El Hall of Fame de Cooperstown se creó para homenajear a los mejores jugadores, entrenadores, periodistas, directivos… que vivieron por y para el béisbol. Ahí están los más grandes de todos los tiempos, Babe Ruth, Mickey Mantle, Hank Aaron, Joe DiMaggio, Luis Aparicio, Yogi Berra, Jackie Robinson, Lou Gehrig… Pero alguno de los jugadores que mejor y más han jugado en la MLB no están en ese Olimpo de los Dioses del bate y la pelota.
Barry Bonds
Récord de walks o BB en una temporada y en una vida deportiva completa. Más home runs en un año, 73, y récord absoluto con 762. Es al que más bases por bolas Intencionadas ha recibido en un año y en toda la historia de la MLB. El mejor OBP, SLG y OPS en una única temporada.
Roger Clemens
Considerado el mejor pitcher de la historia, posee el tercer mejor WAR de todos los tiempos, tras Cy Young y Walter Johnson, pero estos lanzaron hace más de 100 años cuando la competitividad no era tan alta como en los tiempos de Roger Clemens. El mejor ERA, 3.12, de los pitchers de los años recientes. El tercero que más strikeouts ha lanzado en toda la historia, tras Nolan Ryan y Randy Johnson.
Pete Rose
El jugador que más AB y PA ha tenido durante su carrera, de 1963 a 1983, 14.053 AB y 15.890 PA, calculando que la media para cada PA es de unos tres minutos, si enlazáramos todas sus PA Pete estaría bateando durante 33 días consecutivos. El récord de hits es también para el, 4.256.
Y ninguno de estos tres jugadores está en el Hall of Fame de Cooperstown.
Los tramposos no gustan, no hay nada peor en el mundo del deporte o en la vida que las personas que hacen trampas para superar a los demás. Estamos en una oposición, uno saca su chuleta, copia y se lleva la plaza, hay pocas cosas más rastreras, el esfuerzo de muchos superado por las trampas de uno. Pero entremos en el examen, el profesor deja que todo el mundo utilice su teléfono móvil para consultar sus dudas de los exámenes, el 80% lo ha traído, y el más espabilado lo utiliza mejor que el resto y se lleva la plaza. ¿Es eso copiar? ¿Es eso hacer trampas? Esto es una metáfora de lo que ocurrió en los 90 y principios del Siglo XXI en el mundo del béisbol.
Bonds y Clemens utilizaron sustancias ilegales, conocidas como PED (performance-enhancing drugs, sustancias dopantes) para aumentar su rendimiento en el terreno de juego. Durante los años 90 y principios del siglo XXI, la política antidopaje de la MLB era bastante “relajada”, en teoría había controles desde el 91, pero hasta el 2004 no se impusieron unas normas severas y de estricto control sobre estas sustancias. Ambos fueron pillados, y aunque pueden votar por ellos los periodistas que deciden quienes entran en el Salón de la Fama no están recibiendo los votos suficientes para entrar; el último año ambos se quedaron con un 35% de los votos y se necesita tener más de un 75% de los votos para entrar.
Viajemos en el tiempo, años 90, según las últimas investigaciones más del 80% de los jugadores de la MLB consumían PED. De las quince temporadas con más home runs de toda la historia, diez están ocupados por jugadores de esta época:
Rk | Player | HR | Year | Age | Tm | G | PA | AB | R | H | 2B | 3B | RBI | BB | IBB | HBP | ||||
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1 | Barry Bonds | 73 | 2001 | 36 | SFG | 153 | 664 | 476 | 129 | 156 | 32 | 2 | 137 | 177 | 35 | 9 | .328 | .515 | .863 | 1.379 |
2 | Mark McGwire | 70 | 1998 | 34 | STL | 155 | 681 | 509 | 130 | 152 | 21 | 0 | 147 | 162 | 28 | 6 | .299 | .470 | .752 | 1.222 |
3 | Sammy Sosa | 66 | 1998 | 29 | CHC | 159 | 722 | 643 | 134 | 198 | 20 | 0 | 158 | 73 | 14 | 1 | .308 | .377 | .647 | 1.024 |
4 | Mark McGwire | 65 | 1999 | 35 | STL | 153 | 661 | 521 | 118 | 145 | 21 | 1 | 147 | 133 | 21 | 2 | .278 | .424 | .697 | 1.120 |
5 | Sammy Sosa | 64 | 2001 | 32 | CHC | 160 | 711 | 577 | 146 | 189 | 34 | 5 | 160 | 116 | 37 | 6 | .328 | .437 | .737 | 1.174 |
6 | Sammy Sosa | 63 | 1999 | 30 | CHC | 162 | 712 | 625 | 114 | 180 | 24 | 2 | 141 | 78 | 8 | 3 | .288 | .367 | .635 | 1.002 |
7 | Roger Maris | 61 | 1961 | 26 | NYY | 161 | 698 | 590 | 132 | 159 | 16 | 4 | 141 | 94 | 0 | 7 | .269 | .372 | .620 | .993 |
8 | Babe Ruth | 60 | 1927 | 32 | NYY | 151 | 691 | 540 | 158 | 192 | 29 | 8 | 165 | 137 | 0 | .356 | .486 | .772 | 1.258 | |
9 | Babe Ruth | 59 | 1921 | 26 | NYY | 152 | 693 | 540 | 177 | 204 | 44 | 16 | 168 | 145 | 4 | .378 | .512 | .846 | 1.359 | |
10 | Ryan Howard | 58 | 2006 | 26 | PHI | 159 | 704 | 581 | 104 | 182 | 25 | 1 | 149 | 108 | 37 | 9 | .313 | .425 | .659 | 1.084 |
11 | Mark McGwire | 58 | 1997 | 33 | TOT | 156 | 657 | 540 | 86 | 148 | 27 | 0 | 123 | 101 | 16 | 9 | .274 | .393 | .646 | 1.039 |
12 | Hank Greenberg | 58 | 1938 | 27 | DET | 155 | 681 | 556 | 143 | 175 | 23 | 4 | 147 | 119 | 3 | .315 | .438 | .683 | 1.122 | |
13 | Jimmie Foxx | 58 | 1932 | 24 | PHA | 154 | 702 | 585 | 151 | 213 | 33 | 9 | 169 | 116 | 0 | .364 | .469 | .749 | 1.218 | |
14 | Alex Rodriguez | 57 | 2002 | 26 | TEX | 162 | 725 | 624 | 125 | 187 | 27 | 2 | 142 | 87 | 12 | 10 | .300 | .392 | .623 | 1.015 |
15 | Luis Gonzalez | 57 | 2001 | 33 | ARI | 162 | 728 | 609 | 128 | 198 | 36 | 7 | 142 | 100 | 24 | 14 | .325 | .429 | .688 | 1.117 |
Esos tiempos se vivían como un momento histórico, récords y récords cayendo, un espectáculo, y para que el tren no se detuviera los jugadores debían ser cada vez mejores y mejores, más fuerza, más velocidad, el Show debía continuar, no podía detenerse. Todo empezó a perder la gracia cuando se veían los brazos cada vez más grandes, los cuerpos más musculados, las caras redondeadas, y el tren descarriló, y entre otros se llevó por delante a Bonds y Clemens. Una vez a Lance Armstrong hablando de su época de dopaje continuo, dijo: “No podía ir a un tiroteo en una taberna sólo con mis puños”. Pues eso ejemplifica aquella época, no podías estar en el campo sin utilizar todas las armas que te ofrecían para ser cada vez mejor.
En estos momentos, Barry Bonds tiene un nuevo juicio contra la MLB ya que la liga puede ser condenada por haber expulsado al jugador de la MLB tras finalizar la temporada 2007. Bonds por entonces tenía 42 años, pero tenía unos números increibles, BB de 132 con una IBB de 43, un OBP de .480, OPS de 1.045 y un WAR de 3.4. Si no hubiera sido expulsado probablemente habría podido jugar durante dos o tres años más, y todo el dinero que esto le hubiera reportado.
El caso de Pete Rose es diferente, él no está ni en las papeletas del Salón de la Fama, nadie puede votar por él. Cometió un pecado, apostar por su equipo cuando era entrenador, y después cometió el error de no aceptar el trato que le ofreció el comisionado Bart Giamatti; le propuso una sanción de seis meses o un año alejado del béisbol y después podría volver al mundo del béisbol. Pero Pete Rose se creía el “puto amo”, que nadie podría tocarle, era una leyenda viva y sus abogados le siguieron la cuerda. “No tendrán huevos de echarte del mundo del béisbol” dijo, y se equivocaron. El dialogante Giamatti falleció y llegó Fay Vincent, que no tuvo ningún problema ni remordimiento en sancionar de por vida a Pete Rose.
¿Apostar es un delito? Si estás en la onda de los Black Sox, que decidieron perder unas Series Mundiales por dinero, no hay discusión alguno, pero, ¿apostar por la victoria de tu equipo? En muchas multinacionales la forma de pago de algunos incentivos a los trabajadores es en acciones de la empresa, si la empresa funciona las acciones suben, tu trabajo se ve recompensado por tu sueldo y de forma indirecta por las acciones que posees de tu empresa; es una práctica habitual y ética. En el mundo del deporte no hay acciones, uno puede creer en los suyos e invertir dinero en tu equipo de trabajo, porque Rose afirma que sólo aposto por victorias de los suyos, pero se convirtió en la Cabeza de Turco perfecta, una de las mayores estrellas de la Liga suspendido de por vida, ¿qué no le podría pasar a un jugador desconocido? Así que ahora los que apuestan lo hacen a través de terceros, ya tienen más cuidado para que no los pillen, porque en un país como Estados Unidos las apuestas deportivas van en el DNI de la mayoría de ciudadanos. Parece que Rob Manfred, el nuevo comisionado, está dispuesto a “perdonar” a Rose. Mientras, él sigue en Las Vegas, disfrutando de la vida y esperando poder volver a su tierra para echar una mano a sus Reds.
El epílogo de esta historia está por escribirse, pero si nuestros tres protagonistas no reciben los honores del Salón de la Fama mientras vivan los recibirán con toda seguridad cuando habiten en el otro barrio, y honorar a los muertos tiene poco valor para los que yacen bajo tierra.