La histórica Bourbon Street y la ciudad entera de Nueva Orleans se echó a las calles festejando lo que es una auténtica alegría para una ciudad que todavía sufre las consecuencias cuatro años después del huracán Katrina.
Oh, when the saints go marching in/oh, when the saints go marching in/Lord, how I want to be in that number/When the saints go marching in. La canción que identifica a la ciudad de Louisiana que originariamente se tocaba en los cementerios, en los funerales, y que popularizó Louis Armstrong, deja de ser una pieza de tristeza, porque esa ciudad tiene un equipo campeón, New Orleans Saints, que derrotó a Indianapolis Colts por 31-17 en la Super Bowl XLIV.
Dos partes muy diferenciadas se pudieron ver en el Sun Life Stadium de Miami este 7 de Febrero de 2010, día de la cuadragésima edición de la Super Bowl. En el primer cuarto los Colts dejaron claro su condición de favoritos, contuvieron a los Saints en todo momento con la defensa rápida de esta postemporada y, en la ofensiva, Peyton Manning soltaba el brazo sin ninguna complicación a diferentes receptores para dejar el marcador en 10-0. Todo funcionaba en Indianapolis, hasta el habitual débil juego de carrera en manos de Joseph Addai, y los Colts culminaban un drive de 96 yardas (el más largo en la historia de la Super Bowl junto a uno de los Bears en 1985) con Manning lanzando a Pierre Garçon 19 yardas de touchdown. Todo iba según lo planeado para los azulones, hasta Dwight Freeney, duda hasta última hora, hacía un sack a Brees. «Estábamos moviendo bien la pelota y simplemente dejamos de anotar«, afirmó el head coach de los Colts Jim Caldwell tras el partido.
Pese al 10-6 con el que Indy se marchaba al descanso, la tónica del choque cambió en el segundo cuarto. New Orleans materializó 26 jugadas ofensivas frente a 6 de Indianapolis y, pese a ello, se encontraron con una tremenda retaguardia Colts en el momento en que el head coach de los Saints, Sean Payton, decidió jugarse un cuarto down a pie de la end zone rival con 10-3 adornando el marcador. El tiro le salió por la culata aunque la defensa Saints respondió en la siguiente secuencia y permitió a Brees y cia avanzar algunas yardas para que Garrett Hartley convirtiera su segundo field goal de la noche antes del descanso. El kicker terminó el partido con 3/3 entre palos, todos de más de 40 yardas, siendo el primer pateador en una Super Bowl en conseguirlo.
Una decisión que vale un Campeonato
El comienzo de la segunda mitad supuso una redención para Sean Payton después de la controvertida decisión de jugarse el fouth down en el segundo cuarto. El Dolphin Stadium se quedó con la boca abierta cuando Thomas Morstead chutaba un onside kick al comienzo de los segundo treinta minutos y los Saints recuperaban el ovalado tras una tremenda melé sobre el césped. Aquello iba a cambiar por completo la dinámica del encuentro e iniciaba el asalto de New Orleans al trofeo Vince Lombardi. «La segunda mitad jugamos mucho mejor, defensivamente tomamos grandes decisiones y el onside kick fue una gran jugada«, comentaba el head coach Sean Payton a los micrófonos de la NFL Network antes de la ceremonia de entrega del título. «Lo habíamos hablado durante la semana y en el descanso profundizamos. Los jugadores ejecutaron la jugada a la perfección«, concluía Payton sobre la jugada clave del partido.
Aprovechando el impulso moral del balón recuperado, en el siguiente drive, los de negro y oro tomaron el mando del partido con una secuencia genialmente ejecutada por Drew Brees que terminó con una habilidosa entrada en la end zone del RB Pierre Thomas. Sin embargo, Peyton Manning y los Colts no estaban dispuestos a encogerse ante la dinámica psicológica de los Saints, y contestaron en el siguiente drive reincidiendo con las carreras de Addai para terminar con un touchdown de 4 yardas. Otro field goal de Hartley dejaba en el marcador en el Miami Gardens de 17-16 para los Colts al terminar el tercer cuarto. Lo mejor estaba por llegar.
Drew Brees acumulaba minutos con la pelota en sus manos, especialmente con lanzamientos cortos y por el centro, y la defensa de New Orleans maniataba a Manning a pocas opciones de pase. La tónica del choque no hacía más que caer del lado Saints, y más cuando tras otra secuencia brillante, Brees concluía con el TE Jeremy Shockey 2 yardas de TD; quedaban menos de seis minutos para terminar el partido, pero Sean Payton no había terminado su envite valiente por el partido, ya que decidió jugarse un 2-points conversion ejecutado por Brees y Lance Moore y validado por los árbitros tras un challenge. 16-23 para los Saints y todo estaba en manos de Peyton Manning.
Se había hablado mucho en la previa del encuentro sobre si Manning sería el mejor jugador de la historia de la NFL si ganaba esta Super Bowl. Peyton manejó la ofensiva de Indy de forma impecable como siempre en todo momento, pero a medida que el partido avanzó en minutos, la retaguardia de New Orleans le tomó la medida y le limitó la efectividad, dejando peso de forma útil al juego de carrera de Joseph Addai. El drive que se suponía que era la contestación de Indianapolis terminó con Manning lanzando una intercepción en manos de Tracy Porter, que retornaba 74 yardas hasta la end zone de Indianapolis Colts para subir el 17-31 definitivo al marcador (con el extra point). Ni siquiera una última secuencia clásica de Manning que les llevó a las puertas de anotar pudo remediar la derrota de Indy en esta Super Bowl, a manos de unos New Orleans Saints tremendamente inspirados con el liderazgo de Drew Brees dentro del campo y Sean Payton desde la banda. «Esto es para toda la gente de Nueva Orleans y Louisiana«, comentaba el propietario de los Saints, Tom Benson. «Ellos se merecen todo el crédito porque siempre han estado detrás de nosotros apoyándonos«.
Brees fue nombrado MVP de esta edición con 32 pases completados (empatando el récord de Tom Brady en la SB 38) de 39 intentados, 288 yardas, 2 TD y ninguna intercepción. New Orleans Saints conquista así su primer Vince Lombardi en la primera aparición y «marchará» para las calles de Nueva Orleans en un par de días en una cabalgata que promente comulgar con el ambiente innato festivo de la ciudad y dar comienzo por anticipado a los famosos carnavales. «La fiesta va a ser una locura, no se si podré estar mañana en la rueda de prensa«, afirmaba Payton.