Casi entre lagrimas, los aficionados de las Sparks se preparaban para despedir a una de las ocho franquicias iniciales de la WNBA. Tuvieron que pasar 35 dias para que alguien golpeara la puerta de Laurel Richie, máxima responsable de la liga, y le propusiera un nuevo plan de trabajo. No era alguien común, era el Salón de la Fama, Magic Johnson, quien con una sonrisa de oreja a oreja y ese carisma tan peculiar, viniera para adjudicarse un equipo que se encuentra hundido económicamente. Junto al ex Lakers, se encontró, Mark Walter, CEO de Guggenhein Partners, una empresa privada de servicios financieros, que adquirió en 2012 al equipo de Grandes Ligas, los Dodgers.
Para hacer un poco de memoria sobre esta situación, tenemos que volver a los primeros dias de enero, cuando Paula Madison, dueña mayoritaria de las Sparks, se presentó en bancarrota tras admitir que desde su llegada en 2007, su familia perdió 12 millones de dolares, inclusive 1,4 en la última temporada. Tras esto, decidió dar un paso al costado en el primer gran problema de la WNBA en los últimos cuatro años. Esta situación fue muy delicada, ya que el equipo, sumamente reconocido en Los Ángeles, tenía un pie fuera de la ciudad. En este reto, el primer interesado fue Joe Lacob, dueño de los Warriors en la NBA, quien se mostró interesado en llevar la franquicia hacia Oakland. Sin embargo, las relaciones finales no fueron lo esperado y el empresario deberá aguardar una nuevo oferta.
Éste fue el primer gran desafió para Laurel Richie. En los últimos cuatro años, la WNBA creció en cuanto a repercusión. Un contrato con ESPN hasta 2020 y la manera de buscar nuevos horizontes comerciales han llevado a tener unas últimas temporadas sin cambios bruscos. En las ediciones sobre los dueños de la WNBA damos a conocer que los propietarios, que no tienen algún comercio como sustento, estan en la cuerda floja. Y mejor opción que la situación de las Sparks no hay. Éste, sera el gran tema del futuro en la liga femenina más importante del mundo. Además, esta “rápida” resolución con Johnson no afectó la programación de la nueva temporada, teniendo en cuenta que a fines de septiembre se inicia el campeonato FIBA.
En la presentación de Magic en el Staples Center se pudo ver la felicidad de uno de los mejores jugadores de la historia tras adjudicarse esta nueva franquicia. Esta más que claro que la idea principal es poder ayudar al deporte en todas sus dimensiones. Lo hizo como atleta y lo transmitió cuando tomó a los Dodgers. La llegada de un deportista a una institución no solo es política. La manera con la que se trabajará será distinta y las esperanzas se renuevan en el aficionado que tanto sufrió en el último mes. Un aire nuevo, renovado y con grandes planes para el futuro inmediato. Se aproxima una nueva temporada, y Magic se centró en la gran dirigencia que esta al frente. Carol Ross y su grupo de trabajo no han tenido los éxitos esperados, pero se entusiasma con un trabajo a largo plazo y con una base de jugadores, lideradas por Candace Parker.
Las Sparks ganaron el campeonato en 2001 y 2002, siendo el último equipo que ha ganado títulos en temporadas consecutivas. Los Ángeles avanzó a las finales de la Conferencia Oeste en tres de las últimas seis temporadas, la última en 2012. Hoy el equipo lo componen tres All-Star, Candace Parker, Nneka Ogwumike y Kristi Toliver. En 2013, tuvieron un rendimiento muy flojo colectivamente y se quedaron afuera en primera ronda de los playoffs. Eso provocó un gran enojo entres sus aficionados. Hoy, con la llegada de Magic, el Staples Center volverá a ser sede de los partidos de local de las Sparks, cuando aun restan conocerse los cruces de una nueva temporada.
