Hace cuarenta años, Mark «The Bird» Fidrych irrumpió en el béisbol de la Gran Carpa como una brisa fresca e inesperada en el que estaba celebrando el centenario de su inauguración. Fue una sorpresa mayúscula, en ese año conmemorativo del bicentenario de la independencia americana, que con su particular comportamiento y desempeño protagonizó una de las más fascinantes campañas de novato alguno en las Mayores.
1976 empezó para los Detroit Tigers con el firme propósito de borrar la pésima temporada del año anterior cuando sólo pudieron obtener 57 triunfos, siendo castigados con 102 derrotas para ocupar el sótano de la división este de la Liga Americana a 37,5 juegos de los Medias Rojas de Boston.
Para ello, el manager Ralph Houk, en su tercera temporada como dirigente de la divisa de Michigan, no contaba con estrellas llamativas en la plantilla, con una pobre ofensiva donde sólo figuraban Rusty Staub, Ron Le Flore y Willie Horton. Además, un débil cuerpo de lanzadores donde únicamente destacaba Joe Coleman, antiguo ganador de 21 y 23 juegos en 1971 y 1973, pero que venía de dos campañas perdedoras (10-18 y 5.55 ERA en 1975). En el bullpen contaban con el relevista Jon Hiller, quien en 1973 implantara con 38 salvados el récord para una campaña, como fortaleza entre los monticulistas de los felinos.
Ante ese escenario pocas satisfacciones podía esperar la fanaticada de los Tigers que presagiaba una aburrida campaña sin mayores motivos para celebrar.
En medio de esta aciaga perspectiva, aparece el novato de 21 años Mark Fidrych, nacido en Worcester, Massachusetts, el 14 de agosto de 1954, quien había sido firmado en la décima ronda del draft de 1974. Fidrych. un muchacho de 1,90 metros y 79 kilogramos, había pasado la temporada de 1975 entre las sucursales de Ligas Menores de los Tigers donde había sido apodado «The Bird» por su aspecto desgarbado y con su pelo rubio ensortijado que lo asemejaba al personaje de Big Bird de Barrio Sésamo. «The Bird» aspiraba ganar la confianza de Houk para formar parte de la nómina de equipo para el día inaugural de la temporada.
El nativo de Nueva Inglaterra hizo el equipo como parte del bullpen de los de Detroit debutando en las mayores el 20 de abril, en Oakland, cuando entró a relevar en la parte baja del noveno episodio con hombres en tercera y primera y la pizarra empatada a 5 carreras por bando. En esa critica situación, Fidrych se paró en la lomita para enfrentar a Don Baylor, quien le conectó un sencillo con lo cual los verde y oro, forjadores de la más reciente dinastía para la época, dejaron en el terreno a la tropa dirigida por Ralph Houk.
Luego de tan desalentador debut, Fidrych permaneció en la banca tomando una nueva oportunidad como relevista el 5 de mayo cuando lanzó un inning concediendo dos incogibles sin permitir carreras. No fue sino hasta el 15 de mayo cuando obtuvo la oportunidad de abrir su primer juego en las Mayores suplantando a Joe Coleman, quien no pudo hacer su apertura por estar resfriado. El encuentro fue contra los Cleveland Indians en el Tiger Stadium. 14.583 aficionados asistieron al enfrentamiento sin imaginarse que serían testigos del nacimiento de una estrella. En ese juego, Mark «The Bird» Fidrych estuvo excelente, cubrió la ruta completa dejando en dos indiscutibles a los Indians (ambos conectados al inicio de la séptima entrada) y una sola carrera limpia, propinando 5 ponches a la toletería indígena y llevándose su primera victoria en las Mayores.
A pesar de esta soberbia actuación, la misma no fue suficiente para instalarlo en la rotación de los felinos. Hubo que aguardar hasta el 25 de mayo cuando inició el juego que enfrentaba a los Tigres contra los vigentes campeones de la Liga Americana, Boston Rex Sox y su pitcher estelar el cubano Luis Tiant. Nuevamente, «The Bird» tuvo un desempeño solvente a pesar de cargar con la derrota por el poco respaldo ofensivo de su club. En el encuentro, Fidrych cubrió toda la ruta, concediendo dos carreras limpias, con 6 hits y 2 pasaportes con un abanicado. Con esta actuación, el timonel Houk decidió abrirle una plaza en la rotación al muchacho. Desde ese momento, el joven serpentinero empezó una seguidilla de ocho victorias consecutivas para colocar su récord el 3 de julio en 9-1 y 1.85 ERA.
El país conoce a «The Bird»
En el marco de esta seguidilla en la cual completó 7 encuentros, tuvo su pináculo desde el punto de vista mediático cuando el lunes 28 de junio, en transmisión de la cadena ABC por televisión nacional, enfrentó a los New York Yankees. En el citado encuentro nuevamente cubrió la ruta completa, reduciendo la ofensiva de los mulos del Bronx a una carrera producto de un cuadrangular solitario en el segundo episodio del receptor Elrod Hendricks.
Mark Fidrych pasó todo el juego siendo la mejor versión de Mark «The Bird», le hablaba a la bola antes de lanzarla, procedía con extraños movimientos para lograr un mejor comando de sus envíos, le hacía “el manicure” al montículo con un movimiento de la tierra para tener una superficie más cómoda para lanzar, felicitaba efusivamente a sus compañeros al completar un lance defensivo. Se robó el espectáculo que fue visto por toda la nación en sus televisores y por 47.855 frenéticos asistentes al Tiger Stadiun quienes ya conocían de las genialidades de su nueva estrella que recién el resto de la nación descubría. En el noveno episodio, con todo el público de pie, Mark Fidrych completó la faena con un roletazo de Elrod Hendricks a manos del camarero Pedro García, obteniendo el triunfo el equipo de Detroit 5-1.
Al completarse la jugada, estallaron en júbilo las gradas y Fidrych, emocionado, felicitó corriendo y saltando a cada uno de sus compañeros, e inclusive a los umpires, entrando al dogout como un niño con juguete nuevo. Ante las aclamaciones del público que coreaba “We Want The Bird”, el diestro tuvo que salir a recibir el cariño de su afición.
Desde ese momento, la fama de Mark «The Bird» Fidrych se tornó exponencial en todo el mundo del béisbol, e inclusive más allá al salir en variadas portadas de revistas deportivas y de la cultura popular como Sports Illustrated y The Sporting News y además fue el primer atleta de cualquier disciplina en salir en la portada de la revista Rolling Stone.
Su desempeño le valió para ser seleccionado al Juego de las Estrellas de 1976 a realizarse en el Veterans Stadium en Philadelphia. En ese encuentro fue colocado como abridor por el manager del joven circuito Darrell Johnson, siendo el primer novato en abrir un All Star Game desde que en 1962 Dave Stenhouse lo hiciera. La actuación de Fidrych en el Clásico de Verano fue discreta, lanzando por espacio de dos episodios ante diez bateadores, concediendo cuatro hits y admitiendo dos carreras limpias cargando con la derrota. Esta deslucida actuación no fue óbice para que, en la segunda parte de la campaña, el derecho de Massachusetts obtuviera 10 triunfos por 7 descalabros, para conseguir un récord en la temporada de 19-9 con 2.34 ERA y 24 juegos completos (líder de la Liga Americana en ambos departamentos). Fue galardonado como Novato del Año y escoltó a Jim Palmer en la votación del Cy Young de la Liga Americana.
Mark «The Bird» Fidrych, en su año de novato, fue todo un fenómeno mediático y gran imán taquillero para la divisa de Michigan. En sus 18 aperturas en el Tiger Stadium atrajo a 604.847 fanáticos con un promedio de 33.603 asistentes por encuentro, muy superior a la media de los restantes 62 encuentros con un promedio de 13.858.
Ante esta actuación, la gerencia de los Detroit Tigers le otorgó bonificaciones por $41.000 que duplicaban su salario de novato, lo que en todo caso representó una minúscula parte de los ingresos recabados por el club por la atracción taquillera del rookie (se estima que las ganancias generadas por el lanzador alcanzaron el millón de dólares).
En la offseason, Fidrych alcanzó las mieles de la fama aunque nunca perdió su sencillez y humildad. Firmó un contrato por tres temporadas y $270.000 y escribió su autobiografía con el escritor Tom Clark titulada No Big Deal.
La magia se esfumó
En 1977 se aprestaba a iniciar su segunda campaña en la Gran Carpa cuando fue aquejado de una dolencia en el cartílago de la rodilla por lo cual no pudo debutar hasta seis semanas después del inicio de la temporada. Su desempeño en la zafra fue reducida por los dolores provocados por un desgarre en el manguito rotador, con lo cual su actuación se acortó a once aperturas alcanzando un récord de 6 victorias y 4 derrotas con una efectividad de 2.89 carreras limpias por cada nueve innings.
La condición física de Fidrych no mejoró en las tres siguientes campañas donde sólo pudo participar en 16 juegos para una foja global de 4 triunfos y 6 derrotas, finalizando este periodo con un triunfo (el número 29 de su carrera) ante los Toronto Blue Jays el primero de octubre de 1980. La temporada de 1981, Fidrych la pasó luchando en las Menores con Evansville, sucursal AA de los bengalíes, sin poder acceder al equipo grande. Finalmente, la divisa de la Ciudad del Motor dejó en libertad al lanzador el 5 de octubre de 1981, dando por concluida la mágica aventura de Mark «The Bird» Fidrych con los Detroit Tigers.
En 1982, firmó contrato de Ligas Menores con los Medias Rojas, pasando dos campañas con el Pawtucket AAA sin poder arribar a la nómina de los Red Sox. Mark Fidrych se retiró del béisbol al término de la temporada de 1983 a los 29 años de edad. Su récord completo en las Mayores, toda ella trascurrida con los Detroit Tigers, fue de 29 triunfos y 19 derrotas con una ERA de 3.10 y un WHIP de 1.20. Fidrych abrió 58 encuentros de los cuales completó 34 obteniendo 5 blanqueos.
Luego de culminada su carrera en los diamantes, Mark Fidrych se retiró a un rancho en Northborough, Massachusetts, donde pasó el tiempo con su familia entre labores agrícolas y de construcción. Lamentablemente murió a la edad de 54 años aprisionado por un tractor de su propiedad.
La carrera de Mark «The Bird» Fidrych fue muy corta y la temporada de 1976 fue su “One Season Wonder”. A pesar de ello, cuatro décadas después es recordado con aprecio y cariño como una de las maravillosas historias del béisbol.