Cualquiera hubiese tomado por loco al principio de la temporada al que hubiese dicho que los Brooklyn Nets estarían en el mes de abril en buena forma, mostrando buen juego y clasificados con cierta holgura en los Playoffs.
Y dado que la NBA es el lugar “donde lo increíble sucede”, los pupilos de Kidd han tirado de consistencia, efectividad y estabilidad para formar un conjunto compacto que, con 21 victorias en los 31 encuentros de temporada regular que han disputado desde el All-Star Weekend, puede poner en aprietos a algunos equipos en estos próximos Playoffs.
Brooklyn ha sufrido un lavado de cara en el último cuarto de la temporada regular que ha hecho que incluso muchos de los análisis previos a la postemporada hablen ya de Brooklyn como ‘contenders’, un calificativo del que nadie tenía ninguna duda que se merecían antes del comienzo de la temporada con la plantilla que tenían. El inicio del curso fue algo incierto en el Barclays Center, donde la falta de un buen juego y la abundante acumulación de derrotas hacían que todas las quinielas apuntasen a un importante fiasco en el primer año de Paul Pierce, Kevin Garnett y Jason Terry.
Aún así, la cohesión y un mejor entendimiento de todas sus piezas ha hecho que en Brooklyn se llegue a la ronda final del campeonato con aires positivos y con la sensación de que el equipo llega en el momento óptimo de la campaña a la fase decisiva de la temporada.
En estos 31 partidos, Brooklyn ha rozado el 50% de acierto en tiros de campo (47,3%), un registro que ha aumentado ligeramente con respecto a los anteriores partidos de la temporada y que ha propiciado un mayor y beneficiosa efectividad para los pupilos de Kidd. Aún así, y pese a que no les ha ido mal en este sentido, no deben correr el peligro de abusar en exceso del juego exterior.
Muchos ataques los basan en el movimiento de balón y en buscar a un compañero abierto con una posición franca de tiro. Deron Williams es una pieza indiscutible en este sentido, no sólo por su calidad, sino porque es el que más juego genera de todos sus compañeros, con una media de 6,1 asistencias por partido. Precisamente en este movimiento de la bola es donde han encontrado esa efectividad que tanto bien les puede hacer en los Playoffs, pues en los 82 partidos de la fase regular de la campaña han registrado un 45,9% de acierto en tiros de campo.
Aún así, aquí es conveniente no pasar por alto lo necesario que es para esta franquicia tener una referencia importante en la pintura para los encuentros en los que algún jugador no esté atinado desde el exterior. Cuando ha faltado Kevin Garnett el equipo lo ha notado mucho en ataque, pues los Nets juegan poco en la pintura, un aspecto que destacaba en ellos la temporada pasada, y sobre todo en defensa. La baja de Brook López para toda la temporada también ha mermado mucho su juego interior, pues el ‘11’ estaba aportando 20,7 puntos y 6 rebotes por encuentro.
Que no haya una figura que se mueva bien bajo el aro a la hora de defenderlo supone una puerta abierta para las ofensivas rivales, que ven la defensa de Brooklyn más accesible para penetrar al aro con bastante facilidad. En consonancia con todo esto, Garnett ha sido el jugador que más rebotes ha promediado de su franquicia en la ‘regular season’ (6,6) y uno de los que más tapones ha realizado por encuentro (0,7), sólo por detrás de Brook López (1,8).
Por último, la estabilidad en la franquicia es otras de las razones por las que los Nets han mejorado su trayectoria en esta campaña regular y este factor se ha cimentado en dos pilares fundamentales.
El primero de ellos es el reparto de los minutos entre los jugadores, de los que 9 han jugado 20 minutos o más, sólo 3 de ellos lo han hecho más de 30, pero ninguno ha llegado a los 33 de media. Además, prácticamente todos juegan 11 minutos o más de media por partido. Esto sin duda es uno de los mayores aciertos y sensateces que ha podido aplicar Jason Kidd, pues la plantilla cuenta con muchos jugadores de una enorme calidad al igual que bastante veteranos, pues 8 miembros del roster que han jugado este año tienen 31 o más años, siendo Kevin Garnett el más longevo con 37 primaveras en sus piernas.
Precisamente el ‘head coach’ del equipo es otra de las claves para explicar la estabilidad actual de los Nets. Después de ser muy cuestionado, llegando como entrenador novato a la temporada siguiente de colgar las botas y al mando de un equipo formado prácticamente para ganar, Kidd se ha rehecho para estar en una posición mucho más firme y más tranquila en estos momentos. Prueba de ello es que, tras un comienzo de 10-21 en los 2 primeros meses de competición, en enero registraron un 10-3, en febrero 7-5, en marzo 12-4 y en abril 5-5 en la temporada regular.
De esta manera, y con la mente puesta de lleno en la serie contra Toronto Raptors, en la que Brooklyn venció el primer partido de la serie en Canadá el pasado sábado, los Nets deberían prestar atención a tres apuntes interesantes para intentar ser aún más competitivos de lo que han llegado a ser en la progresión de estos últimos meses.
Uno de ellos es no permitir a los rivales demasiados tiros a canasta, algo que ya hacen notablemente bien, pues son el segundo equipo de la NBA que menos lanzamientos recibe de sus rivales. Esto repercute muy bien en las estadísticas, en concreto en los puntos anotados por los rivales, ya que son de los que menos tantos por encuentro reciben de las 30 franquicias. Además, en cuanto a los tiros de 3, los Nets están dejando a sus rivales alrededor del 37 por ciento de acierto, un registro que deben mantener si quieren que las victorias se decanten de un modo más fácil hacia su lado que hacia el de los contrarios.
Por otro lado, los reservas tendrán un papel fundamental. Si bien hasta ahora Kidd ha repartido los minutos bastante equitativamente, es probable que los titulares cuenten ahora con más protagonismo. De ahí que sea necesario una segunda unidad que responda bien y que sea de garantías para los minutos que no jueguen los más habituales.
Y en último lugar, y en relación con la segunda unidad, destacarán los papeles que realicen Miles Plumlee y Andray Blacthe, que precisamente refuerzan la posición de pívots que se ha mencionado anteriormente. En este aspecto, han realizado buenos papeles sustituyendo a López y Garnett, pero ahora deberán canalizar la presión que supone jugar unos Playoffs y evitar que los nervios les hagan pasar una mala jugada que les cuesta caro a los de blanco y negro.
En definitiva, son muchos los factores que toman parte y que influyen en los Playoffs y pese a que los Nets deberán tener en cuenta los tres que se han mencionado, no deberán dejar de lado la consistencia, efectividad y estabilidad que les han caracterizado en este último tramo de la temporada y que les han hecho llegar a mediados del mes de abril en tan buen estado de forma.