Indianápolis, ciudad de las 500 millas, ha vivido buenos años en la NFL, en su haber tiene dos Super Bowls, una como Baltimore Colts en 1970 y otra como Indianápolis Colts en 2006, perdiendo su tercera participación en el 2009 frente a los Saints de Brees. También han ganado tres campeonatos de conferencia y varios de división.
Por la franquicia de la herradura han pasado grandes jugadores, Johnny Unitas, Art Donovan, Marshall Faulk, Marvin Harrison, Edgerrin James, y como no, Peyton Manning. Un equipo con encanto, con un ataque muy sólido y con dos referentes en su historia, Unitas y Manning.
Hace tres años, más o menos por estas fechas, llegó como primera opción de Draft a los Colts el relevo de Peyton Manning, un joven jugador de Stanford, Andrew Luck hijo del jugador de los Houston Oilers Oliver Luck.
Luck es un ejemplo en el campo y fuera de él, un jugador de esos que podrían haber jugado en los 70, no es un ególatra, piensa en el equipo y su vida privada no es controvertida, y tan solo lleva dos años en la NFL. Sus estadísticas en liga regular son muy buenas. En sus dos temporadas ha tenido más de 3.800 yardas de pase, con un rating de 76.5 el primer año y de 87.0 en el segundo, sumando cada año 23 pase de TD y reduciendo a la mitad las intercepciones en el segundo año a 9. No es un scramble al uso, pero corre con el balón en las manos, 377 yardas en el segundo año 121 yardas más que el primer año y seis TD de carrera.
El principal problema de Luck han sido su partidos en Playoffs, su rendimiento baja y su equipo lo ha notado. El primer año solo jugó un partido en postseason y el segundo dos. Su rating baja al 70.2 y sus intercepciones aumentaron respecto a los touchdowns, 6-7.
Los Colts necesitan a Luck si desean aspirar al campeonato, no es que sean firmes aspirantes, la agencia libre les ha hecho perder a jugadores importantes como Bethea. Aun así es el tercer año de su quarterback titular y ya sabemos que es el año más importante para un jugador de la NFL, puede establecer los registros venideros del jugador, y aunque muchos analistas no creen que Luck pueda dirigir a los Colts a una Super Bowl, tiene todo lo necesario para hacerlo, lo único que se lo impide son sus malos registros estadísticos en Playoffs.
Otra de las incógnitas es el estado de Reggie Wayne, no se sabe si estará al 100%, por ello se ha fichado a Hakeem Nicks procedente de los Giants para poder suplir al veterano receptor, contando con Hilton, Brazil, Rodgers y aunque es tigh end, también con Fleener. Es un gran cuerpo de receptores.
El dilema en la posición de corredor es lo que más puede preocupar, si los Colts no tienen ataque por tierra no será un equipo completo, de ahí que Trent Richardson tenga una importancia infinita, como quede en un jugador del montón se acordarán toda su vida de ese traspaso.
Por otro lado está la defensa, se ha perdido a Bethea pero se ha renovado a Davis, se reforzará casi seguro en el draft con secundaria pero a partir de segunda ronda ya que traspasaron su primera ronda a los Browns.
Puede ser un buen sleeper el equipo de Pagano que ya demostró el año pasado que podían competir bien y encima saben reponerse tras adversidades. Los Colts a nuestro entender son los firmes candidatos para llevarse su división y para entrar en Playoffs, todo dependerá de si Luck es o no es una futura estrella en la NFL, este es su año para poder demostrarlo.