Ohio State Buckeyes es una de las grandes universidades de la Big Ten y del college football. Los Buckeyes es la única universidad de la Big Ten que ha aparecido en la lucha por el título nacional en los últimos 15 años, llevándose el BCS Championship en el 2002 tras superar a Miami Hurricanes y perdiendo dos finales en el 2006 y 2007 ante Florida Gators y LSU Tigers, en lo que fue el inicio de la tiranía de la SEC en el BCS Championship. Para la Big Ten, una conferencia con un seguimiento similar al de la SEC y la misma capacidad para generar ingresos, es duro de ver como la diferencia en títulos entre ambas conferencias es significativo, mientras solo una universidad de la Big Ten ha luchado por el título, cinco de la SEC se han coronado como campeones nacionales. A fecha de hoy y tras el “escándalo” que se llevó a Jim Tressel, Ohio State sigue siendo la única esperanza de la Big Ten para optar al título nacional.
Con la llegada de Urban Meyer a Ohio State, tras un año desastroso entre la marcha de Tressel y la llegada de Meyer, en el que el equipo fue dirigido por Luke Fickell, los Buckeyes se han reencontrado con el camino de las victorias y los puestos altos del ranking. En su primer año Meyer llevó a los Buckeyes a un récord de 12-0, aunque no les sirvió de nada por estar “baneados” por la NCAA para postseason, con lo cual ni disputaron el título de la Big Ten, ni pudieron aspirar al BCS Championship. Pero esta temporada ya no existen esas trabas y Ohio State Buckeyes se perfila como de uno de los candidatos al BCS Championship junto a las universidades de la SEC (Alabama, Georgia, Texas A&M y LSU), PAC-12 (Oregon y Stanford) y ACC (Clemson y Florida State).
Del potencial que tiene Ohio State para aspirar al BCS Championship hemos visto una pequeña muestra estas primeras semanas de competición, ya que Braxton Miller se lesionaba en el primer drive ante San Diego State en la semana 2 y no volvió hasta esta semana ante Wisconsin. Tres partidos en los que los Buckeyes no han notado su ausencia y en los que su sustituto, Kenny Guiton, ha sido nombrado jugador ofensivo de la Big Ten en las semanas 3 y 4. El otro hueco que se ha llenado sin ningún problema ha sido el del runningback Carlos Hyde, que no ha disputado los tres primeros partidos por sanción y que Jordan Hall ha cubierto muy bien.
Braxton Miller y Kenny Guiton han manejado con soltura el ataque de los Buckeyes, con una línea de ataque que hasta el momento se muestra efectiva abriendo los huecos para la carrera y dando tiempo al quarterback para realizar el pase. En el ataque de los Buckeyes tiene más peso el juego de carrera que el de pase y se caracteriza en el ataque terrestre por apurar el momento de entregar la bola al runningback o quedársela el quarterback mientras se hace la lectura unas veces o engaño otras; situación que ya les ha dado algún que otro sobresalto en versión fumble. En el ataque aéreo Devin Smith es la principal baza para los quarterbacks, aunque debería hablarse en singular, ya que Braxton Miller tiene más que asegurada la plaza de starter. Ambos se muestran bastante precisos en el pase y no muestran problemas a la hora de lanzar en movimiento.
En el otro lado del juego, la línea defensiva se está mostrando relativamente solvente contra la carrera con Michael Bennett y Noah Spence que llevan dos sacks cada uno. Ryan Shazier es el linebacker estrella, acumula a estas alturas 26 tackles y 11 asistencias, pero tienen algunos problemas en la cobertura de pase. Aunque el cornerback All-American Bradley Roby lleva 2 intercepciones, el pasado sábado tuvo muchos problemas ante Abbraderis que firmó 207 yardas en 10 recepciones. No solo la secundaria deberá mejorar, sino que la cobertura que deben dar los linebackers contra el juego de pase debe ser también más eficiente, aunque este sábado les espera Northwestern #15, en lo que será el enfrentamiento más interesante de la semana 6 en la NCAA. Que Northwestern sea un equipo que se basa más en el juego terrestre que en el aéreo le da a los Buckeyes un margen para ajustar su defensa contra el pase. Si Ohio State supera a los Wildcats en este duelo terrestre tendrá un buen trozo de la división Leaders en el bolsillo tras haber ganado la semana pasada a Wisconsin y con solo Michigan esperándoles en la última semana y en un duelo que podría repetirse días después con el título de la Big Ten por medio.