El primer año de los Nets en el barrio neoyorquino de Brooklyn acabó de forma agridulce perdiendo el séptimo partido en casa ante Chicago. Se esperaba que llegasen al menos a semifinales, pero una serie loca y muy disputada ante unos Bulls en auge (pese a seguir sin contar con Rose) finalizaron con los sueños de los Deron y cía antes de tiempo.
A partir de aquí se plantea una offseason de mucho trabajo para Brooklyn, donde tendrán que pensar que aspectos modificar para justificar la inversión del multi millonario ruso Prokhorov. Los movimientos en los despachos empezaron pocas horas después de acabar oficialmente la temporada. P.J. Carlesimo fue destituido y pronto empezaron a sonar nombres como el de Phil Jackson para ocupar el puesto de head coach.
Echando un vistazo rápido a la temporada, se puede considerar satisfactoria la primera campaña en el Barclays Center tras cruzar el río Hudson el verano pasado. Los Nets dejaron New Jersey siendo uno de los peores equipos de la liga con un récord de 22-44 (.333). En cambio, este año han acabado en cuarta posición con un balance de 49-33 (.598) tan solo por detrás de los tres “cocos” de la Conferencia: Miami, New York e Indiana. El público ha conectado muy bien con el equipo y se ha visto una buena afluencia de espectadores en general en los partidos de casa.
En esta offseason Brooklyn necesita claramente buscar un jugador exterior que anote con regularidad y también fondo de banquillo (en forma de bases y pívots puros) que responda cuando no estén los titulares en la cancha. El draft y la agencia libre serán dos puntos calientes donde los Nets tendrán que demostrar que también se mueven con inteligencia y estrategia en esas aguas. El núcleo duro y principal de la franquicia es bueno y de garantías, pero necesitan algo más para poderse ver cara a cara con los mejores equipos de la NBA.
Este núcleo ha estado comandado por Deron Williams, el cual ha respondido a la confianza depositada en él el verano pasado cuando firmó por 5 años y $100 millones. Cabe recordar que una de las prioridades de Prokhorov cuando se hizo oficialmente con las riendas del equipo era hacer un contrato extenso a Williams que garantizase un base de calidad y madurez para construir un buen proyecto en torno a él. Como base sustituto ha tenido a C.J. Watson, quien ha podido contribuir con 6.8 puntos y 2.0 asistencias en 19.0 minutos por encuentro. Son cifras aceptables para el tiempo de juego del que dispone, pero Brooklyn necesita poner menos presión sobre Deron, necesita buscar un base que juegue más minutos y que aporte buenas cifras que den un plus al equipo.
Otro de los que han destacado y que siguieron en la franquicia tras el cambio de ciudad fue Brook López. Los Nets no habrían llegado hasta donde lo han hecho este año sin un poderoso juego interior comandado por este hombre. Él, junto a Deron, sabían perfectamente la responsabilidad que ostentaba sobre sus hombros con la transición a Brooklyn. El pívot nacido en Los Ángeles tiene contrato hasta 2016, con lo que la pintura del Barclays Center puede respirar tranquila en los próximos años. Ha contado con Kris Humphries como sustituto y complemento bajo el aro, pero también deberían invertir en un pívot que dé algo más de 5.8 puntos y 5.6 rebotes en 18.3 minutos.
Joe Johnson también fue un importante movimiento por parte de la directiva el verano pasado. En su 12ª temporada en la liga llegaba de Atlanta en un gran momento. En Julio de 2012 los Nets asumieron lo que le restaba de contrato con los Hawks: $89 millones y 4 años más. A priori, muy arriesgado para un jugador de 31 años que no sabes como puede responder y si no tendrá lesiones de gravedad. Por el momento, Johnson ha aportado 16.3 puntos y 3.0 rebotes en 36.7 minutos por partido. Podría ser mejorables esos números, pero son aceptables para su edad. Aún así, Brooklyn tiene que rastrear bien el mercado para traer a alguien más joven que asegure anotación exterior, pero sobre todo para asegurar descanso a Joe en las próximas temporadas.
Habrá que esperar aún a ver que movimientos se plantean y que pueden aportar los jugadores que vengan. Aunque el periodo de agencia libre queda aún algo lejos, lo que tienen que hacer ahora los Nets es contratar un head coach lo antes posible para que se siente a hablar con los directivos, establezcan unos objetivos comunes de cara al “Año II” de la franquicia en Brooklyn y traigan unos refuerzos necesarios en un proyecto que debe dar un importante paso al frente.