El deporte profesional es un mundo que la media de deportistas disfruta y practica hasta los 40 normalmente, aunque por supuesto hay excepciones. En la NBA la edad mínima es para jugar es de 20 años,y los jugadores se retiran la mayoría pasados los 35, por lo que es una liga que está en continuo movimiento y actualización, con estrellas que llegan y estrellas que se van. Pero para llegar al éxito hay una lista de espera llena de jugadores que van haciéndose un sitio en la élite de la competición, con casos eventuales de jugadores que empiezan sin hacer ruido y de repente asombran a todo el mundo, o los que nada más llegar ya se les ve desde muy pronto una chispa de calidad y talento que le hace ir subiendo escalones hacia el éxito. Acortemos el filtro solamente a aquellos jóvenes jugadores que ahora mismo estén a las puertas de convertirse en una estrella, a esos que solamente les falta una pizca de madurez para alcanzar la gloria.
Pero, ¿en qué se caracteriza una estrella?, debemos dejar esto claro antes de empezar a decir nombres. Un jugador estrella es aquel que destaca por su talento, madurez, que no se ablanda en los momentos cruciales, que suma mucho de distintos apartados estadísticos y que sabe mantener esas cifras de forma regular, además de tener un intenso interés mediático, mucho más que el resto de jugadores.
Klay Thompson
El caso de Klay Thompson es el de un jugador del que ya habla todo el mundo pero al que aún no se le ha metido en ese selecto grupo de jugadores llamados estrellas de la liga, sino que al ser joven tiene mucho margen de mejora aún por delante. Es fácil ver que nos encontramos ante un jugador que únicamente nos ha enseñado una pequeña parte de su potencial, convirtiéndose en uno de los mejores tiradores exteriores de la NBA y un complemento perfecto en los Golden State Warriors para Stephen Curry, con el que forma la dupla de francotiradores más mortífera de la competición, estando ambos entre los máximos anotadores y con muchas papeletas para el MVP. Además, ha firmado un contrato de superestrella con los Warriors por $70 millones y 4 temporadas, lo que muestra la confianza que la franquicia a depositado sobre él.
Aspectos positivos:
El aspecto más relevante es el ya nombrado tiro exterior. Thompson ha superado el 40% de acierto desde la línea de 3 desde que fue drafteado en 2011, hasta llegar al actual 43% de efectividad, además de un 47% en tiros de 2 puntos, lo que lleva a una eficiencia en el tiro de un espectacular 54,1%, que, juntándolo a su 86,5% de acierto en los tiros libres, termina en un porcentaje de tiro real del 58%. Una máquina. Esto conlleva unas cifras en cuanto a la anotación espléndidas, ya que promedia en este inicio de temporada 21,3 puntos, decimotercero de la Liga. Su aportación en los Warriors crece por momentos, pasando de un porcentaje de uso en ataque del 22,6% el año pasado a 26,6% hasta estas navidades. Otro punto destacable es la defensa, donde ha mejorado bastante ser un jugador intenso en el perímetro, donde aprovecha su velocidad y su físico, todo unido a buenos fundamentos y agresividad, incluso cuando el rival no tiene el balón. Promedia 1,3 robos y 0,9 tapones, buena cifra para un escolta. Además, los Warriors encajan 97 puntos por cada 100 posesiones son el en cancha, y 104 cuando él está en el banquillo, un aspecto muy importante. Lo mismo pasa en ataque, donde anotan 113 puntos por cada 100 posesiones si está sobre la pista y sólo 100 cuando no está jugando. Su importancia en la franquicia californiana es fundamental.
Aspectos a mejorar:
No se trata de un excelente atleta que domine al rival, por ahora, sino que confía más en su lanzamiento exterior, por lo que no es un buen jugador a la hora de driblar e internarse a canasta ayudándose de su físico. Este es un aspecto que le vemos mejorar poco a poco, ya que cada vez más ataca la canasta rival desde la corta distancia, con un 14% de sus tiros totales entre 1 y 3 metros de distancia, una mejora con respecto a 2013-14, donde sólo tiraba un 8,8% de sus tiros desde ahí. Lo mismo pasa con los tiros desde menos de 1 metro, donde también se ha producido una mejora. Thompson no llega tanto hasta el aro al no ser excelente en cuanto a manejo y explosión, pero igualmente suma gracias a su instinto y agresividad anotadora. Debe mejorar el rebote, sobre todo en defensa. Coge sólo el 5,7% de los rebotes de su equipo cuando está en pista, bajando a un 1,1% en ataque y a un 9,8% en defensa. Muy peligroso en transición, pero debe sacar más faltas, lo que le beneficiaría ya que promedia un 86,5%de acierto desde la línea. Al tratarse de un escolta, no se le pide tanta aportación en cuanto a asistencias, pero las 3,3 que promedia son muy flojillas, a pesar de tratarse de un más que correcto pasador.
Jimmy Butler
Era obligatorio hablar de Butler en este artículo. El alero se ha hecho fijo en los esquemas de Tom Thibodeau. Es, como Klay Thompson, uno de los primeros posicionados en esa lista de espera para saltar al estrellato, aunque no sabría decir si ya hay que catalogarlo como tal viendo sus números partido a partido. El de Texas está tirando de los Bulls en este inicio de temporada, siendo crucial en varios partidos. Las recaídas de Rose y la adaptación de Pau Gasol y Mirotic al equipo son procesos lentos y conseguir que todas las piezas encajen es duro y conlleva a sumar derrotas en el inicio de la conjugación de la plantilla (díganselo a los Heat de 2010 o a los Cavaliers de esta temporada), por lo que cuando las estrellas de los Bulls no tenían un buen partido, ahí estaba Butler para meter 20 o 30 puntos y lograr la victoria de su equipo. Está tirando perfectamente del carro hasta ahora. Es su último año de contrato con los Bulls, y será muy difícil retenerle ya que muchas franquicias ofrecerán mucho dinero por sus servicios. Aquí se verá si Chicago confía de verdad en él para el futuro.
Aspectos positivos:
Lo más destacable de Jimmy Butler es su increíble capacidad de aguante sobre la pista, algo que ya vimos las dos últimas temporadas cuando los Bulls alcanzaban los Playoffs, en los cuales el alero ha jugado 3 partidos completos y uno con prórroga donde aguantó 53 minutos en cancha. Este año promedia 40 minutos jugados por partido, líder de la NBA en este apartado. Se ha convertido en un consagrado anotador, con 21,7 puntos de media hasta ahora, un gran mejora si la comparamos con 2013-14 y 2012-13, donde sus guarismos fueron de 13,1 y 8,6 respectivamente, además de un aumento en su aportación en ataque de casi un 6% en el porcentaje de uso hasta un 22,6% actualmente. Su acierto de 2 puntos es más que decente, un 51,7%, ya que es bastante más certero a media distancia que desde fuera. Es un jugador que se ayuda de su físico y su potencia para superar a sus rivales y llegar hasta el aro constantemente. Tiene un más que decente 59,7% de tiro real. Es un jugador de equipo que ayuda en lo que sea, sobresaliendo en el rebote, donde promedia 6, dos de ellos en ataque, cifra muy buena para ser un alero. En cuanto a la defensa, es un excelente defensor y sumamente versátil, pudiendo ser emparejado desde con un base hasta con un ala pívot, pero lo mejor lo entrega en el perímetro, donde se ayuda de su altura y sus largos brazos. Aporta robos y da alguno que otro tapón.
Aspectos a mejorar:
Analizándole a fondo, es difícil encontrar muchos aspectos mejorables en Jimmy Butler, por lo que se puede resumir en dos facetas: el tiro exterior y el protagonismo. En cuanto a la primera, es muy visible la necesidad de mejora a la hora de tirar desde el triple, donde promedia este año un 33,3% de acierto, un avance con respecto al curso pasado (28,3%) pero aún lejos del buen 38,1% de 2012-13. A pesar de ello, no deja de intentarlo, ya que mete un triple de cada tres que intenta por encuentro, aunque ha llevado la mayoría de sus lanzamientos a las cercanías del aro, ya que de 3 solamente son el 20% de sus tiros. El otro punto es el protagonismo. Butler se encuentra en una franquicia donde los principales jugadores mediáticos son Rose, Gasol y Noah, por lo que el alero se encuentra todavía en un segundo plano. ¿Cuáles son sus opciones? Seguir creciendo en esta franquicia y ganando cada vez más protagonismo; o no renovar con Chicago y buscar otro equipo donde estén faltos de un timón que les guíe hacia el anillo, además de poder cobrar una buena suma de dinero y hacerse un sitio entre las estrellas de la NBA. Por lo demás, se entiende que sus números no hayan alcanzado todavía dimensiones estratosféricas porque en los Bulls la anotación está muy repartida.
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Kenneth Faried
Muchos podrán pensar que Faried es ya una estrella en la NBA, sobre todo por el contrato multimillonario que ha firmado este curso con los Denver Nuggets, por los que ha firmado por 4 años y $50 millones, cifra que más de uno ha dado por exacerbada, ya que Faried no ha sacado a relucir el máximo de su potencial, teniendo que mejorar varias facetas de su juego aún. Este verano ya se ha hecho un nombre a escala global gracias a su rendimiento en el Mundial de España, donde supuso una sorpresa, pero aún debe luchar por la consolidación definitiva de su figura en los Nuggets.
Aspectos positivos:
Nadie se entrega más que él en la cancha, donde exhibe una asombrosa capacidad atlética, energía y agilidad a pesar de tener una baja altura para el puesto de ala pívot. Su mejor característica es la de reboteador, donde se ayuda de la intuición, la intensidad y la colocación para dominar el aro, tanto ofensiva como defensivamente, promediando esta campaña 8 rebotes (3 en ataque y 5 en defensa), aunque han bajado sus cifras año tras año, pasando de 9,2 en 2012-13 a 8,6 en 2013-14 y hasta los 8 actuales, por lo que vemos que se ha producido una constante regresión, aunque últimamente ha realizado varios partidos con marcas reboteadoras espectaculares, con 14 ante Brooklyn, 25 contra Minnesota y 19 frente a los Raptors, pero solo ha alcanzado los 10 rebotes en 6 ocasiones en este inicio de curso. Tiene una gran finalización en las cercanías del aro, donde muestra su explosividad física, su ímpetu y su capacidad de salto para realizar mates espectaculares. Aprovecha su velocidad para superar a la mayoría de sus rivales en la pintura, mucho más lentos y pesados. El ser más bajito hace que le sea necesario ser más inteligente para destacar. En defensa se ayuda de su fuerza y agilidad para defender a los atacantes, con buenos reflejos y grandes movimientos laterales, además de, por supuesto, ser un excelente reboteador defensivo.
Aspectos a mejorar:
En primer lugar, la anotación. Aunque está mejorando año a año su arsenal en ataque, aún le queda un largo recorrido. Este curso está promediando 11,7 puntos por partido, con muchas noches en las que su aportación era casi inexistente en este apartado. Su capacidad atlética, energía y agilidad le alcanza para conseguir sus puntos, aunque su repertorio ofensivo es sumamente limitado. No posee un gran juego de poste bajo, faltándole fundamentos, tamaño y toque para destacarse allí. Cuando juega de espaldas, recurre más a su velocidad y explosión que a movimientos depurados. Donde sí es excelente es en situaciones donde solo debe recibir el balón y definir, ya sea producto de un corte sin la pelota, un rebote ofensivo, un contragolpe o un pick and roll. Sus porcentajes de tiro siempre han superado el 50% de efectividad, pero debe mejorar desde la media distancia (y la larga distancia ya si se anima), ya que más del 85% de sus lanzamientos a canasta son a menos de 3 metros del aro, teniendo aquí un fallo, ya que cuando tira entre 1 y 3 metros de distancia su acierto es de un 37,6%, mientras que debajo de la canasta anota el 63%. En defensa debe aportar más robos y tapones, ya que promedia este año 0,6 y 0,5 respectivamente. Además, no dispone de la altura y la fuerza para parar al poste a jugadores más altos y pesados que él, aunque su intensidad le ayuda muy a menudo para contrastar su falta de centímetros. Por último, debe afianzarse por completo en el puesto de titular, donde, a pesar de salir siempre al inicio del partido, promedia 26,5 minutos en pista, habiendo superado los 30 únicamente en 8 de los 30 primeros partidos de la campaña. Esto se debe al surtido de jugadores altos de los que disponen los Nuggets: McGee, J.J. Hickson, Mozgov, Nurkic, Arthur y en ocasiones los aleros Gallinari o Wilson Chandler. Si aumenta sus minutos en pista sus números podrían llegar a ser estratosféricos.
Gordon Hayward
El joven Hayward fue catapultado, primero el año pasado al irse Al Jefferson y Paul Milsap de la franquicia, y segundo, este verano al igualar los Utah Jazz la oferta de $63 millones que ofrecieron los Charlotte Hornets, una cifra muy elevada para un jugador de su edad (24 años), por lo que se ve que la franquicia de los Grandes Lagos le ha dado los mandos del equipoen la lenta y larga reconstrucción que tienen por delante, con grandes agentes libres en el mercado el verano que viene. Mientras tanto, los Jazz están creando una curiosa plantila alrededor del alero, con Trey Burke y Dante Exum como bases, Steve Novak como artillero y Favors, Gobert y Kanter por dentro. Hayward se está superando año a año, siendo la gran ‘esperanza blanca’ de la liga, junto a Griffin y Love, además de estar subiendo puestos entre los máximos anotadores de la NBA y de eficiencia, a pesar de que los resutados del equipo no sean todavía satisfactorios, aún por debajo del 40% de victorias.
Aspectos positivos:
Sus 18,9 puntos que promedia por encuentro son la mejor marca de su carrera, 2 puntos más que el año pasado y 4 más que en 2012. Su porcentaje de uso en ataque también sube curso a curso, con un actual 24,6%, lo que supone que un cuarto de los puntos de su equipo pasan por sus manos. En cuanto a sus tiros, intenta un 22,5% desde más de 5 metros de distancia y un 31,8% desde el triple, siendo mortal a pie firme y en catch and shoot, una jugada que intenta con frecuencia. Es muy relevante su 68,8% de eficiencia desde debajo del aro, aunque ha tenido una regresión en los tiros que intenta en la zona, prefiriendo los lanzamientos exteriores, aunque hace muchos mates. Su porcentaje de tiro real es de un 57,6%, excelente cifra para un jugador de perímetro. Intenta 4,4 triples por partido, de los que anota 1,7 con un 39,3% de acierto. Desde la línea de tiros libres encesta el 80,2% de sus lanzamientos, aunque debe provocar más faltas, ya que si mantiene esa cifra los tiros libres le ayudarían mucho a engordar sus anotaciones. Su importancia en el equipo queda muy patente al ver la anotación colectiva cuando él está en pista (110,3 puntos por cada 100 posesiones) y cuando está en el banquillo (97,3 puntos). Tiene una muy buena altura para el puesto, y ya no es aquel delgaducho que llegó a la liga desde la universidad en 2011, ya que ha ido adquiriendo musculatura y kilos, lo que le ayuda a penetrar más ayudándose de su físico. Excelente pasador para alguien de su puesto, sexto alero de la NBA que más asiste con 4,1 de media, aunque el año pasado promedió más de 5. Es, también, un buen reboteador ofensivo.
Aspectos a mejorar:
Tiene serios problemas en defensa, donde no posee ni la agilidad ni la fuerza necesaria para destacarse en el perímetro, siendo superado frecuentemente desde el drible por externos más potentes y ágiles, aunque no significa que no se esfuerce, sino que simplemente no tiene las herramientas para ser efectivo. Da muchos tapones para ser un alero, y su aportación en robos (1,2 de media) es decente. De él solo se puede pedir que siga mejorando y dando victorias a su equipo, a la par que haciéndose un hueco en el estrellato. Todo depende de él.
Nikola Vucevic
A muchos les parecerá raro ver a Vucevic en la lista, y eso se debe a los resultados de su equipo, Orlando Magic, y a tratarse de uno de los jugadores más infravalorados de la NBA, pero se ha convertido en un gran pívot que forma parte de la columna vertebral de los de Florida, además de haber conseguido un contrato de superestrella al firmar por 4 años y $53 millones, algo que para muchos es una cantidad exacerbada. Vucevic se encuentra en la misma situación que Hayward. Un gran jugador que se encuentra en un equipo en reconstrucción, donde tiene es una pieza fundamental y han extendido su contrato porque confían su futuro en él. Seguramente hagan lo mismo en unos años con Victor Oladipo, Elfrid Payton o Aaron Gordon. Orlando ha sabido actuar rápido y mantener a su pívot, ya que últimamente escasean y obtener uno de calidad es todo un lujo.
Aspectos positivos:
El pívot montenegrino de 24 años se ha convertido en uno de los grandes centers de esta liga ayudándose de su altura (2,13 metros) y sus largos brazos. Ha ido ganando kilos con el tiempo para poder dominar la zona y enfrentarse a rivales más atléticos y fuertes que él. Nada más llegar a Orlando desde los 76ers en su segundo año, se pudo ver su gran talento para atrapar rebotes a ambos lados de la cancha, promediando 3 por partido en ataque y 8 en defensa, para un total de 11 totales, sexta mejor marca de la NBA, consiguiendo en el primer encuentro del curso 23 rebotes ante los Pelicans. En cuanto a la anotación, Vucevic promedia 18 puntos por encuentro, algo que si lo juntamos con su capacidad reboteadora lo convierte en una máquina de hacer dobles dobles. Lleva 19 hasta el momento, empatado con John Wall y Anthony Davis. Como jugador alto europeo que es, se ve capaz de tirar desde todas las distancias excepto desde el triple. Entre debajo de la canasta y 3 metros de distancia tira el 64,1% de sus lanzamientos, con altos porcentajes de acierto. A partir de los 3 metros tira un 35,4%, con una efctividad superior al 45%, algo muy visto en otros europeos como los hermanos Gasol o Nowitzki. Un dato curioso: ha lanzado dos triples en lo que va de curso, y ha anotado ambos, lo que supone un 100% de acierto desde la larga distancia. Su especialidad es el gancho de derechas, pero también utiliza otros recursos como el fadeaways o dropsteps, además del mate. No tira muchos tiros libres, pero cuando lo hace mete el 75,6% de ellos. Es un sólido defensor, debido a sus buenos fundamentos y envergadura.
Aspectos a mejorar:
Su floja capacidad atlética le dificulta al jugar contra jugadores más fuertes y atléticos. En defensa aporta muy pocos tapones para alguien de su altura, ya que no llega al tapón por encuentro. Tiene problemas al salir a defender al perímetro. Si mejora la defensa será un pivot completísimo. A Orlando le falta un largo camino por delante, pero tener un pívot de la calidad de Vucevic en la zona y crear una plantilla en torno a su figura es hará ganar muchos partidos en dos o tres temporadas, pero aún está en la antesala del éxito.