Hace ya un tiempo que en el Toyota Centerde Houston, Texas, se oyen gritos que claman la entrega del MVP al final de esta campaña para una de sus estrellas, James Harden. El caso de Harden está siendo menos visto en la NBA que el de otras figuras como Marc Gasol, Stephen Curry o Anthony Davis, que terminan los encuentros con grandes números en diversos apartados estadísticos. En cambio, de Harden únicamente nos llega noche tras noche una nueva victoria de los Rockets, donde se destacan los 30 o hasta 40 puntos del escolta titular.
Si «The Beard» no se ha llevado el preciado galardón al jugador más valioso del año es por las grandes actuaciones indiviuales de LeBron James y Kevin Durant en los últimos años, ensombreciendo las brutales estadísticas de Harden, especialmente desde que se marchó de Oklahoma para jugar para los Houston Rockets. Pero este año la vuelta de LeBron a Cleveland, donde sus números han sufrido un ligero descenso, sobre todo en puntos y en rebotes, además de que el equipo no termina de cuajar y ocupa la quinta posición de la débil Conferencia Este, y la lesión de Kevin Durant, que le ha hecho perderse gran parte del principio de temporada, seguido por una recaída el otro día frente a los Warriors, han provocado una fisura en el podio de la NBA, al que solo supo acceder Derrick Rose en 2011.
Parémonos, en primer lugar, en las estadísticas. Harden está promediando 27 puntos (líder de la NBA), 6,2 rebotes, 7 asisencias, 1 tapón y 2 robos de balón en 37,5 minutos en pista, con una eficiencia de 27. Está viviendo el mejor momento anotador de su carrera, habiendo superado los 20 puntos en 21 de los 27 partidos que lleva disputados, estando en 11 ocasiones por encima de los 30 puntos y alcanzando los 40 hasta en 3 encuentros. Su mejor anotación fue de 44 puntos por partida doble, primero contra Sacramento el 11 de diciembre y después contra Portland el 22 del mismo mes, anotando en dicho encuentro 31 puntos en la primera mitad, con sólo 16 minutos en pista. Todo esto repercute en los resultados de su equipo, ya que promedia casi 30 puntos cuando el equipo gana, y 20 cuando pierden. En cuanto a los rebotes, los 6,2 que captura por partido superan ampliamente a los 4,7 rechaces de media que tuvo el año pasado. Esto se puede deber a las lesiones que han apartado del terreno de juego a Dwight Howard durante 12 encuentros y a Terrence Jones durante 23, que son los principales reboteadores del equipo, dejando este trabajo en manos, principalmente, de Motiejunas, Ariza y el propio Harden. Reparte una asistencia más por noche que en la campaña 2013-14, donde promediaba 6,1, una buena cifra para un escolta. Hasta la fecha ha superado las 10 asistencias en 6 partidos, siendo 14 su récord personal de temporada. Estas buenas cifras le han servido a Harden para lograr un triple-doble el pasado 13 de diciembre contra los Denver Nuggets (24 pts, 10 reb y 10 ast), y quedarse cerca en repetidas ocasiones. Muy destacable su incremento en el apartado taponador, pasando de 0,4 de media el curso anterior, a 1 tapón por noche, cifra que en el puesto de escolta solamente lo superan K.J. McDaniels y Danny Green. Además, es el segundo escolta que más balones roba de media, con 2 por partido, superando los 1,6 que conseguía la temporada pasada. Lo curioso de todo esto es que su estancia en pista este año (37,5 minutos de media) es menor a la de sus dos últimas campañas, donde superó los 38 minutos por partido. Es el quinto que más tiempo pasa en cancha de la NBA.
Three Rockets have had 40 points, 5 assists & 5 steals in a game: Olajuwon, Drexler & James Harden (twice including last night).
— ESPN Stats & Info (@ESPNStatsInfo) diciembre 23, 2014
En cuanto a su efectividad a la hora de tirar, se ha producido una regresión con respecto a los últimos cinco años de su carrera, con un 47,2% de acierto en los tiros de 2, anotando 5,5 de los 11,6 tiros que intenta e las inmediaciones de la canasta, consiguiendo el año pasado un 51,5% de acierto. Por otra parte, acierta el 33,2% de los triples de intenta, su peor marca desde que llegó a la NBA en 2009. Es el 12º que más triples anota de media por partido, con 2,3, y el 3º (junto a otros tres jugadores) que más triples intenta por encuentro, con 7. Pero lo más relevante es el apartado de los tiros libres, siendo 11º de la Liga con un muy buen 88,7%, produciendo un tercio de sus puntos totales desde la línea, 8,7 canastas de media (líder de la NBA) de los 9,8 que intenta (2º por detrás de Westbrook). Otro punto negativo es su incremento de pérdidas, pasando de 3,6 el año pasado a 4 esta campaña; además de pasar de cometer 2,4 faltas a 2,9. Además, es el segundo en eficiencia de toda la Liga con 27,04, sólo por detrás de Anthony Davis, con 31,31.
Si su incesante crecimiento se debe a su salario, el cual va creciendo año a año, y sabiendo que este año se llevará $14,7 millones, no se puede imaginar que pasará en la campaña 2017-18, cuando finaliza contrato, donde ingresará $17,8 millones. Hagan cuentas. También se puede dar el hecho de que como gana tanto, se acomode y sus estadísticas bajen, pero conociéndole, eso es muy improbable.
Un ser imparable
James Harden es un líder nato, algo que ya demostró este verano en el Mundobasket de España, donde guió a la joven selección estadounidense hasta el oro. Y es lo que lleva haciendo desde que llegó a Houston, donde cogió el mando desde el principio, ya que, aunque es escolta, es el que sube la bola al ataque casi siempre. A pesar de no ser un gran atleta, posee una mentalidad agresiva ya que nunca deja de atacar. Tiene una buena altura para el puesto de escolta (1,96 metros), que, ayudándose de su fuerza, utiliza para avanzar hacia canasta quitándose a casi cualquier rival de encima. Tiene un gran manejo de balón que en ocasiones se acerca al baloncesto callejero, rompiendo los tobillos de su defensor en repetidas ocasiones con sus crossovers. Es uno de los mejores jugadores de toda la NBA a la hora de atacar el aro, mostrando gran manejo, potencia y fundamentos. Prueba muy seguido desde el triple, lugar donde es muy peligroso, tanto desde el drible como a pie firme. Consigue sacar faltas de cualquier ocasión, sobe todo en transición, con repetidas acciones de 2+1. Es muy buen pasador, aunque a veces puede volverse muy egoísta. La conexión que tiene con Howard es impresionante ya que su pick & roll es de los más efectivos de la Liga anote quien anote de los dos al final de la acción. Sus mates son marca de la casa, pareciendo siempre que hace uno de sus tomahawks en las mejores jugadas de la noche. Debe mejorar a nivel defensivo, algo que los demás que optan al MVP dominan a la perfección. Rinde muy poco y se distrae con facilidad. Muchas veces directamente lo ve parado, observando al portabalón mientras su marca se escapa con un corte hacia el aro. Esto lo compensa con sus 2 robos de media y a su buen rebote defensivo, además de su recién adquirido rendimiento en cuanto a los tapones.
Más favoritos al anillo aún
Los Houston Rockets se encuentran en estos momentos cuartos del Oeste, y deben mantener el nivel al que están para aguantar en esta dura Conferencia de donde salen una buena parte de los pretendientes al título de la NBA, por lo que un mínimo despite puede dejarles fuera de Playoffs. Sus 100 puntos de media por encuentro (18º de la NBA) se deben, sobre todo, a la baja de Howard en varios partidos, por lo que cuando esté del todo recuperado la cifra subirá. En cambio, poseen la segunda mejor defensa de la Liga, encajando únicamente 96,3 puntos por noche. Harden está tirando del carro, aunque le rodean grandes jugadores, con hasta 7 miembros de la plantilla con dobles dígitos en puntos por partido. La plantilla texana está causando temor en más de una franquicia en la NBA, ya que, a pesar de decir adiós este verano a Parsons y a Lin, han creado un equipo dirigido por Kevin McHale y cimentado en torno a sus dos grandes figuras, James Harden por fuera y Dwight Howard por dentro, rodeados de un batallón de jóvenes talentos como Terrence Jones, Motiejuna, Tarik Black, Beberley, el recién llegado Brewer, y el sorprendente rookie Papanikolau; junto a veteranos y viejas glorias como Jason Terry, Trevor Ariza y Dorsey. Si Harden es capaz de guiar a su franquicia hacia un puesto alto en la clasificación a final de temporada, a la par que manteniendo sus números (o incluso mejorárlos), se llevará casi todas las papeletas para ser nombrado MVP del año, y, ¿quién sabe?, incluso ganar el anillo.
https://www.youtube.com/watch?v=Wrvi_hpKh0A
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