Estas declaraciones del entrenador de los Washington Wizards, Randy Wittman, la semana pasada donde echaba en falta que su equipo acudiese más a la línea de tiros libres, tras la derrota por 78-87 ante los Dallas Mavericks, dan a entender la importancia que tiene no escatimar en recursos en el mundo del baloncesto.
“Tenemos que seguir desarrollando nuestro juego para llegar al aro y recibir faltas en las noches malas de tiro. Creo que esa fue la diferencia: no tiramos, ellos tampoco, pero al final ellos consiguieron acudir más a la línea de tiros libres”.
Si los Wizards no son capaces de utilizar una estrategia distinta cuando una de sus principales armas, el tiro exterior, no funciona en un partido, estarán perdiendo una gran oportunidad de vencer encuentros que, en caso de ganarlos, les ayudaría en buena medida para estar en récord positivo y luchando por los puestos de arriba del Este. Si no consiguen encontrar unos recursos alternativos que funcionen y que se puedan usar en determinados momentos, estarán poniendo ellos mismos las victorias cada vez a una mayor distancia.
El equipo de la capital de Estados Unidos es un conjunto en construcción, todavía algo lejos de su deseado producto final. De ahí que lo importante para seguir creciendo sea hacer hincapié en los conceptos más básicos del baloncesto, y uno de ellos es penetrar en la zona para sacar una falta e ir a la línea de personal.
En este ámbito, los Wizards lo podrían hacer muchísimo mejor de lo que están haciendo hasta ahora. Son la segunda franquicia que menos tiros libres intenta (651 en total, con un 75,1% de acierto) pero esto puede cambiar de un modo muy sencillo: forzando las faltas en acción de tiro. ¿Por qué? Porque casualmente son el equipo de la NBA que más faltas ha recibido hasta el momento y, si consiguen sacar petróleo de ellas en forma de tiros libres, pueden incrementar sus opciones de ganar cualquier partido.
“Lo que tenemos que aprender para la próxima vez es llegar a la línea de tiros libres en las noches duras. Conviertes un par de tiros, haces una bandeja y tu confianza cambia de un modo tremendo”.
¿Alguien que haga el favor de dar este recado a los Wizards para que vean que con muy poco pueden mejorar mucho?
Noches duras y complicadas son, por ejemplo, aquellas en las que acabas perdiendo un partido por pocos puntos y donde podrías haber hecho algo más para llevarte la victoria. En el partido del pasado mes de diciembre que los Wizards perdieron por 1 punto contra los Denver Nuggets, los capitalinos hicieron un 5/9 desde la línea de tiros libres, mientras que los de Colorado registraron un 8/14.
En otra derrota contra Atlanta, por 2 puntos, Washington lo hizo algo mejor con un 11/18, pero los Hawks les superaron con un 18/24. En el ya citado partido contra los Mavs, donde perdieron de 9, los ‘magos’ sólo lanzaron 10 tiros libres, de los cuales anotaron 7, mientras que los texanos rozaron la perfección con un 21/23 desde la línea de 6,25.
Pero para comprender todos estos datos y que los Wizards puedan sacar de ellos más tiros libres y más acierto en ellos, hay que bajar a la arena y saber cómo se desenvuelve Washington en ataque para ver quién o quiénes son los adecuados para llevar más veces al equipo a la línea de personal.
Sin lugar a duda, el joven Wall es la referencia por la que pasan la mayoría de las opciones de los ‘brujos’ no en cada partido, sino en el conjunto de la temporada. Si alguien piensa que él debe ser el principal estandarte, gracias a su calidad y rapidez, con el que deben forzar más penetraciones para sacar faltas y lanzar tiros desde la línea de personal lleva razón, pero lo cierto es que no puede hacer más de lo que ya hace. Wall lanza uno de cada cuatro tiros libres de los Wizards con un 86,2% de acierto en total.
El siguiente que más se le acerca en lanzamientos de 6,25 intentados es Nene Hilario, con casi un 66% de acierto. Los otros que más aciertan, todos ellos por encima del 80%, son Martell Webster, Bradley Beal, Chris Singleton y Kevin Seraphin, aunque deberían intentar lanzar más y así no cargar de tanta responsabilidad al ‘2’ de los Wizards.
Si consiguen mejorar este aspecto y complementarlo con sus mejores números en el tiro exterior, podrán superar la barrera psicológica del 50% de victorias, a la que consiguieron llegar el pasado mes de diciembre por primera vez en tres años, al vencer a los Orlando Magic en el Verizon Center.
Y es que Washington tiene un aceptable porcentaje en tiros de campo del 44,6% y un 38,1% en triples, la quinta mejor marca de toda la liga. Sus jugadas en ataque tratan de buscar siempre a un compañero con una buena posición de lanzamiento pero, en un equipo sin unos nombres deslumbrantes, apostar todo a jugarte los tiros desde lejos de la canasta es jugar con demasiadas pocas cartas una partida muy larga.
Triturado el ataque de los Wizards con tanto dato y estadística, cabe destacar también que si mejoran su defensa, centrándose en reducir el número de tiros que realizan los oponentes, les ayudará a mantenerse vivos en muchos partidos, ya que son la segunda franquicia que más tiros de campo y la quinta que más tiros libres ha concedido a sus rivales hasta el momento.
Con este balance, se torna complicado pensar que los Wizards puedan conseguir y mantener a la larga más victorias que derrotas, aunque en la actual situación de la Conferencia Este, un poco de inteligencia y una mejor gestión de los recursos alternativos en los momentos complicados de los partidos reportan un mayor beneficio y premio del que se piensa. ¿A qué esperan los Wizards para ponerse manos a la obra?