Cualquiera que haya jugado alguna vez al baloncesto conoce esa sensación de entrar a canasta y que a mitad de la acción los defensores te cierren el paso. Entonces buscas a tu alrededor a alguien libre y con una mejor posición que la tuya, mucho mejor si está abierto para lanzar un tiro. Y si resulta que esta circunstancia se da en un partido importante y el compañero al que hemos pasado está inspirado, la situación se torna mucho mejor.
Nunca sabremos cómo es jugar como Tony Parker, Manu Ginobili o Tim Duncan, aunque poniéndose en su piel podemos intuir qué deben sentir teniendo a su lado a Danny Green. Joven y versátil, el alero de los San Antonio Spurs es un tirador eficiente y fiable, cuya muñeca supone una solución para su equipo y compañeros, sobre todo en los actuales partidos donde se juegan toda la temporada.
El ejemplo más reciente lo tenemos en las series actuales contra los Oklahoma City Thunder. Las estadísticas de tiro de Green de los dos primeros encuentros en el AT&T Center contrastan con las de los dos últimos disputados en el Chesapeake Energy Arena, lo que da a entender la importancia de su presencia en el juego.
- GAMES 1 Y 2: 13/18 FG, 11/15 TRIPLES, 37 PUNTOS.
- GAMES 3 Y 4: 4/16 FG, 3/8 TRIPLES, 11 PUNTOS.
Por supuesto que hay muchos más elementos que han hecho que los Spurs se llevasen los dos primeros partidos y que los Thunder hayan conseguido remontar la serie en los dos siguientes, pero una de las cosas de las que más se resienten los pupilos de Gregg Popovich si un partido no va bien para ellos es si Danny Green no está afinado en el tiro. Aún así, este tipo de estadísticas y sobre todo de actuaciones es lo que muchas veces marca la diferencia entre ganar un partido o perderlo, o entre ganar unas series o ver la siguiente ronda desde el sofá de casa.
La clave de la buena muñeca de Green no está en las buenas estadísticas que puede hacer en un momento determinado o en dos partidos en concreto. Está en su selección de tiro, no muy abundante pero sí muy cuidada, que cuando coincide que tiene el día y está inspirado, desemboca en uno de los aspectos que más beneficio puede aportar a un equipo y jugador de baloncesto: la eficiencia.
Esto le ha hecho encumbrarse entre los jugadores que más provecho han sacado de sus lanzamientos a lo largo de la historia. En estos momentos, el ‘4’ de los Spurs está entre los jugadores con una mayor eficacia (eFG, Effective Field Goal Percentage) entre sus tiros lanzados y anotados en unos únicos Playoffs y, en el global de su carrera, está cerca del 60% de eFG sobre a los lanzamientos que ha intentado.
Esto es sencillamente tremendo. Green es un cañón preparado para disparar cuando tiene la mínima oportunidad, es una referencia externa fiable en bastantes ocasiones y es un comodín y una salida para las ideas atascadas del equipo o para cuando sus compañeros y el equipo necesitan de un activo que tenga una mirada agresiva, con ganas, con certeza y con decisión hacia la canasta. Aún así, para resignación de los Spurs, esto no siempre sucede de esta manera.
Echando un vistazo a sus estadísticas de esta temporada, en la fase regular ha registrado 9,1 puntos y 3,4 rebotes por partido, con un 43,2% en tiros de campo y 41,5% en triples. En los Playoffs ha bajado la producción en puntos y rebotes (8,9 y 3,2, respectivamente) aunque ha aumentado en porcentaje de tiros de campo (50%) y en los lanzamientos de tres puntos (49,3%). Viendo las puntuaciones que ha ido haciendo individualmente en cada encuentro que ha jugado este año, destaca ver cómo combina actuaciones muy buenas de más de 10 o 20 puntos con buenos promedios en el tiro, con estadísticas totalmente diferentes, a veces incluso de un partido a otro.
Aparentemente, los números cosechados por Green no son nada del otro mundo. Aún así, lo que diferencia a este jugador y el efecto que tiene su juego en los Spurs es, como ya se ha dicho, la eficiencia y selección en su tiro, un aspecto que pese a las discretas estadísticas generales le hacen un jugador competente y, en buena medida, temido por los rivales.
Es más, si Popovich viese el siguiente dato reafirmaría la importancia que tiene en su plantilla: de los 68 partidos de Regular Season que Green ha jugado esta campaña, los Spurs sólo han perdido 15 de ellos (22%), mientras que en los 14 restantes en los que este jugador se ha ausentado, los texanos han ‘pinchado’ en seis (42,8%). Como también se ha comentado antes, seguramente haya muchos más factores que expliquen esta llamativa estadística, pero cuanto menos es curioso ver la incidencia de la presencia o no de Danny Green en los partidos.
En este sentido, nadie olvida la enorme actuación que tuvo las pasadas Finales ante los Miami Heat, sobre todo en el triple. Acabó anotando 27 lanzamientos desde el perímetro, aunque con una enorme diferencia entre los 5 primeros partidos y los 2 últimos. Mientras que entre los Games 1-5 selló un 25/38 en tiros de tres con casi un 66% de acierto, los Games 6-7 fueron todo lo contrario, con un 1/5 y 1/6 en intentos de triples respectivamente. Curiosamente, al final de los 5 primeros envites los Spurs ganaban 3-2 y tras los 2 siguientes acabaron viendo desde el vestuario cómo los Heat levantaban de nuevo el trofeo de campeones.
Como última mención, cabe destacar el papel que ha tenido Gregg Popovich en la adaptación de este joven jugador. Fue elegido en la segunda ronda del Draft de 2009 por los Cleveland Cavaliers, donde jugó su temporada de rookie. La de sophomore ya la realizó en el sur de Texas, donde no jugó demasiados partidos y tuvo que esperar a su tercer año como profesional para empezar a despuntar en los Spurs.
Pasó de jugar 8 partidos a 66 y de disputar 11 minutos de media a 23 entre su segundo y su tercer año. La confianza que ha adquirido desde entonces en su juego ha sido gracias a estar en un equipo ganador y competitivo y a que el propio Popovich le ha mimado en el sentido de que, a sabiendas de su calidad, no quiso ponerle mucha responsabilidad encima ni quemarle antes de tiempo para perder un joven y valioso talento como Green. Le ha ido dando paulatinamente más responsabilidad, más peso en el equipo, que han acabado por hacer de él un importantísimo jugador.
Con el 2-2 en la serie entre su equipo y los Thunder, Danny Green deberá buscar su mejor versión y la posición más adecuada en el campo para ayudar a sus compañeros cuando no puedan penetrar a canasta porque les salgan los defensores o cuando vean sus opciones limitadas para realizar una jugada por sí solos. Y si consigue ofrecer su mejor nivel de eficiencia en el tiro, el premio merece la pena: sextas Finales de la franquicia y la posibilidad de conquistar el anillo que se les escapó el año pasado.