Va a ser complicado volver a vivir una noche como la del sábado en Rio de Janeiro. Los cariocas sacaron sus mejores galas para recibir a la empresa lider de las MMA y no se arrepintieron. Hacía tiempo que un evento no estaba rodeado de esa atmósfera mágica en la que público y luchadores dan el 100% el uno por el otro. Incluso Dana White dijo en una entrevista: «es una noche para el recuerdo. Nunca había visto a unos fans tan entregados. La prensa brasileña ha sabido adaptarse y entender el deporte a la perfección. Los américanos deberían tomar nota». Cuando le preguntaron si tenían pensado volver el año que viene a Brasil comentó: «Sin duda. Nos han recibido con los brazos abiertos y nuestra idea es hacer un evento en Manaus para 100.000 personas y llenar un estadio de fútbol». Veremos como se desarrollan los acontecimientos. Pero entremos en harina, toca analizar el evento principal.
Como suele hacer UFC cuando organiza un evento en tierras extranjeras, el cartel principal estaba lleno de luchadores nativos. La primera pelea fue entre un debutante, Stanislav Nedkov y el brasileño Luiz Cane. En principio el combate debía ser fácil para Cane: jugaba en casa y el oponente era nuevo y sin experiencia dentro del octógono. Y la cosa comenzó bien, Cane metía buenas manos y mantenía a raya al búlgaro sin demasiados problemas. Pero a mitad de round la cosa se torció. Nedkov lanzaba puños por encima de la defensa del contrario y empezó a sentirse mas agusto en la jaula. Menos de un minuto antes de terminar el round, unos de los puñetazos de Nedkov conectó y Cane perdió el equilibrio. A partir de ahí, Stanislav descargó todo lo que tenía y el árbitro tuvo que parar el combate. La noche empezaba entretenida y con sorpresa.
Después empezaron a llegar las leyendas del deporte. Antonio «Minotauro» Nogueira, uno de los iconos de este deporte, campeón tanto en Pride como en UFC, se jugaba su futuro ante Brendan Schaub. El brasileño llevaba año y medio sin pelear, desde que el actual campeón, Velasquez, le dejara KO en UFC 110. Schaub, por su parte, llegaba con una buena racha de victorias, la última de ellas por KO ante Mirko Filipovic. Aunque todos esperaban que Minotauro intentara llevar al americano al suelo, lo único que vimos fue boxeo. Se dedicaron a intercambiar golpes con mayor o menor punteria y parecía que Nogueira estaba recibiendo más de lo que daba. Pero esto es MMA, y si pelea alguien como el brasileño puede pasar cualquier cosa. Cuando se llevaban 3 minutos de round, Schaub recibió dos manos seguidas de Nogueira que le mandaron a la lona. Minotauro le dio otro golpe para confirmar que estaba fuera de combate y el árbitro detuvo la pelea. Hacíaa tiempo que no se veía gritar de ese modo al público por la victoria de un luchador, pero la ocasión lo merecía.
El bonus de Fight of the Night se lo llevó el Barboza vs Pearson. No sorprendió a demasiados ya que muchos apostaban por ello desde que se dio a conocer el cartel. El ganador de la 9ª edicion de The Ultimate Fighter llegó a Brasil con un récord de 4-1 en UFC y siempre cumplía las expectativas. El sábado no defraudó, aunque cuando en frente tienes a uno de los valores en alza de las MMA todo es un poquito mas fácil. Fue la única pelea que duró 3 asaltos y digna del bonus que consiguió. Buenas patadas, grandes puñetazos y dos hombres dándolo todo dentro del octógono. Finalmente Barboza se llevo la victoria por decisión dividida, es uno de los grandes prospectos de las MMA, y desde Sports Made in USA os recomendamos que sigais su carrera en el futuro.
Siguiente leyenda a escena, Mauricio «Shogun» Rua. En frente: otra figura del deporte, el hombre que consiguió poner en el radar de USA a las MMA, Forrest Griffin. Era una revancha del debut de Rua en UFC hace cuatro años cuando perdió por sumisión ante el americano. Es uno de los luchadores mas entretenidos que hay, todas sus victorias en UFC han sido por KO y se ha ganado el cariño y apoyo de la gente gracias a su coraje y su estilo explosivo. Aunque ante Jones recibió una paliza de las que hacen época el brasileño supo reaccionar y mostraba un estado físico excepcional. Griffin por contra parecía que no estaba centrado. Se movió poco y sin ganas. Es cierto que el americano espera un hijo y es conocida su aversión a salir de su casa de Las Vegas, pero la pelea del sábado fue de lo peor que se ha visto de él. El combate no llegó a los 2 minutos y el orgullo de Griffin quedó muy tocado. Shogun, en cambio, vuelve a la senda del triunfo y vuelve a ser candidato al título.
La última de las leyendas de este artículo. Quizás el mejor luchador de MMA de la historia, rivalizando con Fedor Emelianenko (que comience el debate). Anderson Silva. Imbatido en UFC, ha limpiado su división y se ha paseado de visita por otra. Imprevisible, con un striking increíble y toda una celebridad en este mundo. Enfrente Okami, japonés, aburrido y el último que ganó a Silva, por descalificación eso si. Había voces (como la de Chael Sonnen, bocazas, maleducado y más cosas que no escribiremos) que vaticinaban una victoria del japonés por el simple hecho de que era más fuerte que el brasileño. Grave error y además sin ningún fundamento. Silva tanteoó el primer round y destruyó en el segundo. Se llegó a poner delante de Okami con las manos en la cintura invitándole a pegarle y el japonés no hizo nada. Pero con un jab Anderson le mandó al suelo. Le dejó levantarse de nuevo, pero parecía que estaba tocado, como humillado y derrotado, aunque eso último es probable que lo trajera de casa. En fin, Silva volvió a enchufar otro golpe y Okami besó la lona otra vez. Se acabó la pelea. Anderson lo celebró subiéndose a la jaula, Ronaldo (el futbolista) pegando saltos con su barriguita cervecera y el público coreando el apellido del ganador. El futuro de Silva puede que sea Henderson como ya comentamos, pero tendrán que pasar un par de semanas para que se empiecen a dar mas detalles. En resumen una gran noche.
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