Hace un tiempo escribí que hay futuro para los peloteros «excluidos» de MLB y sobre el auge el mercado asiático de contratar buenos «importados» para mejorar el nivel de las ligas. En esa primer entrega en enfoqué en la KBO League de Corea del Sur. Pero si hablamos de béisbol en Asia es sinónimo de Japón y su liga la Nippon Professional Baseball (NPB).
Japón es un mercado muy tentador por la buena remuneración que ofrecen sus organizaciones a los peloteros importados. Es el destino de jugadores sin lugar en el 25-man roster de la gran carpa, y que pasan la mayor cantidad de la temporada en AAA cobrando la miseria de $2.400/7.000 mensuales.
La NPB
La Nippon Professional Baseball comenzó a disputarse en 1950, con ocho equipos y con un formato de dos ligas: Chunichi Dragons, Hanshin Tigers, Yomiuri Giants y Shochiku Robins se alinearon en la Central League, y por su parte Hiroshima Carp, Kokutetsu Swallows, Nishi Nippon Pirates y Taiyō Whales participaron de la formación original de la Pacific League.
Con el paso de los años, algunos equipos se fueron sumando, otros se disolvieron y actualmente los dos circuitos quedaron conseis franquicias por lado. La Liga Central está integrarada por: Chunichi Dragons, Hanshin Tigers, Hiroshima Toyo Carp, Tokyo Yakult Swallows, Yokohama DeNA BayStars, Yomiuri Giants. Su contraparte del Pacífico esta formada por: Chiba Lotte Marines, Fukuoka SoftBank Hawks, Hokkaido Nippon-Ham Fighters, Orix Buffaloes, Saitama Seibu Lions, Tohoku Rakuten Golden Eagles.
La temporada regular se desarrolla en 144 juegos, se realizan juegos de interligas entre ambos circuitos, los Hokkaido Nippon-Ham Fighters de la ciudad de Saporo,son los campeones de la «Pacífico» y monarcas de la pelota japonesa puesto que vencieron en cuatro partidos al Hiroshima Toyo Carp (campeón de la Liga Central), en la Japan Series.
La liga por dentro
En el año 2016, la liga reportó ingresos por $1.300 millones y un movimiento financiero general a través de operaciones diversas de cerca a los $10.000 millones. En la temporada pasada la NPB estableció un récord de asistencia a sus parques con 24.981.514 aficionados. Dos equipos de la Liga Central lideraron la competición en asistencia; por un lado los Yomiuri Giants superaron los 3 millones, una media de 41.724 fanáticos en el Tokyo Dome, y los Hanshin Tigers no se quedaron atrás ya que 2.910.52 personas pasaron por las boleterías del Hanshin Koshien Stadium llegando casi 41.000 espectadores por encuentro.
«MLB es un negocio y su meta no es otra que producir la mayor cantidad de dinero posible a cambio de brindarle un gran espectáculo a sus fanáticos. La NPB, por el contrario, es un medio publicitario. Su principal objetivo no es producir dinero ni alcanzar un alto nivel de excelencia deportiva, sino promocionar la imagen de las empresas que patrocinan la liga.» –Claudio Rodríguez (director de la web beisboljapones.com).
Actualmente, el sueldo promedio de un jugador en la NPB ronda los $400.000; dos «importados» y un japonés figuran entre los mejores pagados de la liga con un sueldo anual de $4.580.000: el infielder venezolano Ernesto Mejía (Saitama Seibu Lions), el relevista estadounidense Dennis Sarfate (Fukuoka SoftBank Hawks) y el pitcher abridor japonés Chihiro Kaneko (Orix Buffaloes). Un jugador en su primer año de experiencia de la liga y perteneciente a la squadras de desarrollo puede llegar a ganar $50.000.
Por segundo año consecutivo, los SoftBank Hawks son la franquicia de mayor payroll en la NPB. Según un informe de la web yakyudb.com, el equipo con sede en la ciudad de Fukuoka gastó aproximadamente $38 millones (solamente en jugadores nipones y afiliados a la Asociación de Jugadores) de su roster, y a esto hay que agregarle el sueldo de sus «importados».
Los equipos son propiedades de empresas y corporaciones, por lo tanto resulta particularmente difícil encontrar información sobre el valor de mercado de las organizaciones en la NPB. Se sabe a ciencia cierta que los Yomiuri Giants y Hanshin Tigers son dos de las franquicias mas redituables de la liga. Tal vez puede servir de parámetro la venta en 2012 de los Yokohama BayStars; ese año el conglomerado de medios Tokyo Broadcasting System vendió 2/3 de su parte del equipo a la empresa de juegos móviles DeNA por aproximadamente $120 millones.
Los rosters
Cada equipo de la liga cuenta con un roster aproximado de 70 peloteros. Esta cantidad incluye a los que integran el equipo grande (Ichi-gun) como el de la filial (Ni-gun). El roster activo de un equipo de la NPB está integrado por 25 beisbolistas, mientras que el roster expandido lo integran 28 (sería el equipavalente al 40-man roster de MLB). El restante de peloteros son repartidos entre al equipo Ni-Gun y un tercer equipo filial (no todas la franquicias poseen uno).
Otra particularidad de la liga es que no existe la «Lista de Lesionados«. Cuando un jugador se lesiona es sacado del roster del equipo y debe pasar por lo menos diez días en el «equipo granja» hasta poder ser incorporado.
La Nippon Professional Baseball no limita la contratación de extranjeros a las organizaciones, pero si su utilización en las plantillas. A cada organización se le permite inscribir cuatro «importados»en el roster de 25; de esta cantidad no más de tres pueden tener la misma posición.
La agencia libre
En el béisbol profesional de Japón existe un sistema dual de agencia libre para los jugadores locales, uno para el mercado doméstico y otro para el internacional. Desde 2009 y según lo dictamina el convenio colectivo de trabajo entre NPB y la Japanese Professional Baseball Players Association (JPBPA), el tiempo de servicio de los jugadores va de la mano con el momento que se declaran agentes libres.
El NPB service time se calcula teniendo en cuenta la cantidad de días que los jugadores pasan en el roster del equipo principal (Ichi-gun), un año de servicio equivale a 145 días en el roster de 25 de un equipo de NPB. Un pelotero (japonés) debe sumar 9 años de servicio para obtener el derecho de ser Agente Libre Internacional. Mientras que para ser domestico se tiene en cuenta el año de selección en el draft: los jugadores tomados previo al draft del año 2007, deben cumplir 8 años de servicio antes de declararse agentes libres; por su parte los que fueron seleccionados mas allá de la temporada 2007, deben acumular 7 años de service time.
El jugador nativo que desee «salir» de su equipo, antes de llegar al tiempo de servicio requerido para ser agente libre y perseguir su sueño en los Estados Unidos, debe hacerlo mediante el Posting System existente entre MLB y la NPB.
El nivel de la liga
Históricamente, la NPB está catalogada por los expertos y scouts de MLB como una liga»AAAA» debido a que su nivel es superior a la categoría más alta de las minors (Triple A), pero no llega a estar a la altura de The Big Show.
En lo que se refiere a la competencia interna, la diferencia principal entre ambos circuitos está en la utilización del designated hitter, ya que esta posición se utiliza en la Liga del Pacífico y no en la Liga Central. En los últimos años la Pacific League se está mostrando una clara superioridad debido a que seis de sus equipos ganaron la Japan Series en los últimos siete años.
La Liga del Pacífico tiene la «fama» de ser una competición de lanzadores en donde sus equipos poseen mejores fundamentos y juegan un mejor béisbol que los de la Central. La Central League por su parte es conocida por una liga de managers y organizaciones conservadores, renuentes a los cambios y a adaptarse a nuevas tendencias de la pelota. Esta es laa opinión de un manager extranjero y un jugador:
«El sentimiento por el béisbol en Japón es tan fuerte que es como ir a un partido de college football, los aficionados son los más fanáticos de los que he visto. Es un juego diferente, nosotros jugábamos más por anotar una carrera que por el «gran inning». –Trey Hillman (manager de los Nippon-Ham Fighters desde 2003 a 2007).
«Aquí todo es distinto. La manera en que ellos trabajan, la cultura, la comida, pero nada… con disposición todo se puede lograr en la vida. Japón está muy cerca de las Grandes Ligas.» –Alex Guerrero (ex-jugador de los Dodgers y actual de los Chunichi Dragons, extraído de una entrevista que le hizo beisboljapones.com).
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Los extranjeros
El primer foráneo en desembarcar en la «tierra del sol naciente» fue el estadounidense de origen hawaino Wally Yonamine firmado por los Yomiuri Giants en 1951. Jugó por 11 años en Japón, acumuló 1.337 hits, 82 cuadrangulares, fue campeón 9 veces de la Japan Series, 8 veces seleccionado al Juego de Estrellas y fue el primer extranjero en ser MVP en el año 1957. En 1994 fue inducido al Japanese Baseball Hall of Fame.
La pelota japonesa tiene fuertes lazos con Latinoamérica puesto que el primer refuerzo de estos lares que llego a tierra nipona fue el cubano Roberto Barbón en 1955 con los Hankyu Braves. Sesde aquel día y hasta la fecha 240 latinos vieron acción en por lo menos un partido en el certamen mayor de béisbol de Japón, siendo República Dominicana el país que más peloteros exportó. Los mexicanos Japhet Amador, Luis Cruz, los dominicanos Carlos Peguero, Willy Mo Peña, los venezolanos Ernesto Mejía, José Lopez, los cubanos Alfredo Despaigne, Roel Santos, son algunos de los integrantes de la «armada latina» en Japón.
¡ATENCIÓN! El dominicano Alejandro Mejía debutó hoy (19/08) y elevó a 240 el # de latinos que han jugado en la NPB: https://t.co/9DtG7nbR8T
— Béisbol Japonés.com (@beisboljapones) 19 de agosto de 2017
Cabe mencionar que el equipo Hiroshima Toyo Carp desde noviembre de 1990 posee una academia propia en República Dominicana (San Pedro de Macorís) para el desarrollo de sus prospectos locales. El producto más famoso de esta academia es Alfonso Soriano, ex-jugador de Yankees, Rangers, Cubs y Nationals. En la presente edición de la liga, dos jugadores de su «granja dominicana» y que estaban en el equipo filial (Ni-gun) debutaron en con el equipo mayor de Hiroshima, ellos son Xavier Batista y Alejandro Mejía.
Párrafo aparte merece la «legión cubana» que desde 2013 crece día a día en la NPB. Esto se debe a que el gobierno cubano empezó a permitir a sus deportistas firmar contratos profesionales y poder salir de la isla. El estado, a través del el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación hace las veces de intermediario entre los equipos/ligas y sus atletas; vale la aclaración que a los deportistas se les retiene aproximadamente el 20% del contrato (que en el caso de los peloteros van destinados a la Federación Cubana de Béisbol), más impuestos.
Esta medida permitió que Frederich Cepeda (jugó dos años con Yomiuri), Alfredo Despainge, Yulieski Gourriel (hoy en los Astros), Roel Santos, Raúl Valdez, Yadir Drake, Livan Moinelo, entre otros, puedan exportar su talento desde la isla caribeña hacia Japón en éste último tiempo.
Un importado pierde su mote de extranjero luego de 9 temporadas completas en la liga y pasa a ser considerado «japonés», por lo tanto se gana el derecho a la agencia libre, bajo los mismos términos que los peloteros locales. En toda la historia de la NPB solo tres foráneos pudieron por su longevidad en la liga ganarse ese derecho, ellos fueron Tuffy Rhodes (11 temporadas), los venezolanos Alex Cabrera (12 temporadas) y Alex Ramírez (13 temporadas).
MLB, el gran proveedor de talento
A la tierra del Sol Naciente llegaron jugadores del calibre de Cecil Fielder, Julio Franco, Andruw Jones, Kevin Youkilis, Larry Bowa, Goose Gosage, solo por citar algunos. Unos emigraron siendo jóvenes y casi sin experiencia en la gran carpa y otros fueron a «quemar sus últimos cartuchos» y ganar unos buenos dólares antes de reitrarse.
La NPB está siempre en busca de buen talento importado, es por eso que varios de sus equipos tienen scouts en Estados Unidos para relevar el talento tanto de las menores como el de MLB.
Algunos de los ex-Major League Baseball que están jugando en la actualidad en Japón son: Wladimir Balentien (Yakult Swallows), Phil Coke (Orix Buffaloes) Dennis Sarfate (SoftBank Hawks), Brandon Lair (Nippon-Ham Fighters), Casey McGehee (Yomiuri Giants), González Germen (Orix Buffaloes), Luis Cruz (Rakuten Eagles), Garreth Jones (Yomiuri Giants).
Las «apuestas» de las gerencias niponas en importados novatos esta temporada incluyen a Eric Campbell (ex-utility de los Mets) quien firmó contrato de un año valorado en $619.000 con los Hanshin Tigers, el veterano relevista Ross Ohlendorf, quien pactó un contrato de $1,4 millones más incentivos con los Tokio Yakult Swallows, o el cubano Alex Guerrero, un auténtico bust millonario de los Dodgers, otro ballplayer que está haciendo sus «primeras armas» en Japón y buscando un renacer de su carrera luego del fracaso en la gran carpa con un contrato de $1,3 millones.
Las gerencias japonesas se enfocan en la búsqueda de talento extranjero en jugadores de campo y específicamente jardineros. Buscan bateadores de poder que puedan sacar la bola de los parques y sumar alta cantidad de carreras impulsadas. En cuanto a los pitchers sus incorporaciones se concentran en relevistas.
La adaptación, clave para el éxito
El idioma, la cultura, la idiosincrasia de la población, el desarraigo, la adaptación al estilo japonés de jugar pelota, son solo algunos de los obstáculos que los extranjeros se encuentran al llegar a Japón.
«Apenas llegué a Yokohama y tenía todo, el club se había encargado del departamento, me proporcionaron un teléfono celular, y pusieron a mi disposición un traductor.» –Guillermo Moscoso (jugó en los Yokohama DeNA BayStars desde 2014 a 2o16)-
El venezolano Alex Ramírez, actual manager de los Yokohama DeNA BayStars, lleva más de 15 años jugando, dirigiendo y viviendo en Japón, es palabra más que autorizada en lo que se refiere a la pelota y cultura japonesa. En una entrevista al sitio GaijinPot compartió siete tips para una adaptación satisfactoria al país y a la NPB:
- Respeto: «Es el principal valor en que deben hacer hincapié los gaijín que llegan al país para jugar al béisbol. Deben mostrar respeto hacia sus entrenadores, sus compañeros y a todos los miembros de la organización en general.»
- Estar preparado para los entrenamientos: «Es imposible ser exitoso en Japón si llegas con la mentalidad de que ‘lo sabes todo’ y tu único objetivo allí es ganar dinero. Un pelotero extranjero debe ser flexible y escuchar los consejos de sus coaches.»
- Aprender «palabras extrañas» en japonés: «Si alguien desea ser exitoso en Japón debe aprender el idioma, es imposible entender las indicaciones de tus coaches e interactuar con tus compañeros si no te puedes comunicar correctamente.»
- Comer comida japonesa: «La comida japonesa no es rica, pero hay que hacer el intento de probarla ya que es saludable.»
- Hacer un viaje en tren solo: «Conocer la cultura japonesa es parte del proceso del conocimiento entre jugadores, coaches y personas en general. Usaba frecuentemente el metro y el shinkansen (tren bala).»
- Leer los diarios japoneses: «Es difícil al principio, pero necesario para aprender sobre la cultura japonesa.»
- Hacer amigos en la pelota japonesa: «Activamente intenté (y lo logré) hacer amistad con peloteros locales para salir a cenar con ellos y hacer distintas actividades.»
Las organizaciones japonesas ponen una enorme cantidad de recursos para una favorable transición de sus importados, tanto afuera como dentro del diamante. Pero claramente el jugador foráneo debe hacer su parte para que la adaptación al medio japonés sea exitosa cultural y deportivamente hablando.
Importados históricos como Alex Ramirez (13 temporadas jugando y 2 dirigiendo), Tuffy Rhodes (13 temporadas), Alex Cabrera (12 temporadas) y los actuales Randy Messenger (8 temporadas), Dennis Sarfate (7 temporadas) y Wladimir Valentien (7 temporadas) son ejemplos de jugadores que han sabido adaptarse con creces a la vida en Japón y tener carreras longevas en la liga.
Los que pueden regresar
La historia reciente entre la NPB y MLB está escrita por casos exitosos de jugadores «exiliados» en Japón que volvieron con éxito. Quizás los más conocidos son los del 1B/DH Cecil Fielder y el 2B/Outfielder Alfonso Soriano. El primero tuvo un «tour» de solo un año en la NPB (1989) con los Hanshin Tigers, volvió a los Estados Unidos y se quedó en la gran carpa durante nueve años, en su mayor parte con los Detroit Tigers. Por su parte Soriano es producto de la academia del equipo Hiroshina Toyo Carp en República Dominicana, tuvo una experiencia muy breve con su equipo debido a que entró en conflicto con la directiva del equipo y la NPB por su renovación de contrato, lo que al final de cuentas forzó su salida hacia Estados Unidos para de firmar con los New York Yankees.
No hay que olvidar a los lanzadores Colby Lewis (2008 y 2009 con Yokohama) y Ryan Vogelsong (jugó tres años con Orix y Hanshin). Ambos serpentineros a su vuelta tuvieron desatacadas temporadas, fueron parte fundamental del éxito de sus equipos y participaron en Series Mundiales. Lewis perdió los dos Clásicos de Otoño en los que participó con los Texas Rangers, mientras que Vogelsong tiene dos anillos de Serie Mundial con los Giants.
La mayoría de los equipos de Major League Baseball tienen scouts en Japón para monitorear el rendimiento de los jugadores locales, pero también hacen lo propio con los «importados» que juegan allí. A priori parecería no ser tan complicado traer de vuelta a los Estados Unidos a un jugador de la NPB. ¿Por qué digo ésto? Porque existe una regla no escrita en las organizaciones japonesas que ningún jugador puede ganar más de $5 millones, ya sea local o foráneo.
El sueldo promedio de un jugador de la NPB mencioné arriba es de aproximadamente $400.000 contra los $535.000 de MLB; el mejor pagagdo en Japón cobra algo más los $4,5 millones, mientras que en los Estados Unidos el salario medio de un pelotero está en los $4,47 millones, levemente inferior a lo que cobra el mejor pagado de la NPB. Hoy en día algunos candidatos a volver a MLB desde Asia podrían ser:
Carlos Peguero
Los ups and downs entre MLB y las Menores fueron una constante en los menos de 100 partidos repartidos en los cinco años para el outfielder el dominicano con Seattle, Kansas City, Texas y Boston. En julio de 2016 hizo las maletas hacia el otro lado del Pacífico y actualmente está en su primer zafra completa con el equipo de Rakuten y lleva 25 cuadrángulares.
Steffan Romero
El outfielder ex-Mariners mostró poder y bateo para average en las Ligas Menores del equipo de Seattle. En seis temporadas en todos los niveles de MiLB tuvo 100 cuadrangulares y bateó para .306. Lamentablemente, la franquicia de la División Oeste de la Liga Americana no le tuvo paciencia, ya que en tres temporadas con el equipo grande solo pudo participar en 94 partidos, sin poder trasladar su buena ofensiva a la gran carpa. En diciembre, a los 28 años, se mudó a Japón y en su primer experiencia en la NPB acumula 96 hits, 22 home runs y 56 RBI. Su posible llegada a MLB se puede ver demorada debido a que firmó una extensión de contrato de tres años con su equipo Orix Buffaloes.
Arquímedes Caminero
El ex-relevista de Pirates y Mariners, es otro que está haciendo sus «primeras armas» en la NPB, es poseedor de una recta explosiva que llega a las 90 millas altas y capaz de alcanzar las 100 mph, pero su talón de aquiles son las BB (otorgó 33 en 2016); es lo que en definitiva le costó su lugar en MLB. Actualmente está teniendo una destacada actuación con su equipo Yomiuri: lleva 25 saves con un ERA de 2.63, 55 ponches en 54.2 innings lanzados.
Wladimir Valentien
Tuvo un paso discreto en Cincinnati y Seattle en MLB en donde consiguió 15 HR y .221 de promedio de bateo. A los 26 años emigró a Japón y allí forjó una reputación de slugger; en 6 de sus 7 temporadas en la liga consiguió al menos 30 cuadrangulares y posee el récord de más vuela cercas en la NPB con 60. Su poder es una constante, hoy a sus 33 años y según el mismo lo manifestó a principio de este año desea intentar volver a «probar suerte» en las Mayores. Sus numeritos en Japón: 215 HR/533 RBI.
Cuando se cierran las opciones de la mayores, la NPB es una gran alternativa para los peloteros de jugar en la segunda liga de importancia del mundo, de hacer una buena diferencia económica, de cambiar la irrelevancia de las Menores por la idolatría de los fanáticos japoneses. Y si deportivamente rinden estarán nuevamente en el «radar» de los equipos de MLB y con chances de regresar al mejor béisbol del mundo.
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