El pasado 8 de enero, Alabama le ganaba a LSU en el BCS Championship Game y se coronaba como el mejor equipo de football universitario de la temporada. O lo que es lo mismo, por sexto año consecutivo, un equipo procedente de la SEC se proclamaba campeón de la NCAA. Y es que la SEC ha sido la mejor conferencia de todo el panorama de college football en los últimos años, y no parece que éste sea un año en el que se vaya a romper esa tendencia. Alabama y LSU volverán a partir como los máximos favoritos a ganar la división, pese a haber perdido mucho talento en el último draft tienen plantilla más que suficiente como para mantener el nivel de la temporada pasada; Arkansas y South Carolina parten como los aspirantes al trono mientras que hay una tercera categoría de equipos sólidos que quizá no optarán a ganar la SEC pero pueden arruinarle las aspiraciones a cualquiera. En esta última categoría entrarían Texas A&M y Missouri, los dos nuevos equipos procedentes de la Big 12 que este año se estrenarán en la SEC con ganas de poner las cosas difíciles a sus rivales de división.
2011
Bowls (8-3)
- Independence Bowl*: Missouri 41 North Carolina 24
- Music City Bowl: Mississippi State 23 Wake Forest 17
- Meineke Car Care Bowl*: Texas A&M 33 Northwestern 22
- Liberty Bowl: Cincinnati 31 Vanderbilt 24
- Chick-fil-A bowl: Auburn 43 Virginia 24
- Outback Bowl: Michigan State 33 Georgia 30
- Capital One Bowl: South Carolina 30 Nebraska 13
- Gator Bowl: Florida 24 Ohio State 17
- Cotton Bowl: Arkansas 29 Kansas State 16
- BCS Championship Game: Alabama 21 LSU 0
* Estos equipos pertenecen a la SEC pero jugaron sus bowls como equipos de la Big 12
PREVIA 2012
La publicación del primer ranking de pretemporada confirma que la SEC es la mejor conferencia de todo el panorama universitario. Cinco son los equipos colocados entre los 10 mejores del AP Top 25 (Alabama en el #2, LSU en el #3, Georgia en el #6, South Carolina en el #9 y Arkansas en el #10); los Florida Gators son el otro equipo presente en el ranking, concretamente en el número #23. Y a priori todo debería transcurrir según este ranking.
Los favoritos en la división Este son los Georgia Bulldogs y los South Carolina Gamecocks, quizá éstos últimos partan con una ligera ventaja. Los Bulldogs tienen un buen ataque, liderado por Aaron Murray, y una defensa sólida con Jarvis Jones y Bacarri Rambo como principales piezas, pero la inesperada baja del runningback Isaiah Crowell después de ser detenido puede trastocar demasiado sus planes de ganar la división. Por su parte, South Carolina contará con la que probablemente sea la mejor unidad defensiva de la división a la hora de presionar al quarterback rival (la pareja de defensive ends formada por Jadeveon Clowney y Devin Taylor es de las mejores de toda la NCAA) y rezará para que Connor Shaw encuentre la regularidad como quarterback y, especialmente, para que Marcus Lattimore vuelva totalmente recuperado de su lesión; a poco que eso ocurra los chicos de Steve Spurrier deberían llevarse esta división. Por detrás vendrían los Florida Gators, un equipo con una fiel afición y un pasado ganador pero que aún tiene que forjar una nueva identidad como equipo después de la etapa ya finalizada de Urban Meyer y Tim Tebow; Will Muschamp tendrá mucho trabajo este segundo año si quiere devolver al equipo donde estaba hace no demasiado, especialmente en una parcela ofensiva que el año pasado se mostró bastante inoperante y que este año además ha perdido a uno de sus mejores jugadores en Chris Rainey. En el siguiente escalón de la división encontraríamos a dos equipos de los que no se sabe muy bien qué esperar. El primero son los Tennessee Volunteers, quienes parecen haber encontrado en Tyler Bray al quarterback que hace años que andaban buscando y, con la colaboración de Justin Hunter y Da’Rick Rogers (sin duda el mejor tándem de receptores en la SEC y quizá el mejor de toda la NCAA), tendrán un juego de pase temible; aún así, el equipo deja alguna que otra duda en el apartado defensivo y probablemente este año aún no está preparado para competir con los mejores, pero de buen seguro en un día inspirado puede ganarle a cualquiera. También los Missouri Tigers son un equipo incógnita, aparentemente son un equipo muy potente ofensivamente con un James Franklin que acaparará mucho protagonismo tanto pasando como corriendo, pero quizá les cueste mucho adaptarse a una conferencia mucho más defensiva que la Big 12, conferencia donde jugaban hasta la temporada pasada; la adición del mejor recruit de esta última temporada, el receptor Dorial Green-Beckham, seguro que les viene bien para mostrarse competitivos en su nueva conferencia, si es que saben usarlo como toca. Cerrando la división, tanto Kentucky como Vanderbilt están muy lejos de los otros equipos y, aparte de destellos que puedan ofrecer Maxwell Smith (QB, Kentucky) o Zac Stacy (RB, Vanderiblt), no parece que vayan a generar demasiada atención.
Pero si la división Este está interesante, la división Oeste promete muchas más emociones, y es que hasta tres equipos pueden luchar por ser los primeros. Alabama Crimson Tide parte con ventaja según el ranking, pero parece complicado que un equipo que ha perdido tanto jugador en el último draft (Trent Richardson en ataque, Mark Barron, Dre Kirkpatrick, Dont’a Hightower, Courtney Upshaw, Josh Chapman y DeQuan Menzie en defensa) pueda mantener el nivel tan alto mostrado en la temporada pasada; para ello Nick Saban y los suyos confiarán en que el esquema defensivo sea más importante que las piezas y en una línea de ataque excelsa (en la que destacan Barrett Jones, DJ Fluker y Chance Warmack) que haga mucho más fácil la maduración de AJ McCarron y la adaptación de Eddie Lacy a su nuevo rol de corredor titular. Peleando codo a codo con Alabama estarán los LSU Tigers, un equipo con sed de venganza tras perder el último BCS Championship Game precisamente a manos de los Crimson Tide. Son un equipo que también ha perdido talento, Morris Claiborne y Michael Brockers abandonaron el equipo vía draft mientras que Tyrann Mathieu (un jugador que este año debía ser un referente en la defensa de los Tigers tras haber quedado finalista en el último trofeo Heisman) fue suspendido para 2012 después de quebrantar reglas del equipo, pero también hay mucho talento en los jugadores que se quedan; merecen especial atención el safety Eric Reid y los defensive ends Sam Montgomery y Barkevious Mingo, pero no hay que perder de vista a los cornerbacks Tharold Simon y Jalen Collins, quienes se dice que son tan buenos como sus predecesores en la posición (Patrick Peterson, Morris Claiborne). Aún así, la actuación de LSU esta temporada no dependerá tanto de la defensa sino de cómo juegue su nuevo quarterback, Zach Mettenberger, un pasador mucho más clásico que Jordan Jefferson que sin duda cambiará por completo un ataque de los Tigers muy previsible en las últimas temporadas. Pero en este duelo entre Alabama y LSU este año sin duda también se van a colar los Arkansas Razorbacks y es que, pese al escándalo protagonizado por esta offseason Bobby Petrino que acabó comportando su destitución, los Razorbacks parecen un equipo muy competente y capaz de pelear con los mejores. Buena parte de culpa de eso la tiene el quarterback Tyler Wilson, quien se consagró la temporada pasada como uno de los mejores del panorama universitario llevando él solo el peso del ataque y haciendo que el equipo consiguiera un récord de 11-2 (únicas derrotas contra precisamente Alabama y LSU), pero si el equipo tiene aspiraciones reales de ganar la división es por la vuelta de Knile Davis, uno de los mejores runningbacks de la NCAA que no jugó en 2011 por culpa de una lesión en el tobillo; si Arkansas consigue encontrar un buen equilibrio entre Wilson y Davis tendrá un ataque muy completo que de buen seguro será capaz de plantarle cara a los dos monstruos defensivos que tiene como compañeros de división. A partir de aquí muy poco que contar. Auburn es un equipo claramente en descenso; el año pasado fue relativamente bueno teniendo en cuenta la baja de Cam Newton pero el equipo estuvo muy lejos de los de arriba, si a esto le añadimos la baja del coordinador ofensivo Gus Malzahn y del runningback Michael Dyer, éste último directamente expulsado del programa, tenemos que los Tigers deberían aspirar, como mucho, a colarse en alguna bowl relativamente importante y ganarla. También va a ser un año duro para los Texas A&M Aggies, un equipo que llega a la SEC a empezar una nueva etapa en la que ya no contarán con el quarterback Ryan Tannehill y en la que, pese a conservar jugadores de calidad como Christine Michael o Ryan Swope, probablemente tenga muchas dificultades para ser un equipo importante. Por último, los dos equipos de Mississippi son aparentemente los más débiles de la división. Los Mississippi State Bulldogs querrán volver al nivel mostrado en 2010 pero para ello deberán exigir más de su QB Tyler Russell mientras que los Ole Miss Rebels, que no pudieron ganar ni un solo partido de la SEC en 2011, buscarán mejorar su pobre rendimiento con la llegada del nuevo entrenador Hugh Freeze, un entrenador que sin duda dinamizará la parcela ofensiva del equipo.
Jugadores a observar
- Marcus Lattimore (RB), South Carolina. Es uno de los mejores corredores de la NCAA y, si se ha recuperado totalmente de la lesión que tuvo en 2011, probablemente será un firme candidato al Heisman. Las aspiraciones de éxito de South Carolina pasan inevitablemente por sus piernas.
- Tyler Wilson (QB), Arkansas. Es sin duda el motivo por el que Arkansas está en el mapa. Buena presencia en el pocket, toma buenas decisiones y lanza con potencia y precisión, está en la mayoría de quinielas para ocupar un pick muy alto en el próximo draft.
- Justin Hunter (WR), Tennessee. Receptor que combina perfectamente velocidad y corpulencia, es físicamente superior a la gran mayoría de cornerbacks a los que se enfrenta. Viene de una lesión grave de rodilla en 2011 y hay dudas sobre su durabilidad, pero cuando está sano es un jugador determinante.
- Jadeveon Clowney (DE), South Carolina. Es el jugador con más potencial de toda la SEC. En 2011, su año de freshman, consiguió 8 sacks y 5 fumbles forzados pero lo que más impresiona es ver con qué rapidez se mueve pese a sus 6’6″ de altura. Pese a tener rivales como Barkevious Mingo o Sam Montgomery, probablemente acabará el año como el mejor defensive end de la conferencia.
- Jarvis Jones (LB), Georgia. Pass-rusher muy explosivo, lideró la SEC en 2011 en sacks (13.5) y placajes por detrás de la línea de scrimmage (19.5). Su estilo de juego se asemeja bastante al de Von Miller. Probablemente sea drafteado en el top 10 en el próximo draft.
- Johnthan Banks (CB), Mississippi State. Cornerback muy completo, más físico que rápido pero con muy buen atleticismo. Es capaz de cubrir a los mejores receptores con bastante éxito, puede entrar al blitz de forma ocasional y también ayuda mucho en el run support. Será de los primeros cornerbacks en salir en el próximo draft.