La gran fiesta anual de la NBA está a apenas unas horas de subir el telón y uno de sus productos estrella presenta esta temporada una serie de novedades que a más de uno, por no decir a todos, le habrá llamado seguro la atención.
El concurso de mates, competición que todos los años cierra el abanico de actividades de la jornada del sábado, tendrá un ganador individual como en cada edición pero la diferencia está en que en esta ocasión el vencedor saldrá de uno de los dos equipos organizados por conferencias que disputarán dicho concurso. Esto supone dejar de individualizar el concurso para ‘trastocar’ su esencia, donde el ganador no habrá competido contra todos los contrincantes como ha sucedido en toda la historia de esta prueba, sino que en parte habrá conseguido la victoria gracias a la labor de un equipo.
La mecánica es la siguiente. Por la conferencia Este participarán Paul George, Terrence Ross y John Wall; y por la Oeste Damian Lillard, Harrison Barnes y Ben McLemore. Cada equipo empezará con una ronda de 90 segundos en la que los tres jugadores de cada equipo podrán realizar los mates que quieran o puedan e incluso podrán asistir a sus otros compañeros si así lo desean. Los jueces votarán la conferencia ganadora y ésta decidirá si compite en primer o segundo lugar en la segunda ronda.
En la siguiente fase ya veremos los clásicos duelos de un jugador contra otro. Se establecerán ciertos emparejamientos y la primera conferencia en ganar tres duelos directos será la conferencia ganadora. Ahí será el momento de los aficionados, que tendrán que votar a través de mensajes de texto, Twitter y NBA.com qué jugador de la conferencia vencedora es el ganador final del concurso de mates, un sistema de votación que ya se usó el año pasado.
Desde la NBA han querido transformar el concurso para añadirle novedades e intentar hacerlo más atractivo. Por un lado debemos aplaudir la iniciativa o al menos el intento de que alguien se preocupa por querer hacerlo mejor. En muchos ámbitos nos quejamos de que las cosas no se renuevan y aquí, de un modo acertado o no, al menos buscan nuevas fórmulas para atraer al público.
Aún así, la contra que puede tener este concurso es que se condiciona una prueba históricamente individual al trabajo que hagan los otros compañeros del equipo para pasar a la siguiente ronda y del emparejamiento que les toque a los jugadores en la siguiente.
Es cierto que la ronda libre de 90 segundos puede dar rienda suelta a los jugadores a improvisar y a buscar hacer cosas entre los tres en ese periodo de tiempo. La creatividad e innovación es una de las cosas que se echan muchas veces en falta en el concurso de mates de la NBA y además la combinación de las ideas de los tres jugadores puede dar buenos resultados. El problema está en que, con el nuevo formato, la actuación grupal se antepone a la personal.
Esta idea también da pie a pensar que el resto de concursos siguen siendo individuales y que se conservan sus naturalezas, excepto el ‘Sears Shooting Stars’ (en el que compiten un jugador actual, una jugadora y un jugador retirado), pero en cambio en el de mates han querido dar este nuevo formato para ver si funciona y si tiene una buena acogida.
Otro de los aspectos que cambiarán en relación a lo que siempre ha sido el concurso de mates es que habrá jugadores que no competirán entre sí, ya que están separados por conferencias. Sí se podrá ver un cara a cara entre Damian Lillard y Paul George, pero en cambio no será posible verlo entre Terrence Ross y John Wall, o entre Harrison Barnes y Ben McLemore.
Esto le puede restar emoción al desarrollo de la cita, ya que si el vencedor es Lillard será porque ha sido mejor que a los que se haya enfrentado del Este y no porque haya sido mejor contra todos, ya que pude darse perfectamente la casualidad de que un jugador no se enfrente a todos directamente como siempre había ocurrido.
Sea como sea, todos al final esperamos que los concursantes den el mejor espectáculo posible. Lo mejor que podría suceder es que el domingo Sea como sea, todos al final esperamos que los concursantes den el mejor espectáculo posible. Lo mejor que podría suceder es que el domingo la mayoría de las opiniones fuesen positivas acerca del nuevo formato, aunque estos días previos muchos podamos tener la sensación de que se ha ‘trastocado’ la esencia del concurso más importante del All-Star Weekend.