Los yanquis y extranjeros aficionados a sus deportes estamos acostumbrados a la larga duración de cada uno de sus partidos, independientemente de la modalidad. Todo el show que rodea al partido hace que éste se alargue mucho. Pero hay veces que la suerte, el destino y el propio deporte hacen que un encuentro rompa todos los récords de duración, pareciendo imposibles de acabar. Para los curiosos y para todos en general, aquí va una descripción de los partidos más largos de la historia de los cuatro grandes deportes americanos:
FOOTBALL
El 25 de Diciembre de 1971 jugaban en Kansas City los Chiefs y los Miami Dolphins la primera ronda del playoff divisional de la AFC. Un field goal a favor de los locales a falta de 35 segundos podría haber finiquitado el partido, pero al final del tiempo reglamentario el partido acabó con empate a 24. Tras una primera prórroga sin anotar, fue el kicker de los Dolphins Garo Yepremian quien pateó a palos a 7:20 de acabar el segundo tiempo extra para ganar el partido 24-27. La duración total de tiempo reglamentario fue de 82 minutos y 40 segundos, el partido más largo de la historia del football hasta el momento.
BALONCESTO
Indianapolis Olympians 75-73 Rochester Royals, Enero de 1951. Este resultado le supondría a la gente un mero dato histórico de un partido de hace más de 60 años. Por increíble que parezca, se trata del encuentro de mayor duración de la historia de la NBA. Hicieron falta seis prórrogas para determinar un ganador, aunque ningún equipo superase ni si quiera los 80 puntos. Esto se debe a que en aquella época todavía no había reloj de posesión, con lo que los ataques se hacían más largos y había menos tiros. De hecho, entre los dos equipos sólo sumaron 23 tiros conjuntamente en todo el tiempo extra. La duración total del partido fue de 78 minutos, el equivalente a dos partidos reglamentarios.
BÉISBOL
Para ver el partido más largo de la historia del “pasatiempo americano” nos tenemos que ir a las ligas menores. En Abril de 1981 se enfrentaban los Pawtucket Red Sox y los Rochester Red Wings en el campo de los primeros. El partido dio comienzo a una hora típica para los deportes americanos, las siete de la tarde. Que un encuentro de béisbol vaya a entradas extra puede entrar dentro de lo normal en algunas ocasiones, pero no lo es tanto si a las 4.07 am todavía seguían jugando tras 32 entradas en sus espaldas. Dado el enorme cansancio de los jugadores y la hora que era, aplazaron el partido que se reanudó dos meses más tarde. Paradójicamente, en la reanudación sólo hizo falta jugar una entrada más para que Marty Barrett anotara la carrera ganadora para los Red Sox. El registro recoge que el partido duró 33 entradas jugadas en 8 horas y 23 minutos, el encuentro más largo de la historia del béisbol hasta el momento.
HOCKEY
Los Montreal Maroons y los Detroit Red Wings se citaban en el primer partido de las semifinales de los playoffs de 1936. El partido estuvo lleno de oportunidades y ocasiones pero nadie fue capaz de anotar un gol, con lo que había que jugar minutos extra. Ambos equipos siguieron jugando pero les faltó lo mismo que no habían hecho en el tiempo reglamentario: el gol. El partido entró en la sexta prórroga sin ningún tanto todavía en el marcador hasta que el jugador de Detroit Mud Bruneteau batió al portero de Montreal 177 minutos después de haber echado la pastilla al hielo. Esto supone el equivalente a tres partidos completos de hockey sobre dicha superficie, el partido más largo de la historia de la NHL hasta nuestros días.