Un Staples Center lleno con más de 18.700 personas se dieron cita para ver como los Angeles Kings intentaban poner fin a esta final de la Stanley Cup ante unos New York Rangers que gracias a un gran Lundqvist seguían vivos tras el anterior partido.
Los Kings salieron a por todas en este partido para no dar esperanza a una remontada por parte de los de Nueva York. En poco más de cinco minutos del primer periodo, los locales hicieron trabajar a Lundqvist en varias ocasiones con los disparos de Doughty, Alec Martinez, Willie Mitchell y Dwight que el sueco lograba desbaratar. Los Kings hicieron real ese dominio en esos minutos cuando Justin Williams hacía el primero tras una contra en la que el disco quedaba suelto cerca de la pintura azul de Lundqvist y en una montonera de jugadores y rechaces, Justin hacía estallar en júbilo el Staples. Martin St Louis sería el primero en avisar por parte de los Rangers y Brad Richards haría trabajara Jonathan Quick tras lograr disparar a puerta entre un tumulto de jugadores.
En el segundo periodo los visitantes parecieron entrar más serios en el hielo aunque fueron los Kings los que volvieron a crear las oportunidades más claras. En un mal despeje de los Rangers, Tyler Toffoli recogía el disco en la línea azul de su rival y disparaba para poner en apuros a al portero de Nueva York. Pero llegó la remontada de los Rangers para poner el nerviosismo en Hollywood. Chirs Kreider lograba el empate tras un powerplay a favor Nueva York para que poco después a falta de 10 segundos, Carl Hagelin robara el disco en el medio del hielo para asistir a Brian Boyle que patinaba para poner el 2-1.
El tercer periodo fue de lo más físico a sabiendas de lo que se estaban jugando los dos equipos. Aquí es donde Henrik Lundqvist trabajó a fondo para dar esperanzas de vida a los Rangers, pero a los ocho minutos Marian Gaborik hacía el empate tras una jugada en superioridad numérica. En el último minuto el sueco salvaba a su equipo tras parar los disparos que Trevor Lewis y Tyler Toffoli. El partido se iba al overtime por tercera vez en esta serie.
Un overtime que resultó ser de lo más espectacular de las series de este año. Tras todo un año de patinaje, más unos Playoffs duros por parte de los dos equipos y una serie final muy fisica, el espectáculo de estos dos tiempos extras fue extraordinario. Sin duda la suerte de este partido pudo caer de cualquier lado pero los Rangers pudieron poner fin al partido con los disparos al poste de Ryan McDonagh y Girardi y luego una escapada de Chirs Kreider para terminar con una clara oportunidad de Rick Nash que con Quick batido, el disco golpeó en el stick de Slava Voynov. Los Kings defendieron un powerplay en contra que en el Staples se celebró con una gran ovación. Pero llegó el minuto 14 y en una contra de tres contra dos, los Kings movieron el disco con precisión pasando de Kyle Clifford a Tyler Toffoli que disparaba para que Lundqvist despejara y llegara el disco a Alec Martinez que anotaba a puerta vacía para poner el delirio en el Staples Center y poner fin a la temporada y dar la segunda Stanley Cup en tres años para el equipo californiano.
Las estrellas del partido fueron para Alec Martinez y Marian Gaborik de los Angeles Kings y Dan Girardi de los New York Rangers. Jonathan Quick terminó el partido con 28 paradas y un SV% 0.933 y Lundqvist con 48 paradas y un SV% 0.941. Sin duda una exhibición en estos dos últimos partidos del portero de los Rangers.