No estamos muy acostumbrados a escuchar términos como deferred money, deferred payments o dinero diferido en el «vocabulario contractual» de los deportes profesionales debido a que mayormente las franquicias les pagan a sus atletas mensual o semanalmente durante los meses que se extiende la competencia en cada una de las ligas.
Diferir dinero consiste en aplazar total o parcialmente pagos en un pacto, es decir, una de las partes se compromete a pagar dinero a una fecha futura a la otra parte por la prestación de un servicio. Major League Baseball es la liga profesional de Estados Unidos que más utiliza el deferred money en los contratos de sus jugadores.
Bruce Sutter, el pionero
El relevista hall of famer Bruce Sutter fue el primero en negociar un pacto con dinero diferido, ya que en enero 1985 firmó un contrato por seis años valorado en $9.6 millones con los Atlanta Braves.
La singularidad del trato constaba en que, durante las seis temporadas de la relación del pelotero con el equipo, recibió $800.000 anuales, mientras que el resto del dinero se distribuyó a lo largo de 30 años luego de finalizado sexto año del contrato; con un interés estimado del 13%, desde 1991 a 2021, la franquicia de Atlanta deberá pagarle a su ex-pelotero aproximadamente $1.3 millones. Cuando la organización del estado de Georgia materialice el último pago, habrá pagado $43.8 millones por seis años de contrato a un closer en el año 1985.
Bruce Sutter no fue el único jugador en negociar y aceptar deferred money en su contrato, de hecho varias súper estrellas siguieron su camino:
- Darryl Strawberry también en 1985 siguió los pasos de Sutter y firmó una extensión con los Mets valorada en $7.1 millones. Aceptó diferir parte del monto del contrato en pagos mensuales a lo largo de 30 años.
- Alex Rodríguez firmó con 25 años en diciembre de 2000 con los Texas Rangers un contrato por 10 años y $252 millones. El pelotero ya está retirado y aún debe cobrar alrededor de $40 millones de ese contrato, pactados en deferred payments .
- Manny Ramirez: El dominicano aceptó diferir $32 millones del contrato de $160 millones que firmó en el año 2000 con los Red Sox. Esa cantidad de dinero la comenzó a cobrar en julio de 2011 y se acreditará en su cuenta bancaria hasta el año 2026. En 2009 nuevamente aceptó diferir dinero en un contrato, esta vez con los Dodgers, cuando pactó por $45 millones. En 2013 recibió el último cheque de la franquicia de Chavez Ravine.
- Matt Holliday: El oufielder que el año pasado terminó su ciclo de siete temporadas con los Cardinals, en 2010 firmó una extension con Saint Louis por siete años y $120 millones. El trato incluyó diferir $2 millones anualmente y sin intereses desde 2020 hasta 2029.
- Otros jugadores que negociaron dinero diferido en sus contratos: Ken Griffey Jr. (de parte de Cincinnati), Howie Kendricks (de parte de los Dodgers), Chris Davis (de parte de los Orioles) Zack Greinke (de parte de los Diamonbacks), Ichiro Suzuki (de parte de los Mariners), Ryan Braun (de parte de los Brewers), Gary Scheffield (de parte de los Yankees), Todd Helton (de parte de los Rockies), Carlos Beltrán y David Wright (de parte de los Mets).
Las ventajas y el riesgo de aceptar dinero diferido
Al aceptar o negociar deferred payments, los peloteros obtienen un resguardo financiero en caso de que su situación económica se deteriore con el paso de los años; el dinero diferido se transforma casi en un «seguro de vida» para ellos y su familia.
Otro punto a favor (y no menor) es que los ballplayers solo tributan impuestos sobre su «dinero diferido» en el preciso momento que las organizaciones comienzan a pagarles la obligación que tienen hacia ellos.
Por otro lado, si se puede encontrar un lado peligroso de»negociar dinero a plazo» en contratos es que si por algún motivo una franquicia se presenta en quiebra, los pagos a futuro acordados quedarán «en el aire» y deberán ser reclamados al deudor través de un concurso de acreedores.
Alex Rodríguez vivió esa incertidumbre cuando los Texas Rangers iniciaron los trámites para declararse en quiebra en 201o, y aún tenía que cobrar $24.9 millones de su mega-contrato con el equipo de Arlington. Otro pelotero que corrió la misma suerte que A-Rod fue Manny Ramirez, pues cuando los Dodgers se declararon en bancarrota en 2011 todavía le debían $21 millones en deferred payments. Ambos jugadores terminaron cobrando el dinero gracias a la buena voluntad de los nuevos dueños de los equipos.
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El «Bonilla Day»
El caso de Bobby Bonilla,es el más mediatico y famoso de todos los peloteros de MLB que aceptaron dinero diferido. El outfielder jugó con los Mets hasta 1999, le restaba un año de contrato pero el club estaba en «modo reconstrucción» y decidió prescindir de su última temporada pactada; en su último año tenía estipulado ganar $5.9 millones.
Los metropolitanos le hicieron una propuesta a Dennis Gilbert (agente del jardinero): comprar su último año de contrato y comenzar a pagarlo con pagos diferidos anuales a partir del 1 de julio de 2011 hasta el año 2035, con un interés anual del 8%.
«Fue su idea (refiriéndose a los Mets), ellos necesitaban un alivio financiero para poder firmar agentes libres. Ellos vinieron a nosotros con la propuesta y nos preguntaron si la consideraríamos.» –Dennis Gilbert (agente de Bonilla)
Jugador y agente aceptaron la oferta realizada por la familia Wilpon, así que los $5.9 millones restantes del contrato de «Bobby Bo» con la franquicia de Queens se transformarán en 29.5 millones de dólares cuando el último pago sea realizado. Desde que el 1 de julio de 2011, el día que los Mets hicieron efectivo el primer pago de $1.9 millones a su ex-jardinero en concepto de rescisión de su último año de contrato, extraoficialmente se celebra el «Bonilla Day» en el ambiente de MLB.
Bobby Bonilla hasn’t played with the Mets since Bill Clinton was president. pic.twitter.com/PSoRKE4h8J
— ESPN (@espn) 1 de julio de 2016
Diferir dinero, una estrategia de las organizaciones para ser competitivos
Diferir dinero les proporciona a las organizaciones de Major League Baseball flexibilidad financiera a corto plazo, pero se transforma en un dolor de cabeza con el pasar de los años. Actualmente los Washington Nationals es «la» franquicia del deferred money de MLB, ya que en la mayoría de sus tratos con los agentes libres incluyen u ofrecen dinero diferido, pero antes que de ellos estuvieron los Arizona D-backs, que construyeron el roster del equipo de campeón de las World Series de 2001 en torno al dinero diferido que recibieron sus ex-jugadores.
«De alguna manera, diferir dinero no es mucho más diferente a que un equipo tome un préstamo para firmar a un jugador estrella.» –Marc Edelman (profesor de la Universidad de Nueva York)
Hasta la temporada pasada no había topes
Hasta el año pasado Major League Baseball, a través de su Convenio Colectivo de Trabajo, no establecía límite a la cantidad de dinero diferido que se podía incluir en el contrato de un pelotero. Tampoco fijaba un porcentual máximo del valor total del pacto que se podía ser aplazado en el tiempo.
En diciembre pasado se firmó con el nuevo CBA entre MLB y la MLB Players Association, el cual a esta altura del año se encuentra en etapa de redacción definitiva y a ciencia cierta no se sabe si se mantendrá la misma regla que tenia el anterior convenio o se introducirán modificaciones. Sin embargo, se especula que con la inclusión del Competive Balance Tax a partir de esta temporada, puede haber variantes en la operatoria de los contratos con dinero diferido. En los próximos meses tendremos un panorama más claro sobre este tema.
Los D-backs todavía están pagando por la World Series 2001
Los Arizona Diamonbacks ingresaron en las Mayores en 1998 y solamente les tomó cuatro años coronarse en una Serie Mundial. Liderados por Jerry Colangelo desde la Gerencia y Bob Brenley en el dugout lograron superar en 2001 a los New York Yankees en un séptimo juego de infarto y así negarles el cuarto cetro de World Series consecutivo.
La inversión en el payroll del equipo de Arizona para esa temporada llegó hasta los $85 millones, pero negociaron más de $250 millones en deferred money en 18 jugadores incluidos: Curt Schilling, Randy Johnson, Luis González, Armando Reynoso o Matt Williams. Recién este año «saldrán de los libros» todos los millones que invirtieron para lograr el campeonato y será cuando hagan efectivo el último pago al outfielder Bernard Gilkey.
Jerry Collangelo hizo historia y cuatro años después de formar un equipo en expansión llevó un campeonato al desierto de Arizona, pero con un altísimo costo: «hipotecó» y ató financieramente a la franquicia por más de una década ya que los Diamonbacks tuvieron que esperar hasta el año 2013 para tener un presupuesto superior al año que salieron campeones.
Para Washington, una estrategia financiera
Para la front office del equipo capitalino, encabezada por Mike Rizzo, diferir dinero en los contratos se convirtió en «marca registrada» y en estrategia financiera debido a que están esperando la resolución de un conflicto con los Orioles por el pago de los derechos regionales de televisión de sus partidos.
«El dinero de la TV es una fuente de ingresos estable, sin ello no podemos tener la seguridad económica para comprometernos en la firma de contratos multi-anuales con los mejores agentes libres.» –Edward Cohen (propietario de la franquicia).
Ryan Zimmerman, Max Scherzer, Daniel Murphy, Jason Werth, Matt Wieters, Stephen Strasburg y hace pocos días el relevista Joe Blanton forman parte grupo de jugadores de los Nationals que aceptaron diferir dinero en sus contratos.
El caso más notorio es el de Max Scherzer, actual ganador del Cy Young de la National League. En 2015 firmó un contrato de siete años y $210 millones, la mitad de ese dinero será abonado en pagos anuales de $35 millones desde el 1 de julio de 2022 hasta la misma fecha del año 2028.
Este «modus operandi» de ofrecer dinero a largo plazo,no es efectivo con todos los peloteros, puesto que, en la offseason del año pasado, los Nationals «coquetearon» con los agentes libres más importantes, incluidos los jardineros Jason Heyward y Yoenis Céspedes, pero las negociaciones no pudieron llegar a «buen puerto» porque los jugadores no aceptaron recibir pagos diferidos.
Hace unas semanas, salió en el Washington Post un artículo muy interesante cuestionando la estrategia de dueño y la gerencia del equipo debido a la gran cantidad de dinero comprometido que tiene el equipo a largo plazo, y cómo esta «operatoria» podría afectar a la franquicia a largo plazo con la implementación del Competive Balance Tax a partir de esta temporada. Pero sobre todas las cosas importa como manejarán el payroll a partir de 2022, año en que Max Scherzer comience a cobrar su dinero diferido.
Queda claro que el «metodo» de diferir dinero en los contratos de jugadores de béisbol es usado esporádicamente por las organizaciones de MLB y en su mayoría en los mega-contratos. El caso de la front office de los Nationals su estrategia es una consecuencia de un litigio legal (o por lo menos ellos esgrimen eso).
De cualquier manera, utilizar deferred money es un alivio a la «salud financiera» de una franquicia a corto y mediano plazo, pero con el pasar de los años, si las gerencias no hacen bien su trabajo, se puede transformar en una mochila muy pesada que deben cargar por años.