Llegaba la hora. El momento que todos estábamos esperando. La Opening Night de la NBA corría el telón y nos mostraba los tres primeros partidos de esta temporada 2013/2014. Si bien es verdad que el primer partido de esta season se iniciaba una hora antes en Indianapolis con unos Magic que eran derrotados (87-97) por unos Indiana Pacers que darán que hablar durante la temporada, el partido que enfrentaba a los Miami Heat contra los Chicago Bulls se consideraba el gran partido inaugural de este curso baloncentístico. No solo porque en la cancha se iban a enfrentar los dos grandes favoritos a alcanzar las finales de la conferencia Este sino también por el gran acontecimiento que precedía a la disputa de esta contienda.
La noche en Miami comenzaba de manera espectacular con el acto que todos los jugadores de la franquicia de Florida esperaban, la entrega de los anillos que acreditan a los Miami Heat de la 2012/2013 como campeones de la NBA. Una proyección impresionante sobre el parqué del pabellón trasformó la cancha en una gigantesca pantalla en la cual se emitieron las imágenes y momentos más importantes del curso pasado, desde referencias a la racha de 27 victorias consecutivas en temporada regular al Harlem Shake que protagonizaron y que fue un fenómeno en las redes sociales. Al finalizar dicha proyección, que dejó boquiabiertas las bocas de todos los espectadores y aficionados, hicieron su aparición David Stern y el propietario de los Heat Micky Arison. Tras un breve discurso, Stern hizo entrega a Arison del primer anillo y fue este último el encargado de entregar los restantes a cada uno de los miembros de la directiva deportiva y del cuerpo técnico al completo. Otro video sobre el parqué recordando el tiro de Ray Allen en el sexto partido de las finales y el triunfo en el último encuentro que les proclamó vencedores sirvió de preludio para la entrega de los anillos a todos los jugadores de aquellos momentos excepto a Mike Miller que no estuvo presente.
Ataviados con un chandal y un jersey de juego especial para el día de hoy, fueron pasando al lado del patrón de la franquicia y del comisionado todos los jugadores para recibir su anillo de campeones siendo los miembros de Big Three los últimos en recibirlo y llevándose las mayores ovaciones de la noche. En el momento en que LeBron James recogía el último anillo, comenzaban a sonar los acordes de el «We are the champions» de Queen y todo el mundo alzaba la vista hacia el cielo para no perderse como la bandera de campeones se instalaba en todo lo alto del American Airlines Arena de Miami para no bajar. Pero estamos en una nueva temporada. Los Chicago Bulls aguardaban en los vestuarios para saltar a la cancha y luchar con el cuchillo entre los dientes contra estos recién engalanados campeones. Pero era la noche que los campeones habían diseñado. Pareció como si hubieran cogido ese cuchillo que portaba su rival y lo lanzaran hacia el fondo del atlántico a partir del segundo cuarto. Y es que durante el primer cuarto sí pudimos ver la garra que caracteriza al equipo de Thibodeau pero para de contar.
Se trataba del primer partido oficial de Derrick Rose desde su lesión un año atrás y comenzaba siendo el protagonista del partido. La primera canasta del encuentro la materializó Udonis Haslem después de un gran robo de Mario Chalmers al propio Rose cuando este subía la primera pelota a campo local. Este fallo le sirvió para redimirse. Empató el partido con una canasta marca de la casa y protagonizó un fantástico inicio de partido, con fenomenales penetraciones y confiado en su físico, frente a unos Miami muy serios que se mantuvieron a la expectativa durante los primeros doce minutos. De esta forma el segundo cuarto comenzó con los Heat solamente dos puntos por delante (15-17) pero esto poco duraría. Sin Rose en pista y con hombres defensivos importantes como Jimmy Butler y Luol Deng cargados de faltas, los Heat cogieron la directa. Después de un parcial de 13-0, los Bulls se mostraron atenazados. La vuelta de Rose a la cancha no mejoraba el panorama y el propio Derrick parecía contagiado de lo que estaba adoleciendo su equipo, poca fluidez de movimiento de balón y el choque continuo contra la pared defensiva de los de Miami. Esta eficacia defensiva unida al gran acierto en el tiro exterior puso a los Heat 21 puntos arriba hacia el ecuador del cuarto, ventaja que mantuvieron hasta el final del mismo. Solo mantenía el tipo Carlos Boozer que con 19 puntos era el máximo anotador del partido hasta el descanso. De esta manera llegamos a dicho halftime con el marcador de 35-54, un tanteo bajo que refleja el respeto con el que comenzaron el partido y con la sensación de que Miami tenía el partido donde quería sin demasiados agobios, siendo protagonista Battier con 11 puntos y un 100% de efectividad de tiro.
La segunda mitad siguió con Miami dominando el partido y sin la intensidad defensiva que se le presupone a los Bulls. Miami sin mucha complicación mantuvo una ventaja de +20 a lo largo del primer cuarto de la reanudación y superaba claramente a unos Bulls con un Noah reboteando bien pero fallón, Luol Deng desaparecido, Rose venido a menos y solamente con Carlos Boozer como referencia anotando prácticamente la mitad de los puntos del equipo (29 pts y 6 rebotes) al final de un tercer cuarto que ponía a los Heat 56-76. Y con todo esto llegábamos al último cuarto. Una tímida reacción de los de Illinois al final del cuarto periodo poniéndose nueve abajo hizo creer en las posibilidades de remontada pero dos acciones, primero un triple de Battier, y después un gran tiro de media distancia de LeBron, certificaron que esa posibilidad de darle la vuelta al partido no era más que un espejismo que ellos mismos quisieron crear. Al final 95-107. Los Bulls se vieron maniatados y con muchas lagunas defensivas, pero con un gran Boozer (máximo anotador del partido con 31 puntos) y un Derrick Rose (12 puntos y 4 asistencias) que parece como si la lesión no le hubiera hecho mella. Fuerte fisicamente, necesita serenar ese ímpetu de demostrar tantas cosas y mejorar su selección de tiro. Por su parte, Miami dominó liderada nuevamente por James (17 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias) y lanzó una advertencia a toda la liga. Este año siguen estando fuertes y van a por el tercer título. Y si sus rivales creían que no tendrían hambre de títulos, han demostrado que son insaciables y quieren más. Este año promete. Let´s go!!