Edición número 46 de la Super Bowl en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis donde se verán las caras New England Patriots como campeón de la AFC y New York Giants como campeón de la NFC. El choque no podría tener más morbo porque es la misma final de hace cuatro años, aquella en Arizona donde los Pats llegaban para culminar la temporada perfecta habiendo humillado a todos sus rivales durante 18 partidos y que perdieron en un épico partido donde los de Nueva York orquestaron un grandioso drive en los últimos segundos para llevarse su tercera Super Bowl. El ánimo de revancha se respira en el ambiente ayudado por la rivalidad de las ciudades de Boston y Nueva York. Ganen unos u otros, será la cuarta Super Bowl para la franquicia. Es la quinta Super Bowl que disputan los Patriots en once años, en la era Belichick-Brady y la segunda en cuatro de Eli Manning y Tom Coughlin.
Cuando tengan los Patriots la pelota se espera un festival ofensivo, así ha sido construido este equipo. Tom Brady tiene toda la responsabilidad de llevar a Boston su cuarto anillo y no tiene otra meta ahora mismo en su cabeza. Aaron Hernandez y Rob Gronkowski volverán a ser sus principales objetivos, dos tight ends que no suponen más que un dolor de cabeza para las defensas rivales, pero Gronkowski viene sigue lesionado en el tobillo con un esguince pese a que jugará el partido; habrá que ver de que manera afecta a su rendimiento. Con toda la atención sobre los tight ends, Wes Welker tendrá un gran peso en las rutas cortas, y Deion Branch, incluso Chad Ochocinco, pueden constituir el factor sorpresa especialmente en big plays. Si New England quiere ganar, no puede dejar que este partido se le valla a 50 pases de Brady, y ahí entra el juego de carrera que puede cobrar protagonismo a través de Stevan Ridley, más rápido que Green-Ellis de cara a la defensa de los Giants, sin descartar las carreras de TE Aaron Hernandez que ha tomado el mando en el backfield en los Playoffs.
La defensa de Nueva York es una de las mejores de la liga, pese a acabar 27ª en temporada regular, pero su rendimiento óptimo se ha visto en postemporada donde su temible trío de pass rushers, Osi Umenyiora, Justin Tuck y Jason Pierre-Paul, pueden convertirse en la peor pesadilla de un quarterback. Y eso es precisamente lo que quieren hacer, no dejar jugar a Brady y recordarle aquella Super Bowl de hace cuatro años donde ni siquiera completó la mitad de los pases. Esta retaguardia es una tarea muy dura para la línea ofensiva de los Patriots que ha tenido un gran comportamiento todo el año protegiendo a Brady, especialmente si no juega Sebastian Vollmer por lo que todo el peso del lado izquierdo queda para el novato Nate Soldier, con Pierre-Paul por ese lado.
Cuando tengan los Giants la pelota, se espera otro festival aéreo, es por eso que esta Super Bowl se puede calificar como una posible que llegue a muy alta puntuación. Eli Manning ha hecho su mejor temporada en cuanto a número y eso se debe a que ha mantenido la regularidad de forma más frecuente y al trío de receptores con el que cuenta: Victor Cruz, Mario Manningham y Hakeem Nicks. Nicks no estuvo en el partido de la semana 9 que los Giants se llevarón en Foxboro, aquel que rompía una larga racha de victorias en casa de New England, y aquello posibilitó que los Pats pusieran doble cobertura a Victor Cruz. El receptor Julian Edelman volverá a ser defensive back, pero si la secundaria de los de Boston quiere triunfar en ningún momento deben dejar solo a Edelman en la cobertura de Cruz, es algo realista, y desde luego Devin McCourty debe jugar el mejor partido de su carrera. La secundaria de los Patriots tiene que estar al mejor nivel posible como ha demostrado en Playoffs.
Una defensa que ha sido la segunda peor de la NFL pero que ha funcionado muy bien en situaciones extremas como la red zone, tercer, cuarto down y los últimos dos minutos. Habrá un bonito duelo entre la primera línea defensiva de los Patriots, muy pesada al mando de Vince Wilfork, y la línea ofensiva de los Giants con Snee o Boothe, entre otros. Complicado que sea el día de Brandon Jacobs para romper esa línea, pero New York puede buscar las carreras exteriores con Ahmad Bradshaw para burlar el peso de la defensa, pese a que el corredor está lesionado y la línea de linebackers ha encontrado playmakers en Jerod Mayo y Brandon Spikes.
Sea como se desarrolle el encuentro, nos espera una de las mejores Super Bowls de la historia, puede que la primera que llegue al tiempo extra, donde podemos ver alguna que otra trick play ya que estamos ante dos discípulos (Belichick y Coughlin) de Bill Parcells, un duelo entre Brady y Manning donde el primero puede ser catalogado el mejor jugador de todos los tiempos.