Anoche un ciclón pasó por el AT&T Center vestido con la camiseta de los San Antonio Spurs en lo que significó el inicio de la final de la Conferencia Oeste de la NBA. Este primer asalto nos deparó, como preveíamos, un choque de trenes. Al que debemos sumar un cruce de estilos; dos formas de entender el baloncesto muy distintas sobre la que se han construido las identidades de ambas franquicias. Y es que la rivalidad entre estos dos equipos no ha dejado de crecer en los últimos años, hasta el punto de habernos acostumbrado a verles jugarse el dominio del Oeste. Al margen de rivalidades y sensaciones pasajeras, lo que nos dejó el primer partido de la serie fue un claro dominador: San Antonio, y una gran duda en el aire: ¿cómo lograran los Thunder parar el juego interior de San Antonio dada la baja de Serge Ibaka?
El equipo dirigido por Gregg Popovich llegó al partido cargado de confianza tras haber casi barrido a Portland Trail Blazers, y dejando atrás el miedo que los Mavs le metieron en el cuerpo al forzarle siete partidos en primera ronda. La posible baja de Tony Parker – que anoche jugó a su nivel físico habitual – fue el único motivo de preocupación que a los tejanos les podía quitar el sueño antes de empezar la final. Sin embargo, en el otro lado de la eliminatoria, las peores sospechas se confirmaban cuando se supo que el ala-pívot congoleño nacionalizado español se perdía, no solo la final del Oeste, sino también con casi seguridad, las finales de la NBA si su equipo lograba clasificarse. Una pésima noticia para los Thunder cuyas aspiraciones pasarán más que nunca por las manos de Kevin Durant y Russell Westbrook.
Si tuviésemos que definir el partido que realizaron anoche los Spurs con tan solo una palabra, esa sería: vertiginoso. Porque, todos los partidos de baloncesto se pueden jugar de muchas maneras, pero cuando se mezclan velocidad e inteligencia con acierto (58% en lanzamientos) no parece que haya una manera mejor de ganar. Ya en el inicio del primer cuarto la sensaciones que se agolpaban en la cabeza de los que veíamos el partido eran las de que mucho tendrían que proteger su zona los Thunder para que Duncan (27 puntos en 29 minutos) no acabase el partido con números estelares. Y eso fue precisamente lo que ocurrió. El mejor ala-pívot de la historia leyó el partido a la perfección y no se cansó de percutir contra los hombres interiores de OKC hasta que la diferencia en el marcador fue suficiente para ponerse a pensar en el partido siguiente.
OKC tuvo la fuerza necesaria para contener todos los parciales de San Antonio, incluso llegó a ponerse por delante a 5:08 para acabar el tercer cuarto, pero el acelerón de los Spurs, guiados en el último cuarto por Ginóbili y Parker fue demasiado para la gasolina que le quedaba a OKC en el depósito. La plantilla de los locales demostró que es la mejor de la NBA, por acierto y profundidad; de los pocos equipos cuya segunda unidad mantiene el ritmo competitivo de los titulares. Kawhi Leonard (16 puntos) tuvo menos influencia en el juego de lo esperado, en gran parte porque, primero Parker (14 puntos – 12 asistencias), y luego Ginóbili (18 puntos) se relevaron como máximos anotadores en los dos últimos cuartos.
Entonces… ¿por dónde pasan las opciones de los Thunder? Ayer se demostró que no pueden vivir únicamente del tiro exterior, por muy inspirado que este Durant (28 puntos), y aunque esté ayudado por Westbrook (25 puntos) o por Derek Fisher (16 puntos) desde el banquillo. Aparte de esto – y no es la primera vez que lo escribo – el base de OKC tiene que defender al base rival si no quiere que su aro sea un coladero para las penetraciones de Parker. Está claro que en el juego físico Westbrook está por encima de el de Parker pero es desesperante ver como una y otra vez se estrella contra el muro de los Spurs. Nadie va a cambiar a estas alturas a Westbrook, pero de su precipitación pueden venir más derrotas para los de Scott Brooks.
La baja de Ibaka se sabía importante y anoche se mostró fundamental. Ni Nick Collison ni Steve Adams pueden llenar juntos el enorme agujero que queda en la pintura cuando Serge no está. Véanse los porcentajes de tiro de San Antonio. El 58% de acierto se entiende cuando la mayor parte de canastas se hacen bajo – Duncan estuvo imperial en la primera parte – y en penetraciones hacia una zona desprotegida. Y ya no digamos lo que Ibaka aporta en intimidación y velocidad en las ayudas, aparte de sus cada vez más importantes actuaciones en ataque. ¿Soluciones? A no ser que Brooks eliga opciones más imaginativas, la papeleta les tocará a Collison, Perkins o Sefolosha; pero visto lo visto, hacer olvidar la ausencia de Ibaka se me antoja difícil, muy difícil.
Aunque OCK haya besado la lona, aún no está para nada fuera de combate. Puede que el segundo partido siga los mismos derroteros que esta primera entrega, pero cuando el escenario se traslade al Chesapeake Energy Arena los Thunder tienen que encontrar la manera de forzar la máquina y mantenerse en la lucha hasta el final de cada partido. La capacidad de Brooks está más bajo sospecha que nunca y la forma de silenciar esas voces es buscar soluciones aparte de Durant y Westbrook. Y las respuestas no pueden tardar mucho sino quieren verse con un posible 3-0 al acabar el primer partido en OKC. El factor físico beneficia a los Spurs, que a pesar de batir récords de veteranía en plantilla, vienen de un paseo por Portland; mientras que los Thunder han sudado lo que no está escrito para superar, primero a los Grizzlies, y luego a los Clippers en dos eliminatorias tremendas de castigo físico.
Un dato para la historia: Tony Parker, Manu Ginóbili y Tim Duncan igualaron la mejor marca de victorias en playoffs para un trío que juega en el mismo equipo. Los que ostentaban la marca hasta ayer en solitario eran nada menos que: Magic Johnson, Kareem Abdul Jabbar y Michael Cooper. Leyendas vivas de la NBA y propietarios de un pedazo de historia del deporte, el mismo pedazo de historia que se meceren estos tres amigos que parecen empeñados en ganar otro anillo antes de entregarse a los honores del Salón de la Fama.
Horarios Final Conferencia Oeste (hora española):
- Partido 2 -> Jueves 22 de mayo , 3:00 horas (en San Antonio)
- Partido 3 -> Lunes 26 de mayo , 2:30 horas (en Oklahoma City)
- Partido 4 -> Miércoles 28 de mayo , 3:00 horas (en Oklahoma City)
- Partido 5* -> Por confirmar
- Partido 6* -> Por confirmar
- Partido 7* -> Por confirmar
*Se jugarán si son necesarios