Dar de sí, formar la caja, romper, ablandar, son múltiples las formas de las que se puede hablar para adaptar un guante de béisbol nuevo a la mano del jugador y, posteriormente, a la pelota. Para conseguir ese acabado desgastado y que suponga una extensión sensible de nuestra mano lo hemos pisado, machacado a bolazos, aplastado, los típicos trucos, pero he aquí algunos consejos fruto de las técnicas insospechadas que siguen algunos jugadores de las Grandes Ligas.
Aaron Rowand (Giants): «primero lo humedezco, lo hundo bajo el grifo para que el cuero coga humedad. Y después lo meto en el microondas como un minuto. Es ponérselo nada más sale y empezar a coger bolas de la máquina». No es el único que utiliza electrodomésticos para conseguir un buen acabado en su guante. El extravagante Torii Hunter (Angels) también utiliza el microondas: «yo puse el guante en el microondas como treinta segundos y en realidad me siento mucho mejor. Me quedé como que ojalá pueda hacer esto cada spring training. En realidad aprendí que si dejas el guante un minuto en el microondas, empieza a cocinarse e incluso te lo puedes comer». Como bien dice Hunter, no es adecuado dejar el guante más de sesenta segundos en el aparato o te pasará lo mismo que a Doug Mientkiewicz (sin equipo), se te fundirá todo el cuero.
Lejos de los microondas pero utilizando fuertes dosis de calor, Stephen Drew (Diamonbacks) sigue los pasos que le enseñaron sus hermanos J.D. y Tim metiendo el guante bien rociado de crema de afeitar dos o tres minutos a 300 grados en el horno. Parece que la clave es el calor y la presión. Chone Figgins (Mariners) afirma que alguien le dijo cuando era pequeño que lo mejor era ponerlo en el motor del coche, y sino golpearlo varias veces con el bate. El método del bate ya se acerca a las formas tradicionales, todo lo anterior es otra forma de maltratar el guante que como bien dice Jack Wilson (Mariners) «no hay que tenerle ningún respeto hasta que se utiliza en un partido».
Siempre están las maniobras clásicas, ponerlo debajo de la pata de una mesa como dice Hunter que hacía antes de descubrir el método-microondas, lanzarlo repetidamente contra una pared como hace Howie Kendrick (Angels), o simplemente coger la bola una y otra vez, desgastarlo por el uso, como hace el ace Tim Lincecum (Giants). Quizás el método más simple es el que utiliza Wilson que afirma que lleva el mismo guante desde hace seis temporadas; eso sí que es un guante bien ablandado. Normalmente, los jugadores utilizan un par de guantes por temporada. Aunque más sencillo es lo que hacía Ken Griffey Jr. (retirado), «se lo envío a mi padre».