El All Star Weekend es, probablemente junto a las finales, el momento de mayor tirón mediático de toda la temporada NBA. Su audiencia, la repercusión nacional e internacional y la predisposición a participar en él por parte de las estrellas son infinitamente mayores que las de formatos similares que se desarrollar en otros deportes del país, como por ejemplo en el football. Dichos aspectos son lo que lo hacen un acontecimiento sin parangón. Y precisamente tras la Pro Bowl y al mismo tiempo que Sanders y Rice conformaban sus equipos para el evento NFL que se desarrolló el domingo en Hawaii, los motores de «el fin de semana de las estrellas NBA» arrancaban con el anuncio de los quintetos titulares del partido que va a enfrentar, como es tradición, a las estrellas de la conferencia Este y la conferencia Oeste. Un partido que se convierte en el gran fin de fiesta de este evento y que reúne a los mejores jugadores de la temporada. Pero la celebración del partido es casi lo menos importante. Más importante que el encuentro, y que el propio fin de semana, es el debate que genera quiénes creemos que deben estar en la pista. A todos los analistas y aficionados nos encanta jugar a ser General Managers y cada uno en nuestro ser consideramos correcto un scouting u otro.
Lo grande del All Star Game no es ver a LeBron y a Carmelo jugar juntos ni a Curry asistiendo a Griffin, sino es discutir y reflexionar en las semanas previas sobre quienes son realmente los mejores de lo que va de liga. Por ello los quintetos titulares son conformados gracias a los votos de todos los internautas que votaron a sus jugadores favoritos a través de Internet. Pero con cinco jugadores por cada bando el roster no queda completo y son los entrenadores cada equipo NBA quienes eligen a los jugadores con los que completar las plantillas. Como en cierta manera se trata de una elección bastante subjetiva, vamos a buscar quienes deberían de ser los jugadores que, gracias a su juego y incidencia en su equipo, puedan tener el privilegio de defender los colores de su conferencia.
Comenzamos por el Oeste. El quinteto titular de esta conferencia será el formado por Curry y Bryant y por Durant, Griffin y Love. La no elección de jugadores por puestos específicos y la única distinción entre jugadores de Backcourt (bases y escoltas) y Frontcourt (aleros, ala-pivots y pivots) nos deja un hueco en el banquillo para tres jugadores ‘pequeños’ y cuatro ‘grandes’. Sin duda, la competencia existente en el Oeste es feroz y provoca que el equipo resultante sea en su conjunto mucho más poderoso que el que se pueda formar en la conferencia Este. Con la casi segura baja de Bryant, existen ocho jugadores que han hecho méritos para poder optar a las cuatro plazas disponibles en la retaguardia. El más que probable sustituto de Bryant en el quinteto titular será James Harden. Sus 24,3 puntos de media por partido, la marcha de sus Rockets y su halo mediático hacen que su presencia sea segura. También parece que dos de las tres restantes plazas ya tienen dueños. Chris Paul y Damian Lillard se han ganado sobradamente su presencia en el partido. El base de los Clippers, actualmente lesionado pero que espera estar a punto para la cita de febrero, vio como su plaza en el quinteto titular volaba hacia Oakland en el sprint final, a pesar de ser pieza clave del camino triunfal de los angelitos, liderar el ranking de asistencias con 11,2 por partido y promediar 19,6 puntos. Quien vivirá su primer Allstar Game con toda seguridad será Damian Lillard. El genial cerebro y compulsivo anotador de los Blazers ha refrendado en esta temporada todo lo que nos mostró en un pasado año que le convirtió junto a Paul George en la gran sensación de la liga. Su influencia en la senda ganadora adoptada por estos Blazers, ser un cluch player solvente y sus 21 puntos y 6 asistencias de media le hacen ser merecedor de su estreno entre los mejores.
La última plaza disponible, dos si Paul al final no está en las condiciones físicas idóneas, está mas que reñida y existe una terna de cinco jugadores con posibilidades reales. Tony Parker es el jugador que puede partir con mayor ventaja. Con su equipo con un record increíble y promediando casi 18 puntos por partido y 7 asistencias parece que el último chandal libre tiene su nombre pero existen dos jugadores que se lo pueden arrebatar. Uno es Monta Ellis, que está jugando su mejor baloncesto y siendo clave para que Dallas se encuentre en puestos de playoffs gracias a sus 20 puntos y 6 asistencias de media. Ya que Eric Bledsoe se encuentra lesionado, la convocatoria de Goran Dragic no parece una locura. Sería un premio a la gran temporada de Phoenix y sus casi 20 puntos y 6 asistencias lo ponen a la altura de sus competidores. Otros dos jugadores que podrían entrar son Isaiah Thomas y Ty Lawson. Ambos se mueven en los números de los anteriores, e incluso mejores (Lawson promedia 9 asistencias), pero la mala marcha de sus equipos y el poco peso que tienen en la liga son un lastre para ellos.
Si la competencia en los puestos de base y escolta es grande, la que existe en el frontcourt no se queda atrás. Cuatro son las plazas que existen para el banquillo y dos de ellas ya están ocupadas porque LaMarcus Aldridge y Dwight Howard son fijos. El otro gran líder de estos increíbles Blazers repetirá convocatoria gracias a colocar a Portland en el tercer puesto de la conferencia y promediar nada más y nada menos que 24,7 puntos y 11,6 rebotes. Pero es que el center de Houston no se queda atrás gracias a sus 18,3 puntos y 12,6 rebotes. Las otras dos plazas poseen varios candidatos. Demarcus Cousins, David Lee y Anthony Davis han sido los jugadores que han hecho más méritos. Las estadísticas de Cousins son increíbles. 22,6 puntos y 11,6 rebotes. Al nivel de Aldridge o Howard pero con el punto negativo del pésimo record de Sacramento y su actual incierto estado físico. Con 19 puntos y 10 rebotes de media, Lee ha demostrado que es uno de los Ala Pivots más determinantes y versátiles de la liga y un puesto en el All Star Game sería muy merecido. Davis, por su parte, con 20,2 puntos y 10,3 rebotes ha dado un salto de gigante esta temporada convirtiéndose en el referente de unos Pelicans que por contra han trazado un camino similar al de los Kings. Parsons, que suena con fuerza en las quinielas, está muy lejos de las estadísticas de los mencionados, al igual que Ibaka, Duncan o Hayward. La elección de cualquiera de estos sería una injusticia. Si tuviera que apostar, creo que Cousins y Lee harán su aparición entre luces y humo, pero la circunstancia de que se celebre el partido en New Orleans provoca que la opción Davis gane enteros.
El quinteto titular del Este es el formado por Wade, Irving, Paul George, LeBron y Anthony. Este tipo de votación tiene esto, que resulte una start line up con mucho talento pero muy descompensada, sin juego interior específico. Y es que en el Este su equipo All Star es un reflejo de la marcha de la conferencia. Como en el Oeste, también existen muchos jugadores con posibilidades de acceder al equipo estelar de la conferencia pero el motivo es que no existen muchos jugadores que hayan destacado por encima del resto. Hay igualdad a la baja y existe un nivel muy parejo tanto en la zona exterior como en las posiciones más interiores. John Wall y DeMar DeRozan parecen los jugadores más destacados para el banquillo del backcourt y ser dos de los tres necesarios para completar la plantilla. Sus más de 20 puntos por partido, ser piezas básicas en sus equipos y haber sido nombrados en alguna ocasión «jugadores de la semana» son sus credenciales. La plaza que resta tiene varios candidatos. Kemba Walker con sus Bobcats en puestos de Playoffs puede ser el favorito pero la genial irrupción de Lance Stephenson y que Frank Vogel sea el entrenador del equipo puede decantar la balanza hacia el jugador Pacer. Jeff Teague también se encuentra dentro de las quinielas y más alejados podríamos situar a Lowry, Jennings y al ‘rookie’ Carter-Williams.
Cinco son los jugadores más interiores con los que va a poder contar Frank Vogel en el banquillo. El banquillo del East frontcourt es el que más sorpresas nos puede deparar. A priori, Roy Hibbert y Chris Bosh parecen seguros gracias la marcha de sus equipos y al buen papel que están desempeñando. Pero sus números no son extraordinarios, sino más bien del montón. El jugador que realmente se merece un hueco en el equipo es Al Jefferson, que con sus 18,4 puntos y 10,4 rebotes está contribuyendo de manera decisiva en que Charlotte tenga posibilidades reales de vivir más allá de la regular season. Otro jugador que está desarrollando una gran temporada es su ex-compañero en Utah Paul Millsap que ante la baja de Al Horford, un potencial All Star, ha heredado los números del dominicano y promedia 17,7 puntos y 8,3 rebotes. Para la quinta plaza la cantidad de aspirantes es larguísima. Evan Turner, Drummond, Monroe, Afflalo, Ariza o Nené han seguido una buena linea en esta primera mitad de campeonato pero esa última plaza se la van a jugar a tres bandas Noah, Boozer y Deng, siendo el francés el que parte con unos metros de ventaja aunque mi apuesta es por el británico.
Como habéis podido comprobar las cávalas y suposiciones son lo más atractivo de un fin de semana que se hace bastante largo hasta la salida espectacular de los jugadores a la cancha y que se vuelve a tornar tedioso desde el momento que el arbitro manda el balón al aire hasta que el mismo individuo decreta el final del mismo. Jugar a ser seleccionadores, como hemos dicho antes, es lo más emocionante.