbatidos con 13-0. Tras esto pasó un año en la Universidad de San Mateo, pero pidió el traslado a Kent State, donde durante tres años fue el quarterback titular. No fue invitado a la Combine de 2009, pero en el Pro Day corrió las 20 yardas en 3,91 segundos; el más rápido en la Combine fueron 3,96.
Antes del Draft de 2009, realizó unos workouts privados con los Patriots, que le eligieron con el pick número 27 de la séptima ronda en vez de a Brian Hoyer, que luego se unió al equipo como agente libre sin draftear. La prensa especulaba con que había sido elegido para jugar en formación wildcat, pero la prensa ni se acercaba a los planes que el genio Belichick tenía en mente para el joven Julian. Sus primeros puntos con los Pats llegaron tras anotar un retorno de punt, una de sus actuales especialidades. Toda una sorpresa viniendo de un “quarterback”. Su primer partido de temporada regular llegó en la segunda jornada, debido a la lesión de Welker, lideró a los receptores con ocho recepciones para 98 yardas en la derrota por 9-16. Se rompió el brazo y no pudo volver hasta la semana diez ante los Colts donde anotó su primer touchdown como profesional. Welker se lesionó en la última jornada de temporada regular contra los Texans y Edelman ocupó su rol con solvencia, además de anotar dos touchdowns en la derrota en Wild Card la semana siguiente.
La siguiente temporada, tras las incorporaciones vía draft de Gronkowski y Hernández, disminuyó el número de snaps jugados puesto que los Patriots comenzaron a usar la double tight end formation. Eso sí, en el último partido de temporada regular ante los Dolphins realizó un retorno de punt para touchdown de 94 yardas, el más largo en la historia de la franquicia y el primero desde que Troy Brown en 2001 retornase ante Carolina. En 2011 su rol principal fue el de retornador de punts y kickoffs, pero en la jornada diez, debido a las lesiones que sufrió la secundaria patriota, Belichick le colocó de cornerback ante los Jets, obteniendo su primer placaje sobre LaDanian Tomlinson, que se lesionó el MCL. La siguiente jornada jugó en la secundaria en las situaciones de nickel y dime. En la final de la AFC contra Baltimore Ravens jugó 27 de 67 snaps ofensivos como receptor y 27 de 73 snaps defensivos como cornerback, a menudo cubriendo a Anquan Boldin, además forzó un fumble en el drive final de los Ravens. Y en la Super Bowl XLVI se encargó de cubrir a Víctor Cruz. En la temporada 2012 volvió a su habitual rol de retornador y cuarto receptor, vio incrementada su aportación ofensiva con respecto a sus dos años anteriores.
En 2013 renovó por un año con el equipo y se convirtió de repente en el receptor principal tras la marcha de Wes Welker a Denver, el encarcelamiento de Hernández y la lesión de Gronkowski. Fue su primera temporada con más de cien recepciones, 105 para ser exactos, ocupando en puesto que Welker dejó con una solvencia extraordinaria, lo que hizo que Tom Brady le apodase “Minitron”, lo que vendría a ser el pequeño Calvin Johnson. Este 2014 renovó por cuatro temporadas y no fue diferente al pasado año, se quedó a ocho recepciones de las cien, 92, fue el líder del cuerpo de receptores e incluso lanzó su primer pase de touchdown en la NFL en el partido de ronda divisional ante Baltimore. Además fue decisivo en la consecución de la Super Bowl XLIX jugando el último cuarto medio conmocionado y siendo considerado por muchos como el verdadero MVP.
Y todo gracias al trabajo constante, no todo el mundo es capaz de jugar en más de una posición, Edelman en cambio a lo largo de su carrera ha jugado en cuatro y haciéndolo bien. La muestra de toda esta filosofía que él encarna mejor que nadie es la frase que le dijo a Belichick en el escenario de entrega del Lombardi Trophy en la Super Bowl: “Haría lo que fuese por ti entrenador”. Además es un jugador que ha encajado a la perfección en Boston y no es nada extraño verle en partidos de los Bruins o los Red Sox. Toda esa comunión de trabajo duro y amor por una ciudad que se lo ha dado todo nos permitió ver a un Edelman desatado durante la celebración del cuarto anillo de los de Foxboro.