Quedan dos semanas para el All-Star de Houston 2013 y para ir abriendo el apetito, queremos repasar los mejores momentos que nos ha dejado el fin de semana de las estrellas desde a lo largo de la historia. Esta es la primera entrega de las tres que podréis leer semanalmente hasta que llegue la esperada cita de este año.
15. El All-Star Game de 1977
La historia de los All-Stars se remonta a 1951, año en el que se disputó el primero en el Boston Garden. Aún así, para muchos el del año 77 fue el primero tal y como todos conocemos hoy en día. La ABA se había extinguido el año anterior y sus estrellas jugaron junto con las de la NBA en un mismo All-Star Game. Este partido se jugó en el Milwaukee Arena con victoria para la Conferencia Oeste por 125-124.
14. Cuatro Pistons jugando a la vez
Un insólito hecho tuvo lugar en el All-Star del año 2006, precisamente en Houston, cuando Flip Saunders decidió alinear a cuatro jugadores de los Detroit Pistons, equipo al que entrenaba por aquel entonces, al mismo tiempo sobre el parquet. Rasheed y Ben Wallace, junto con Cahuncey Billups y Richard Hamilton ayudaron a remontar un partido que se le había puesto complicado al Este. Ahora lo podemos recordar como un bonito homenaje para el equipo de Michigan, el cual era uno de los mejores equipos de la liga en esos años y llegó a culminar su proyecto con un anillo más que merecido en 2004.
13. El pase con el codo de Jason Williams
“Chocolate blanco” Williams era un base de una calidad excepcional que dejó huella en la liga y en los equipos por los que pasó. Su buen trabajo y constancia le llevaron a ganar un anillo con Miami Heat 2006. Probablemente esa no sea su imagen más recordada y sí la del partido de Rookies vs. Sophomores de 2000, en donde se inventó una asistencia con el codo por detrás de la espalda a Lafrentz que quedará para la posteridad. Fue un pase de una calidad igual o superior a la de una tableta de chocolate blanco…
12. T-Mac alíandose con el tablero
En el baloncesto hay muchos factores externos más allá del balón y el aro que influyen en el juego de un modo determinante. Un tiro sobre la bocina, un rebote que valga un partido, el empuje de la afición… Lo que Tracy McGrady nos enseñó en el All-Star de 2002 es que el tablero también cuenta y que es una de las mejores maneras de solucionar un ataque de un modo rápido y eficaz. Se marcó este pedazo de mate al que la defensa del Oeste sólo pudo admirar y contemplar.
11. Spud Webb gana el concurso de mates de 1986
Tan sólo levantaba 1’70m del suelo pero para él nada era imposible. Seguramente alguno de nosotros mida más que él y siempre hemos soñado con hacer mates imposibles que nunca nos han salido. Pese a que Spud no era un jugador alto para jugar al baloncesto, tenía un potentísimo salto que le permitía llegar al aro sin problemas. Tanto, que se llevó el concurso de mates de 1986 por delante de Dominique Wilkins y Michael Jordan. Casi nada. Tras toda una vida escuchando aquello de “eres demasiado bajo para esto”, decidió demostrar cuánto valía donde le gusta hablar a los jugadores, en la cancha.