Por Carlos Encinas
La NFL es una industria de espectáculo deportivo por todo lo alto que pese a la creciente afición que genera en todo el mundo, no está exenta de los problemas y contratiempos que toda empresa pueda sufrir. El último, el convenio de la NFL y la NFLRA. Si una vez solucionado esto los fanes “footballísticos” piensan que todo es paz y armonía en el despacho del señor Goodell, están más que equivocados. Aquí mostramos siete problemas que todavía inquietan al fútbol americano.
El escándalo de los New Orleans Saints todavía trae de cabeza a los altos cargos de la liga. Las sanciones que impuso el comisionado Roger Goodell se le volvieron en contra en cierto modo ya que los jugadores apelaban que el comisionado no tenía derecho de suspender jugadores sobre violaciones de tope salarial. Goodell aún no se ha pronunciado y debería hacerlo rápido si surge un problema similar con algún equipo.
Si no se pronuncia sobre este tema con los Saints, no podrá aplicar similares decisiones a otras franquicias. Y hasta que no lo hagan, darán la sensación de indecisos e inefectivos.
2. Demasiadas demandas
En los últimos años, unos 3.000 ex jugadores de la NFL han demandado a la liga alegando que muchos equipos y médicos restaban importancia a los efectos a largo plazo de las conmociones cerebrales, hecho que ha causado numerosos problemas a los jugadores una vez ya retirados.
La liga ha presentado una moción para omitir estas protestas, pero aún así mantiene aún batallas legales con algunos ex jugadores. La NFL se podría estar jugando unos $10.000 millones.
3. Extender la regular season
Uno de los proyectos actuales más ambiciosos de los dirigentes del football es el de ampliar la liga regular dos partidos más. Esto supondría mayor espectáculo para los aficionados (32 encuentros extra) y un fortalecimiento y crecimiento (12,5%) en los contratos con las televisiones que retransmiten los encuentros. La otra cara de la moneda la protagonizan la NFLPA y los propios jugadores, quienes se oponen a esta iniciativa para preservar su salud y por su propio bien.
4. Lesiones
Precisamente la NFL debería hacer más hincapié en la salud y condición física de los jugadores si nadie quiere problemas a la larga. Estos problemas serían, por un lado, que los fanes se alejasen por ver lo perjudicial que puede ser este deporte para los rosters; y por otro, que el número de jóvenes “footballeros” en las universidades decayese por miedo a que una lesión grave pueda truncar sus carreras.
Las universidades no deben de desinformar a los futuros jugadores de la responsabilidad que tienen sobre el campo al emplear la dureza, sino quieren que la gente empiece a practicar deportes más seguros.
5. Demanda por el Salary Cap en 2010
La NFLPA ha interpuesto una demanda a la NFL alegando que habían puesto un límite salarial secreto de $123 millones. Como los equipos no tenían conocimiento de esto, los Cowboys y los Redskins sobrepasaron ese límite y la liga les sancionó posteriormente por infringir una norma que, oficialmente, no existía. Sí al final se les da la razón a los equipos, los jugadores implicados podrían adjudicarse hasta $4.000 millones en total.
6. Penalizaciones a Washington y Dallas
Aquí no acaba este problema para la NFL, pues también tiene un frente abierto con cada uno de los dos equipos implicados en este supuesto exceso del límite salarial en 2010. Los del DC tuvieron que reducir su límite salarial hasta $36 millones durante dos años siguientes, mientras que a los de Texas se le impuso lo propio con $10 millones para la actual temporada.
Ahora ambos equipos quieren recuperar su dinero. Han planeado demandar a la liga aunque aún no lo han hecho. Si la NFL determina que Dallas y Washington no fueron juzgados correctamente, ambos conjuntos podrían reclamar todas las pérdidas sufridas por estas decisiones.
Cuando accedió al cargo en 2006, se le presentaron tres frentes principales a los que acometer: dirigir a la liga durante las tres sucesivas negociaciones con los CBA, reforzar y hacer más estrictas las conductas de los jugadores y incrementar las ganancias de los dueños de las franquicias.
Las dos primeras cosas no le han ido del todo bien y los propietarios no han ganado más dinero del esperado. La peor parte se la está llevado con los jugadores, que lejos de mejorar la relación con ellos ha ido progresivamente a peor. Los jugadores están descontentos al ver que aplica un sobre control autoritario en el ámbito de las penalizaciones y suspensiones, ya que creen que muchas veces no les son aplicadas justa y proporcionalmente.
Otro tema que le sigue coleando es el del lockout de los árbitros, en donde los expertos creen que el tema se les fue de las manos y que la relación con los aficionados y jugadores se ha dañado aún más.
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