Cualquier persona en el mundo se ha sentido alguna vez «robado» en lo que a lo deportivo se refiere, y viendo lo sucedido en estos últimos años en los deportes mayoritarios en Europa, el papel del árbitro y sus decisiones está tomando una elevada importancia de cara al espectador y aficionado de un determinado equipo o deporte en general.
Pero, ¿a qué se espera para el uso de la tecnología?, ¿no sería así el deporte más justo? Dejando a un lado casos como las jugadas finales en la NBA o el ojo de halcón en el tenis, es obligado centrarse a lo que atañe al arbitraje dentro de la NFL para obtener una muestra fehaciente y comprobable de que el uso de la tecnología ayuda a los árbitros a realizar mejor su trabajo, y además le aporta a sus decisiones una validez casi absoluta y casi irreprochables.
Lo que llamaremos en el artículo justicia deportiva, en la NFL está presente de manera total y además con un éxito y reconociendo casi absoluto por parte de franquicias, jugadores y aficionados.
En el fútbol americano, todas las jugadas de anotación o turnovers son revisadas automáticamente por defecto con lo que se llama «Instant Replay», que es una repetición instantánea a modo de revisión realizada con diversas cámaras y ángulos, y que está a cargo de un asistente que se encuentra en el palco de prensa. Este medio facilita mucho la labor de los árbitros que se encuentran a pie de campo, ya que a menudo no son capaces de definir de manera total y correcta la jugada en cuestión.
El Instant Replay es clave en las jugadas antes mencionadas (anotación, turnovers) en las que su uso para confirmar la jugada es obligatorio, pero también se puede pedir la utilización de este en ciertas jugadas en las que un equipo considere que la decisión tomada por los árbitros del partido no ha sido la correcta. En este caso, el head coach del equipo en cuestión tiene derecho a pedir lo que se conoce como Challenge, petición que se realiza mediante el lanzamiento por parte de este de un pañuelo rojo, pidiendo de esta manera el uso del Instant Replay para que los árbitros analicen la jugada con un visionado de la propia con varias tomas y ángulos distintos para tomar así una decisión que ya si será definitiva. Si la decisión tomada es favorable al equipo que realiza la petición, no conllevaría la pérdida de ningún tiempo muerto y la jugada continuaría con su curso natural; en cambio si el equipo que pide el challenge no sale beneficiado de la decisión, además de perder el challenge, también perdería un tiempo muerto. Para realizar la petición de challenge, el equipo que lo solicita siempre debe de tener como mínimo un tiempo muerto de los tres que posee por cada parte.
Cuando se entra en lo que se conoce como el two minute warning, que son los 2 últimos minutos del 2º y 4º cuarto, la petición de Challenge no se podrá realizar, quedando así solo las revisiones automáticas de anotación o turnovers, o que el asistente de reproducción que se encuentra en el palco de prensa evidencie que hay que tomar uso del Instant Replay.
Cierto es que aun con este uso de la tecnología y los diversos medios de comprobación que tiene un árbitro de NFL, se cometen errores y fallos en diversas jugadas. Todos recordamos la jugada de la week 1 entre San Francisco y Green Bay, que a la postre le costaría un TD a los Packers por un mal arbitraje.
Pero en un alto porcentaje, el uso de estos medios tecnológicos ha dotado de una justicia deportiva muy elevada al futbol americano, ya que jugadas de anotación en las que la diferencia entre si es touchdown o no la marca unas mínimas pulgadas, este Instant replay ha conseguido resolverlas de manera satisfactoria, ya que todos (árbitros, espectadores en vivo en el estadio y telespectadores) ven las diversas repeticiones que van a llevar al Reffere a tomar la decisión final.