Otra semana más y otro artículo nuevo sobre los estadios de la NFL. Esta semana terminamos con la AFC, solo nos falta la división Oeste, la de los Denver Broncos, San Diego Chargers, Kansas City Chiefs y Oakland Raiders.
En esta división hay estadios con muy diferentes características, desde el Sports Authority Field at Mile High de Colorado, Qualcomm Stadium de California, el Arrowhead Stadium de Missouri y por último el O.co Coliseum de California.
SPORTS AUTHORITY FIELD AT MILE HIGH
Desde la creación de la franquicia en 1960 lo Denver Broncos jugaron en el mítico estadio de Mile High. Este estadio fundado en 1948 fue sede de multitud de deportes hasta su demolición en 2001. La historia de los Broncos en este estadio es bastante buena, por ello que su nombre a quedado reflejado también en el nuevo. Dos Superbowls en 1997 y 1998, diferentes campeonatos de conferencia, un estadio que marca la historia de los Broncos y de su quarterback Jonh Elway. El antiguo estadio de Mile High se quedó pequeño y la franquicia decidió que ya se habían hecho demasiadas reformas y era hora de construir un estadio totalmente nuevo.
El Sports Authority Field at Mile High tiene curiosidades y características que lo hacen bastante especial. Lo primero en su patrocinador, los fans de los Broncos nunca utilizan su nombre entero, apelan al nombre del antiguo estadio. No están de acuerdo con el patrocinador del estadio ya que cambio de marca, de Invesco a Sports Authority, todos lo denominan el Mile High, es una cuestión sentimental.
La otra característica significativa que también apela al nombre del estadio es la altura donde se enmarca, a más de una milla respecto al nivel del mar, el estadio más alto en la NFL, por lo que a muchos quarterbacks les cuesta adaptarse al entorno tan alto y al frío.
El estadio es el sexto con mayor capacidad de la NFL y su terreno de juego es de césped natural, su alta ocupación durante todos sus partidos le hacen ser uno de los campos más ruidosos. Muy difícil jugar en Denver.
QUALCOMM STADIUM
Los Angeles Chargers, sí, otra franquicia que estuvo afincada en Los Ángeles antes de su ciudad actual, se fundó en 1960, como todas en esta división. Su primer estadio sería el Los Ángeles Memorial aunque solo estarían en la ciudad un año.
Si hay un estadio mítico para los aficionados de San Diego es el Balboa Stadium, allí permanecieron desde el 1961 al 1966, en esta época los Chargers obtuvieron sus mayores éxitos en la competición ganando incluso un título en 1963. El estadio no cumplía las expectativas de tamaño y aforo y se mudaron al actual Qualcomm Stadium, en ese momento San Diego Stadium.
Es un estadio con mucha historia, pero no para los Chargers, allí se disputaron tres Superbowls la XXII, XXXII y XXXVII y también ha albergado dos series mundiales de la MLB. Esta situado en el barrio de Mision Valley y dispone de más de 70.500 espectadores. El terreno de juego es de césped natural y es uno de los estadios más antiguos de la NFL ya que está construido en 1967.
Una de las características principales del estadio es la estatua a Jack Murphy y su perro, columnista del San Diego Union desde el año 1951 al 1980, de ahí la muestra de respeto, incluso en 1983 el estadio recibió el nombre de Jack.
El estadio ha sufrido multitud de remodelaciones para hacerlo competitivo, una de ellas fue la venta de su nombre a la empresa Qualcomm por 18 millones de dólares hasta 2017. Es uno de los pocos estadios en activo con la denominación en su forma de “cokkie-cutter”.
ARROWHEAD STADIUM
El nombre de fundación de los Chiefs fue los Dallas Texans. Desde 1960 a 1962 jugaron en el mítico Cotton Bowl, un estadio que albergó la Cotton Bowl de 1937 hasta el 2009, un campo abierto en 1930 con capacidad de casi 70.000 en esa época. La franquicia de Lamar Hunt se trasladó a Missouri en 1963 y asumió su actual nombre uniéndose a la NFL en 1970. La historia de los Chiefs es exitosa en la AFL pero no tanto en la NFL, es verdad que tienen un título en la IV Superbowl frente a los Minnesota Vikings cuando competían los equipos de la AFL y NFL en 1969, todo ello en el Municipal Stadium de Kansas City donde permanecieron hasta el 1971.
Arrowhead es el quinto estadio de la NFL con mayor aforo, más de 76.400 gargantas gritan al unísono, y nunca mejor dicho, ya que en Octubre del 2013 en un partido frente a los Oakland Raiders rompieron el récord Guiness en decibelios en un recinto deportivo, 137.5 en ese día, marca que fue superada dos meses después en el campo de los Seahawks. Muchos equipos se quejan de una regla denominada “crowd noise” en estos estadios que fueron diseñados con este propósito para favorecer a los equipos locales metiendo presión a los rivales, e incluso sin poder oírse entre ellos.
Es un estadio que no dispone de mucha historia deportiva, si bien es cierto que este año los Chiefs han logrado una de sus mejores temporadas desde que están en la NFL, su palmarés aún este vacío. Su superficie cambió de astro turf a césped natural en 1993.
OAKLAND COLISEUM
El Coliseo de los Raiders es un estadio que a simple vista sabemos cuál es, en todas las retrasmisiones de los partidos de los Raiders que juegan en casa podemos reconocer su característica “hierba con arena” donde se disputa también baseball, es más, se aprecia la zona de lanzamiento del pitcher, dando un aspecto algo pobre a la superficie pero a la vez inigualable en la NFL.
Es un campo que en cuanto termina la temporada de baseball se reorienta de norte a sur, otro de los grandes cambios es el de aforo, ya que pasa de 35.000 espectadores en baseball a 53.200 en football.
La historia de los Raiders en la liga es larga, aparecieron en los 60 jugando en el actual estadio de los 49ers, en Candlestick Park, cuando jugaban en San Francisco, después se mudaron al Frank Youell Field de Oakland durante solo un año.
En el O.co Coliseum ganaron dos de sus tres Superbowls ya que en 1984 y hasta 1994 los Raiders se mudaron a Los Ángeles ganando allí otro título.
Mientras duró su andadura en la ciudad del cine los Raiders jugaron en el actual estadio de los Trojans de la universidad de USC, un estadio remodelado para los Juegos Olímpicos, Los Ángeles Memorial.
Muchos analistas de la NFL coindicieron en que fue un error la marcha de Los Ángeles, en los 90 la ciudad se lleno de bandas, la cultura se mezcló con la música y la política con el deporte. Los aficionados de los Raiders se dividieron en dos y lo que provocó que muchos aficionados dejaran de ir al campo por miedo a las violentas peleas durante los encuentros. Los dirigentes no consiguieron dividir deporte de bandas y decidieron trasladar la franquicia.
El rechazo de parte de la afición hacia el equipo obligó a sus dirigentes a volver a Oakland en 1995 al O.co Coliseum. Ahora tienen una de las aficiones mas entregadas y pintorescas de toda la liga, eso sí, el estadio ya es antiguo y es el que menos aforo tiene ya que el de Minnesota va a ser demolido y construido otro “superdome”. La sombra de volver a Los Ángeles siempre planea por la franquicia “silver-black”.