Los nº 1 de cada conferencia no sufrieron la temida pájara del first-round bye y no dieron ninguna opción a sus rivales con victorias incontestables, lo que les pone en la Final de sus respectivas ligas en sus propios domes. Los Vikings fueron el tercer equipo con descanso la primera semana de postemporada que no sufrió tal parada, y los Jets son el sorpresón de estos Playoffs.
El mejor ataque de la NFL está de vuelta
No podía empezar peor el partido para los Saints cuando en la primera jugada Tim Hightower corría 70 yardas hasta la end zone. Pero los de Louisiana, lejos de encogerse ante un impactante big play inicial, sacaron a relucir esa ofensiva prolífica que puso a la franquicia un balance de 13-0 a falta de tres semanas por terminar la temporada regular. «Teníamos un plan y no nos movimos de eso«, declaró Drew Brees ante los medios; New Orleans tenía 59:41 por delante, una ruidosa afición como apoyo y su versátil ataque que ya en el primer cuarto anotó tres touchdowns de forma consecutiva.
Los Saints sólo necesitaron treinta minutos para finiquitar a los Cardinals. Al descanso se iban con 35-14 en los rótulos del Superdome (récord de puntos combinados en partido de Playoffs), 307 yardas totales, dos turnovers visitantes que acabaron en el siguiente drive en anotación y el QB Kurt Warner con un tremendo golpe en un bloqueo (que a la postre le mermó físicamente) tras lanzar su única intercepción del partido. «Jugamos con una secundaria muy tocada hoy«, comentó el head coach de Arizona Ken Whisenhunt, «los Saints supieron aprovecharlo«. Y es que la secundaria de los Cardinals se quedó sin Rodgers-Cromartie y Rolle. La defensa visitante fue incapaz de parar el rodillo de Drew Brees y compañía, especial mención a Reggie Bush.
El corredor de UT volvió a ser ese jugador explosivo y tuvo dos viajes a la end zone, uno de carrera de 46 yardas y otro de retorno de punt de 83 que ponía el 45-14 final y enviaba a New Orleans Saints a la segunda Final de Conferencia en la historia de la franquicia, primera en el Superdome. «No hay fans que se merezcan más un Campeonato que los nuestros. Nos dan fuerza, motivación y queremos ganar por ellos«, palabras de Brees. Arizona registra un récord negativo tras encajar 90 puntos en dos partidos consecutivos de postemporada y ya se habla de la posible retirada de Kurt Warner, aunque el QB de 39 años declaró: «no tengo ninguna fecha predeterminada, tengo algunas ideas pero sólo eso«.
Adiós a los fantasmas
Un cuarto es lo que pudo contener la defensa de los Ravens el brazo de Payton Manning. Los dos últimos minutos antes del halftime fueron la clave de todo el partido. Primero, el cuatro veces MVP orquestó un drive meticuloso para acabar lanzando a Austin Collie un pase de touchdown de 10 yardas; y segundo, tras Baltimore no conseguir avanzar y chutar la bola, Manning se guisó una serie habitual de pases con el reloj apretando para terminar lanzando a Reggie Wayne 3 yardas a la end zone. Tiempo de descanso e Indy había dado un paso de gigante para cerrar el partido en 120 segundos. «El mito de que no puedes ganar después de un bye week nunca me lo he creído«, afirmaba Payton en la rueda de prensa. Los Colts estaban 0-3 en Divisional Playoff en Indiana.
Controlar el reloj, correr la pelota, blitzs a Manning y ganar la batalla de los turnovers era la fórmula de Baltimore y ninguna se cumplió. La rápida primera línea de la retaguardia local redujó el juego terrestre Raven a 87 yardas después de la exhibición sobre el suelo en la Wild Card contra New England; las cargas de la defensa de los ‘cuervos’ fueron perfectamente leídas por Manning que se limitó a lanzar pases cortos y a varios receptores; el pasador Colt estuvo siempre efectivo y cerró el choque con 30/44, 246 yardas, 2 TD y 1 INT; y los Ravens volvieron a cargar a sus espaldas la losa de las penalizaciones en los momentos claves. «No hemos jugado lo suficente en este partido y ante este equipo«, afirmó el head coach visitante John Harbaugh.
20-3 final que llevará el partido decisivo de la Conferencia Americana al mismo Lucas Oil Stadium el próximo domingo. Otro que la derrota le invita a la retirada es al safety Ed Reed, que interceptó a Manning por cuarta vez en su carrera, cuando declaró ante los micrófonos que «la posibilidad de jugar el año que viene está 50/50«.
Suficiente con Favre y la defensa
Tanto el veterano quarterback de 40 años como la defensa de los Vikings realizaron un espectacular partido que se cerró con un marcador final de 34-3. Favre completó 15 pases de 24, lanzó 234 yardas y 4 TDs (récord de su carrera en postemporada), tres de ellos a Sidney Rice que finalizó el choque además con 141 yardas de recepción. Es la primera vez que el QB gana a la franquicia de Dallas en postemporada tras un balance de 0-3 (derrotas en el 93, 94 y 95 con Green Bay) y demuestra, de paso, que sigue siendo mágico y está dispuesto a ganar la Superbowl. «Esto es por lo que volví y esto es lo que este equipo esperaba«, dijo Favre ante los micrófonos de la prensa. El QB volverá al Superdome de Nueva Orleans (para la Campeonato de la NFC) donde ganó con los Packers su única Superbowl en 1997.
Fue un duelo entre equipos de similares características en el que el más sólido ante el fuego del Playoff Divisional no se derritió. La defensa de Minnesota acosó a Tony Romo una vez tras otra, golpeándolo y derribándolo, lanzando incómodo dentro o fuera del pocket, siendo el TE Jason Witten (10 recepciones) su único blanco de pase en la mayoría de las ocasiones. Hasta seis sacks recibió el pasador de Dallas (tres de Ray Edwards, que se retiraría lesionado en los minutos finales) de una retaguardia local que ganó la partida a la línea ofensiva Cowboy en todo momento. «Es bastante obvio que hicieron un gran trabajo con la presión, tienen todo el crédito«, comentó Romo en la rueda de prensa.
Minnesota controló el tempo y la iniciativa del partido desde el primer cuarto impulsado por la bulliciosa grada del Metrodome. El habitual juego de carrera de las últimas semanas de los tejanos no funcionó limitado a 92 yardas, DeMarcus Ware fue sensacionalmente reducido y la batalla de los turnovers cayó del lado Viking. Tres pérdidas de balón cometieron los Cowboys, todas ellas de las manos de Tony Romo, 2 fumbles (más otro recuperado) y 1 intercepción. Los Vikings se plantan en la Final de la NFC por primera vez desde 2001 y ganan a su rival de Conferencia en lo que algunos llamaban durante la semana la revancha del famoso Hail Mary del Playoff divisional de 1975.
La paciencia es la madre de la ciencia
En San Diego, en un partido se vieron dos muy diferentes. En los primeros treinta minutos NY Jets acumuló 99 yardas totales en ataque y sólo consiguió 4 primeros downs; el reflejo de la poca efectividad de New York eran los seis drives jugados y los seis punts chutados. Mientras Philip Rivers había lanzado 159 yardas muy bien repartidas a siete receptores diferentes con el blanco predilecto del TE Antonio Gates (5 recepciones y 58 yardas) que aprovechaba los continuos blitzs sin éxito de la retaguardia visitante. Sin embargo, al descanso, los Chargers se marchaban con un insulso 7-0, los Jets habían minimizado el daño.
El (una vez más) inteligente guión trazado por el head coach de los neoyorquinos, Rex Ryan, empezaba a cumplirse en el tercer periodo. El mejor juego terrestre de la NFL martilleaba la defensa de San Diego, Mark Sánchez era más efectivo sobre todo en third downs y la retaguardia verde interceptaba dos veces a Philip Rivers. «Jugamos como un equipo campeón en el cuarto periodo«, dijo Ryan después del partido. La sorpresa se confirmó al principio del último periodo cuando el rookie Shon Greene corría 53 yardas hasta la end zone para poner 7-17 en el luminoso. En el siguiente drive, otro field goal fallado por el kicker Charger Nate Kaeding (0 de 3) sentenció a los californianos pese al amago con el 14-17 (resultado final). «Es especial para mí, pero tenemos que seguir trabajando«, palabras del Mark Sánchez que es el segundo QB rookie de la historia de la NFL en llegar a una final de conferencia (Joe Flacco fue el primero el año pasado).
Rex Ryan acertaba de nuevo una decisión, jugándose un 4&1 para finiquitar a San Diego, rompiendo su racha de once victorias consecutivas y dando el sorpresón de los Playoffs eliminando al equipo que muchos daban como favorito. «Wow, teníamos que hacerlo y así fue, el equipo hizo un gran trabajo«, comentaba en la rueda de prensa el descarado entrenador. NY Jets jugará la Final de la Conferencia Americana por primera vez desde 1999 y será en Indianápolis, donde derrotó a los Colts hace menos de un mes impidiéndole la temporada perfecta.