Volvemos a la carga con el serial de «acontecimientos sospechosos» que han tenido lugar en el deporte yanqui. Si bien en la primera entrega hablamos sobre los sucesos de las series Lakers-Kings, esta vez pasamos al fútbol americano, pero no a cualquier partido, vamos al fútbol americano con mayúsculas, en su máxima expresión: la SuperBowl.
Sí, ni el partido más importante del año se libra de las sospechas de amaños, en este caso hablaremos de los hechos acontecidos en ls SuperBowl III, en el año 1969, cuando todavía AFL y NFL eran dos ligas paralelas que convergían en la SuperBowl, también llamado por aquel entonces AFL vs NFL match. El campeón de la AFL eran los New York Jets, y el de la NFL, los Baltimore Colts. Días antes de la final, el quarterback estrella de los neoyorquinos, Joe Namath, hizo las siguientes declaraciones:
–«Vamos a ganar el domingo, lo garantizo».
Por aquel entonces ambas ligas estaban considerando la posibilidad de fusionarse y así formar una única liga más grande y potente, pero claro la AFL jamás en los 2 años anteriores había ganado la competición y debía demostrar su valía, sus equipos fueron derrotados por Green Bay, con amplios marcadores. Así pues, a todos les convenía que los Jets ganasen, tendrían una liga mayor, con más patrocinadores, más ganancias, mayor cobertura televisiva, en fin más dinero para todos.
El propio Bubba Smith, que jugaba en los Colts por aquel entonces, dijo años después las siguientes palabras:
–«Aquella SuperBowl que perdimos por nueve puntos, era en el año crítico para la AFL».
–«El partido me extrañó. Todo estaba fuera de lugar. Pensé que tal vez fuese porque a mi entrenador, Don Shula, le iban a echar, pero no creo que esa fuese la razón. Aun hoy no sé si alguno de mis compañeros estaba metido en la «conspiración» «.
La realidad es que el equipo que mejor llegaba de los dos eran los Colts, que llegaron con un récord de 13-1, y atropellaron 34-0 a Cleveland Browns en la final de la NFL. Por su parte los Jets con un 11-3, superaron a los Raiders por un estrecho 27-23 en la final de la AFL.
En el partido «sospechoso», los Colts cometieron cinco turnovers, tres de ellos fueron intercepciones, y una de ellas en especial fue muy sospechosa: el receptor de los Colts Jimmy Orr estaba solo cerca de la end zone rival, pero el quarterback decidió lanzársela al runningback, el pase fue malo y el safety jet lo interceptó.
Tras la publicación de la autobiografía de Bubba Smith (Kill, Bubba, Kill), en la que exponía su teoría de que los Colts se dejaron ganar, Don Shula fue preguntado al respecto, a lo que respondió: «Creo que es ridículo que yo hable de ello».