Vamos a empezar por lo básico para que nadie luego vocifere «es que este tío es de los Patriots»; pues sí, soy de los Patriots, en general soy un bostoniano ultra por diversas razones desde hace muchos años pero no vengo a contaros aquí el cuento de mi tío Avelino que se cruzó el Atlántico a nado, no. Vengo a contar la historia de un jugador de draft, de un hombre que hubiera sido el campeón de pesca de Estados Unidos (no llegaré nunca a entender como este deporte se trata en webs como Espn.com y Sports Illustrated, aunque no descartéis que venga alguien por Sports made in USA algún dia e inauguremos la sección), el rey del poker y, si fuera deporte oficial, tendría la corona del mundial de mus y dominó (en la competición combinada) por su astucia, inteligencia y paciencia. Pero decidió dedicarse al mundo del football, y no le va mal, tres anillos de Super Bowl como head coach. Se llama Bill Belichick.
Cada año Belichick recibe una buena ristra de críticas por sus elecciones en el draft. Le es familiar, cuando era coordinador defensivo en los Giants, el entonces head coach, un tal Bill «El Bocas» Parcells, eligió a Carl Banks en el número 3 del draft de 1984; New York ya tenía por entonces a Lawrence Taylor y Brad Van Pelt. Banks fue una pieza clave de aquella defensa que ganó un par de Super Bowls y como bien dice BB: «en los Giants aprendí que ninguna posición está lo suficientemente bien cubierta nunca». Su política es clara: coger al mejor jugador disponible bajo su criterio. Lo demostró el año pasado cogiendo a Devin McCourty en primera ronda cuando ya tenía a Bodden y Butler, y lo ha demostrado este año con Solder cuando ya tiene a Light y Vollmer. Él cree en Solder («ir con lo que crees y no dejar la decisión en algo arbitrario» dice), pues para mí va a misa. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo.
Ahí ha ido la previa, y es que el motivo de esta columna me saltó no con lo de Solder (el pick me dejó algo indiferente pues no sigo mucho a la Universidad de Colorado) sino con el negocio de rondas que hizo con los Saints. Los Patriots tenían dos primeras rondas este año (6 picks entre los 92 primeros, entre ellos 17,28 y 33); una vez cogido Solder, Belichick no veía nada en su horizonte para su otra primera ronda, sabía que había lobos en busca de carnaza, oyó la saliba gotear de los Saints por Mark Ingram, esperó, el pez se acercaba y mordió en anzuelo. Mucha gente en el Radio City Music Hall y en sus casas esperaba «esa maniobra mágica de Belichick», como seguidor Pat lo notaba en el ambiente, y llegó, Belichick se asegura otra primera ronda para 2012 (vuelve a tener dos) y no os extrañe que el año que viene vuelva a hacer un trade si no la necesita por lo que estamos ante el cuento de nunca acabar de Bill Belichick y sus primeras rondas del draft.
Puestos a analizar este draft, por supuesto, los Patriots necesitan algo de ayuda para Vince Wilfork, necesitan hacer más sacks y presionar más al quarterback porque son una de las peores defensas contra el pase, necesita básicamente ayuda en el front seven, hasta sus propios jugadores lo saben, y muchos dicen que Belichick lo único que quiere es llevar la contraria. En resumen, lo que decía mi compañero Axel Andrés en sus análisis del draft, ¡pero a mi me la sopla Axel! (ey, de «buenrollismo»), si BB ha elegido a Nate Solder por algo será. Nota: A+. Pasa de Watkins, Amukamara, Ingram, subir puestos por Quinn o Kerrigan, él quiere a Solder y, esperad, ahora vienen las pruebas de las altas probabilidades que tiene Solder de ser un buen jugador para New England.

Estamos hablando de un hombre con criterio en las selecciones, frío como el acero, no deja ningún detalle en pelotas, todo cubierto, sabe que jugadores hay, sigue su propio criterio, no se mueve de ello, y con la suficiente templanza y paciencia (lo que hay que tener en un draft) para saber jugar sus cartas en el momento adecuado y llevarse toda la mano. Como me gustan mucho las infografías, dejo esta de sus elecciones desde el draft de 2000 a 2010, repasando el éxito del año pasado con jugadores como McCourty, Gronkowski, Cunningham, Spikes y Hernandez. Bueno, ahí entra su particular tejemaneje que siempre tuvo con Urban Meyer y los Gators, solo le faltó el año pasado traerse a Dunlap.
Bill Belichick, jugador de draft, lo ha mamado, curiosamente, desde que llegó a los Patriots a cambio de una primera ronda del draft 2000 con los Jets en compensación al contratarle cuando estaba bajo contrato con New York, lo ha sufrido cuando le quitaron la primera ronda en 2008 tras el escándalo del ‘Spygate’ y se ha cubierto de gloria con grandes elecciones, estas son sus diez mejores. Obviamente, Tom Brady es la primera, quien le ha dado sus tres anillos, y por mucho que le declare mesianismo a BB dudo bastante que en su inmensa sabiduría el dios Belichick supiera lo que había elegido.