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Kyle Busch volvió a demostrar anoche que de una manera o de otra siempre es el primer candidato a la victoria. Después de provocar él mismo una bandera amarilla en la vuelta 51 y de conducir un coche aparentemente más lento que el de los líderes, Busch se supo reponer para adelantar a Clint Bowyer, liderar las últimas 7 vueltas y lograr su tercera victoria consecutiva; con esta ya suma un total de 28, las mismas que lograron Mike Skinner y Jack Sprague en su día y que le colocan como el segundo piloto en la historia de los Trucks, aun algo lejos de las 47 de Ron Hornaday Jr. Además, Busch suma ya 97 carreras ganadas entre las tres categorías, lo que equipara sus números con los de Dale Earnhardt y Darrell Waltrip, aunque obviamente estos dos consiguieron la mayoría de sus victorias en la máxima categoría.
Sin embargo, muchas de las miradas en la carrera de ayer estaban puestas en el debut de Kimi Räikönen, quien después de unas duras sesiones de jueves y viernes, partía desde una modesta 31ª posición. El campeón del mundo de Fórmula 1 ganó sus posiciones bajo bandera amarilla, y la caution provocada por Busch le permitió acabar en una mejorable aunque prometedora 15ª plaza.
Las primeras diez posiciones las acabaron de completar Bowyer, Cole Whitt, James Buescher, Ron Hornaday Jr., Johnny Sauter, Austin Dillon, Parker Kligerman, Justin Marks y Brad Sweet. Timothy Peters, el hombre que salía desde la Pole en su 100ª carrera, lideró las primeras 30 vueltas, pero perdió el control de su coche en la 62 y tuvo que abandonar por segunda carrera consecutiva.
De esta manera, el Rookie Cole Whitt se coloca como líder de la general, y es nada menos que el primer Rookie y el piloto más jóven en lograrlo; pilotos favoritos como Matt Crafton, Todd Bodine o el propio Peters sufrieron el resbaladizo asfalto de Charlotte y pierden bastante ventaja respecto a la cabeza de clasificación.
