No ha acabado ni siquiera la actual temporada y hay equipos que ya miran en la siguiente. Algunos con esperanza en el Draft. Otros en la agencia libre a partir del 1 de julio. Pero hay uno en concreto al que le han entrado los «calores» en los últimos días, y nunca mejor dicho por la denominación del equipo.
La situación es tensa. El que conozca bien la NBA entenderá las dimensiones del problema y las consecuencias de las decisiones que se puedan tomar. No es para tomárselo a broma ni mucho menos, porque hay cosas que ganar en esta situación. Pero muchas más que perder si las relaciones se rompen entre dos nombres unidos desde hace más de una década: Dwyane Wade y los Miami Heat.
A ‘Flash’ le resta un año más de contrato de los dos que firmó el año pasado. Pero el presente convenio entre las dos partes permite a Wade abandonar el equipo este verano si así lo decide. Tras ceder parte de su salario para que viniesen James, Bosh y Deng, ahora no quiere ceder más y espera que los Heat le hagan un buen contrato para los próximos años.
Home Is Where The Heart Is… My Home,My City,My House..#HeatLifer http://t.co/lMmP2JTDQY
— DWade (@DwyaneWade) July 15, 2014
Los números son los siguientes: Wade ha cobrado esta temporada $15 millones y para la próxima tiene previstos unos $16,1 millones. El ‘3’ de los Heat quiere más de $20 millones, pero Miami quiere hacer hueco salarial para futuros agentes libres entre 2016 y 2018. El próximo 29 de junio es el día que Wade tiene que decidir qué hace con su contrato actual. Ahí será cuando se conocerá su futuro. Y los Heat no tienen margen de error si quieren mantener a su estrella.
Una posible solución podría ser que Pat Riley y la dirección de los Heat le diesen su deseado sueldo para la campaña 2015/16 y que en los siguientes años ganase menos para hacer ese deseado espacio de dinero. Pero todo está por ver y no hay nada claro de momento. Tras haberse adaptado a las necesidades del equipo, ahora Wade es el que ha tomado la palabra y le ha dicho lo que quiere a los Miami Heat.
Miami-Wade County
El nombre del ex de Marquette y de la franquicia de Florida son sinónimos. Desde el día que los Heat le eligieron en el Draft de 2003, se ha identificado con el club, la ciudad y viceversa. Por el AmericanAirlines Arena han pasado genios como Shaquille O’Neal, Lamar Odom, Ray Allen o el mismísimo LeBron James. Pero ninguno ha hecho tanta mella en Miami como Wade, una figura que en South Beach sólo es comparable con la de Alonzo Mourning.
Desde el primer momento, Wade ha sido el líder del equipo. Eso le ha servido para ser una figura destacada en la NBA y para estar tanto en las buenas como en las malas de todo lo que han vivido los Heat en los últimos 12 años. En Miami le quieren, le adoran y los aficionados se lo han demostrado en todas y cada una de las temporadas que lleva en el equipo.
Para la ciudad ha sido un símbolo y una referencia. Tanto, que muchos cambian el nombre del condado en el que se encuentra la ciuda de Miami y lo cambian por el apellido del jugador. En vez de Miami-Dade County, lo llaman el ‘Miami-Wade County’. Pocas pruebas más hacen falta para conocer –si es que alguien no lo sabe a estas alturas– la importancia de la unión entre estas dos partes.
Un nexo que ha permanecido siempre intacto pese a los altibajos que ha tenido la franquicia en la última década. Funcionó con las adquisiciones de megaestrellas como los ya mencionados Shaq y LeBron, pero se vino abajo cuando estos abandonaron el sur de Florida.
Presente y futuro en construcción
Sea cual sea el futuro de Wade en las próximas semanas, los Heat tienen que armar un equipo para comenzar a competir desde finales del próximo octubre. Tras una temporada en la que Miami ha sufrido las consecuencias de perder a LeBron James, el equipo afronta un futuro que debe estar centrado en la reconstrucción y en volver a ser una potencia en la conferencia Este.
Chris Bosh es una de las piezas claves del proyecto, también junto al base esloveno procedente de Phoenix Suns Goran Dragic –a quien le queda un año más de contrato– y al sorprendente Hassan Whiteside, que ha sido todo un revulsivo en la pintura de los de Florida esta temporada.
Miami tiene que cuidar mucho los pasos que da en este tema. Tan delicado como sensible. No sólo está en juego gran parte del proyecto de un equipo, sino la identidad con la que se ha reconocido esta franquicia, el faro que ha guiado su camino fuese cual fuese la situación y los compañeros que había alrededor. Él ha sido el único, junto con Udonis Haslem, que se ha enfundado los tres anillos logrados en la historia de los Heat.
Por ello, la decisión que se va a tomar en las próximas semanas es crucial. Supondría la marcha del líder natural del equipo, de alguien que lo siente como algo propio. Sería muy dolorosa para él pero más para la franquicia y los aficionados. Wade ha mostrado sus cartas, ahora le toca a la directiva del equipo. No hay tiempo que perder. Y tampoco margen de error para fallar.